Un importante estudio internacional ha descubierto un peligro oculto que se esconde en las granjas de animales de todo el mundo: el estiércol del ganado está repleto de genes de resistencia a los antibióticos que podrían amenazar la salud humana.
Esta investigación duró 14 años "y representa el estudio más completo sobre genes de resistencia a los antibióticos en el ganado hasta la fecha", aseguran los autores. El equipo de investigación examinó más de 4000 muestras de estiércol de cerdos, pollos y ganado vacuno en 26 países.
“Esta investigación demuestra que lo que ocurre en las granjas no se queda en ellas”, afirma James Tiedje, experto mundial en microbiología y uno de los autores del estudio. “Los genes del estiércol pueden filtrarse en el agua que bebemos, los alimentos que comemos y las bacterias que nos enferman”.
Para comprender mejor el riesgo, el equipo de investigación elaboró un mapa global que destaca las regiones donde los genes peligrosos de resistencia a los antibióticos son más comunes. También desarrollaron un nuevo sistema para clasificar los genes que representan la mayor amenaza para la salud humana, especialmente aquellos móviles, difíciles de tratar y que ya se encuentran en bacterias patógenas o son propensos a transferirse a ellas.
“Ahora se sabe ampliamente que algunos genes de resistencia a los antibióticos se encuentran en el ADN del suelo, el agua y el estiércol, pero ¿son realmente riesgosos?”, pregunta Tiedje. "Pero llevamos esto un paso más allá para determinar si esos genes pueden volverse móviles y trasladarse a bacterias dañinas, aquellas que tienen consecuencias negativas para la salud. Eso es lo que las convierte en un riesgo real".
Según Xun “Shawn” Qian, profesor de la Universidad de Agricultura y Silvicultura del Noroeste en Yangling, China, y uno de los autores del estudio, el estiércol del ganado puede actuar como un entorno importante para detectar los primeros signos de proliferación de genes de resistencia a los antibióticos, ofreciendo a los sistemas de salud pública una oportunidad crucial para una intervención oportuna.
“Nuestros hallazgos resaltan la necesidad de un seguimiento específico y una gestión de riesgos de la resistencia a los antibióticos en los principales países productores de ganado. Por ejemplo, como principal productor mundial de carne de res, Estados Unidos muestra una abundancia y diversidad significativamente mayor de genes de resistencia a antibióticos en el estiércol de ganado vacuno en comparación con otros países. Asimismo, China, el mayor productor mundial de cerdos, presenta niveles elevados de abundancia, diversidad y riesgo general de resistencia bacteriana en el estiércol porcino, superando a todos los demás países en nuestro análisis".
La resistencia a los antimicrobianos se produce cuando se abusa de los antibióticos, lo que genera resistencia genética y dificulta el tratamiento de las infecciones. Según la Organización Mundial de la Salud, la resistencia a los antimicrobianos constituye una amenaza urgente para la salud pública mundial, que causó la muerte de al menos 1,27 millones de personas en todo el mundo y estuvo asociada a casi 5 millones de muertes en 2019.
En Estados Unidos, se producen más de 2,8 millones de infecciones resistentes a los antimicrobianos cada año. Más de 35.000 personas mueren como consecuencia, según el Informe sobre Amenazas de Resistencia a los Antibióticos de 2019 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
“La resistencia a los antibióticos no es solo un problema médico, sino también ambiental”, comenta Tiedje. “Y puede representar un riesgo aún mayor que el de otros contaminantes, ya que si estos genes se incorporan a bacterias dañinas, pueden causar directamente infecciones mortales”.
Al mismo tiempo, el estudio reconoce que los antibióticos todavía juegan un papel fundamental en la protección de la salud animal cuando se utilizan adecuadamente.
En relación con este trabajo, el problema radica en que los antibióticos se utilizan en animales para promover un crecimiento más rápido, además de tratar enfermedades. Los problemas de resistencia se derivan de este uso excesivo.
“Necesitamos antibióticos para controlar las enfermedades”, añade Tiedje. “Por eso es tan importante proteger su eficacia. Si la resistencia se propaga demasiado, estos medicamentos vitales no funcionarán cuando realmente los necesitemos”.
Es alentador que el estudio haya encontrado señales de que los esfuerzos por reducir el uso de antibióticos en las granjas están dando resultados. “Ha habido un impulso global para reducir el uso de antibióticos en la ganadería. Dinamarca y otros países europeos lideraron la prohibición de los antibióticos promotores del crecimiento hace años, y como resultado, han observado menores niveles de resistencia”.
"Estados Unidos siguió con su Directiva sobre Alimentos Veterinarios en 2017, y China introdujo restricciones similares poco después. En los tres países, se ha observado una disminución de los genes de resistencia en el estiércol de ganado con el tiempo. Esto demuestra que estas políticas funcionan. Sin embargo, aún queda mucho por hacer", subraya Tiedje.
“El problema es tan grave que las Naciones Unidas están pidiendo a los gobiernos de todo el mundo que desarrollen planes de acción nacionales para combatir la resistencia a los antibióticos”, resalta Tiedje. “Los datos de este estudio pueden ayudar a los países a decidir qué es lo más importante que deben abordar y dónde pueden tener mayor impacto esos esfuerzos”.
"Este trabajo nos proporciona una hoja de ruta", manifdiesta Qian. "Al identificar los genes más riesgosos y los países donde es más probable que se propaguen, podemos empezar a orientar mejor la vigilancia y las políticas. Reducir el uso riesgoso de antibióticos en las explotaciones ganaderas podría marcar una gran diferencia".
Y en el mundo globalizado de hoy, los riesgos no se limitan a las fronteras. “Un patógeno resistente está a solo un vuelo de distancia de cualquier lugar. Al comprender y gestionar la resistencia a los antibióticos en el ganado, contribuimos a proteger la eficacia de los antibióticos para todos”.