La Comisión de Sanidad en el Congreso de los Diputados aprobó una enmienda transaccional el pasado 19 de junio referente a la cesión de medicamentos por parte de los veterinarios. Dicha enmienda señala que el veterinario podrá ceder durante el acto clínico el número de unidades de medicamentos comercializados en envases fraccionables necesarios para completar el tratamiento.
Desde la Sociedad Española de Farmacia Rural, la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles y la Asociación de Farmacéuticos para el Buen Uso del Medicamento Veterinario apuntan que "la cesión de medicamentos de uso animal por parte del veterinario, sin ningún ánimo de lucro, durante el acto clínico y siempre que concurran circunstancias específicas de dificultad de acceso al tratamiento, ya viene contemplada en el artículo 37 del RD 666/2023 con lo que no entendemos necesaria ninguna modificación".
Desde el colectivo farmacéutico se excusan en que si existe actualmente alguna dificultad en el acceso a medicamentos de uso animal "es debida al descontrol que ha existido, hasta ahora, en la venta y distribución de este tipo de medicamentos y a su casi inexistente prescripción por parte de los veterinarios".
"Las campañas de desinformación que se están promoviendo desde la aprobación del RD 666/2023 dirigidas a que se legisle contraviniendo la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios y su prohibición, por motivos evidentes, de que el prescriptor tenga intereses directos en la dispensación o venta de medicamentos son, ni más ni menos, que campañas interesadas cuyo único objetivo es el interés económico y que pueden estar produciendo un daño reputacional inmerecido e injusto a la Farmacia Comunitaria", agregan.
Así, exponen que los farmacéuticos, por su titulación, "son los profesionales con competencias legalmente reconocidas respecto a todos los aspectos relacionados con el medicamento, sea de uso humano o animal, desde su investigación hasta su elaboración, distribución, manipulación y dispensación. De la misma forma que no estamos capacitados legalmente para diagnosticar y prescribir, otros profesionales sanitarios no están capacitados legalmente para dispensar".
Las organizaciones apuntan que llevan "años advirtiendo a nuestros representantes sobre las malas prácticas relacionadas con la venta y dispensación de los medicamentos de uso animal y los efectos de estas prácticas sobre la salud de animales y personas sin que nunca hayamos obtenido respuesta o solución a este problema".
Por último, apelan "al esfuerzo de todas las profesiones sanitarias a la hora de trabajar de forma conjunta, dentro de las atribuciones de cada una, en aras de mejorar la salud pública, garantizar el buen uso de los medicamentos y atajar el creciente problema de resistencias a los antimicrobianos".