AxSí denuncia que haya colegios San Fernando pendientes aún del mantenimiento de las zonas verdes - San Fernando - Noticias, última hora, vídeos y fotos de San Fernando Ver
En España, para las garrapatas, “las temperaturas invernales ya no les resultan letales”
En la cuenca mediterránea, para las garrapatas, “las temperaturas invernales ya no les resultan letales”

En España, para las garrapatas, “las temperaturas invernales ya no les resultan letales”

Sonia Olmeda ha publicado un artículo en el cual analiza la situación actual de las garrapatas en España y los riesgos que supone
Sonia olmedo veterinaria ucm
Sonia Olmeda, investigadora en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

Las garrapatas son ácaros, parásitos de vertebrados terrestres, que se alimentan exclusivamente de sangre.  Se estima que su origen es anterior a la época de los dinosaurios, por lo que han evolucionado con los distintos pobladores de la tierra en los ambientes más extremos, de la Antártida al desierto.  Causantes de enfermedades zoonósicas, en los últimos años ha aumentado su presencia como consecuencia del cambio climático y la facilidad de transporte en la globalización.

 

Las garrapatas tienen importancia sanitaria ya que muchos patógenos han aprovechado las ventajas de ser transmitidas de un animal a otro durante las sucesivas alimentaciones de las garrapatas por lo que son, después de los mosquitos, los principales vectores de enfermedades.

 

Estas enfermedades transmitidas por garrapatas (ETG) son zoonósicas, ya que son los animales infectados los que, mediante las garrapatas, transmiten la infección al hombre y tener un origen vírico (Encefalitis vírica transmitida por garrapatas, Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo), bacteriano (Fiebre exantemática mediterránea, Tibola/Debonel, Fiebre Q, Anaplasmosis, Enfermedad de Lyme) o parasitario (Babesiosis).

 

Las garrapatas, como todos los seres vivos, forman parte del complejo engranaje de la naturaleza en búsqueda constante de equilibrio. Así, al aumentar el número de la población de una especie animal, le sigue el aumento del número de garrapatas que se alimentan sobre ellos y, con ello, una mayor probabilidad de transmisión de patógenos que afectarán especialmente a los animales más débiles o inmunocomprometidos, algunos de los cuales morirán, reduciendo la población de hospedadores hasta alcanzar el equilibrio.

 

En definitiva, el aumento de garrapatas en una zona denota un desequilibrio y, posiblemente, el incremento de una especie animal. “El aumento de la garrapata Hyalomma lusitanicum en muchas zonas de España se relaciona con la superpoblación de animales silvestres, especialmente conejos, tras superar las enfermedades víricas que les diezmaron el siglo pasado y la ausencia de depredadores naturales”, explica Sonia Olmeda, investigadora del Departamento de Sanidad Animal y miembro del grupo de Epidemiología y Control de Enfermedades Transmisibles en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid en un artículo en el cual analiza la situación de las garrapatas.

 

El cambio global está afectando a las garrapatas en España 

 

Por una parte, el aumento de las temperaturas y la variación de las lluvias está provocando cambios en su patrón de distribución. Se ha demostrado la presencia de poblaciones estables de garrapatas mediterráneas (Hyalomma) en Centroeuropa, donde las temperaturas invernales ya no les resultan letales.

 

Por otra parte, Olmeda añade que la globalización del comercio ha permitido el transporte rápido de animales potencialmente infestados en pocas horas.  Éste se supone, ejemplifica, que fue el origen de la introducción en Norteamérica de la garrapata asiática (Haemaphysalis longicornis) que en sólo 2 años se expandió por 11 estados. Las ETG eran consideradas enfermedades profesionales afectando, fundamentalmente, a ganaderos, veterinarios, agricultores, leñadores o agentes forestales, sin embargo, “en la actualidad con el mayor contacto de la sociedad con la naturaleza el rango de población sensible se ha ampliado”.

 

La experta continúa recopilando ejemplos de cómo la actividad humana está detrás de muchos de los brotes de ETG. Así, en 1975 en el pueblo de Old Lyme en Estados Unidos, comenta, varios niños fueron llevados al centro de salud del pueblo con una lesión cutánea concéntrica y problemas articulares, y solo algunos reconocieron haber sido picado por una garrapata mientras jugaban en el jardín trasero de sus casas, si bien hasta 1982 no pudo confirmarse que el agente, Borrelia burgdorferi, “era efectivamente transmitido por las garrapatas del género Ixodes”.   La causa de este primer brote de la enfermedad de Lyme fue la costumbre de atraer a los ciervos (y sus garrapatas) mediante alimento para que los niños los vieran de cerca

 

Por otro lado, “en nuestro país, la atención sobre las garrapatas como un problema sanitario se inició con el diagnóstico del primer caso de Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo en 2016, una enfermedad vírica transmitida por garrapatas del género Hyalomma con una mortalidad del 40 %”. 

 

¿Cómo prevenirlas o actuar cuando han picado?

 

En España, puente entre continentes, la veterinaria señala que coexisten especies de garrapatas comunes al resto de Europa con otras mediterráneas, africanas e incluso endémicas y asociadas a ellas, las enfermedades que transmiten.  Por eso, consideran que es fundamental un conocimiento básico de las garrapatas y el Ministerio de Sanidad. Consciente de esta necesidad, “está desarrollando un Plan de Prevención, Vigilancia y Control de Enfermedades Transmitidas por Garrapatas que, entre otras acciones fomenta proyectos de investigación con financiación europea como GARES y SPVECTORSURV”.

 

Asimismo, propone que la mejor prevención frente a las enfermedades transmitidas por garrapatas es evitar la picadura, para ello hay que evitar la exposición. Algunas opciones sugeridas por Olmeda son llevar ropa adecuada, cerrada y clara o evitar situaciones de riesgo, como tumbarse en la hierba. También recomienda utilizar repelentes adecuados y revisarse después de una posible exposición.  En caso de picadura, lo más importante para la experta es retirar lo más rápidamente posible la garrapata, sin aplicar ningún irritante, “haciendo una tracción perpendicular a la piel o si no nos vemos capacitados recurrir a un centro de salud”.

 

Por último, propone que “sería conveniente mantener la garrapata (por ejemplo, en alcohol) y vigiar el estado sanitario durante unos días, y en caso de fiebre, malestar, dolor de cabeza, vómitos o eritema ir al médico indicando que ha sido picado por una garrapata. Con estas pautas de prevención y actuación se minimiza el riesgo de transmisión de enfermedades por garrapatas”.

   Confirman un caso de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en Salamanca
   Un nuevo estudio ofrece claves para comprender mejor la biología de las garrapatas
   Cercanía a arroyos, tipo de suelo y ciervos: factores de riesgo de garrapatas transmisoras de Crimea-Congo
   Nuevos virus y bacterias zoonóticas aisladas en garrapatas de visones salvajes en España

Archivo