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Herramientas de salud animal para impulsar la sostenibilidad: control parasitario y vacunas “antimetano”

Herramientas de salud animal para impulsar la sostenibilidad: control parasitario y vacunas “antimetano”

Adoptar toda la gama de herramientas veterinarias existentes, al tiempo que se apoya la mejora de la salud animal en todas las regiones, puede generar avances sostenibles continuos
sostenibilidad salud animal
Los parásitos causan pérdidas anuales de miles de millones.

El sector de la carne es un componente fundamental de los sistemas alimentarios en todo el mundo, apoyando la salud humana con carne rica en nutrientes como parte de dietas equilibradas, así como el comercio, el crecimiento económico y los medios de vida. Aunque aún queda trabajo por hacer, el sector también ha avanzado hacia una mayor sostenibilidad ambiental en las últimas décadas. En comparación con hace 50 años, algunas regiones ahora producen un 20 % más de carne con un 15 % menos de ganado, gracias a mejoras en la salud del ganado, lo que permite que cada animal alcance su máximo potencial y proporcione carne segura y nutritiva con menos recursos. 

 

Sin embargo, mirando hacia el futuro, el sector enfrenta la presión combinada del aumento de la demanda de carne y la necesidad de abordar aún más las emisiones de gases de efecto invernadero. Producir más carne de manera más sostenible será fundamental para enfrentar los desafíos gemelos de la inseguridad alimentaria global y el cambio climático, al tiempo que se protegen los beneficios del sector para las generaciones futuras. Los avances nuevos y emergentes en la salud del ganado ofrecen esperanza continua para el futuro de la producción sostenible de carne. 

 

Las asociaciones HealthforAnimals y la Mesa Redonda Global para la Carne Sostenible (GRSB) han publicado un documento explicando cómo la mejora de la salud del ganado bovino contribuye a beneficios ambientales, económicos y sociales.

 

En el texto, exponen que el sector de la salud animal está constantemente perfeccionando y desarrollando herramientas veterinarias para prevenir y controlar brotes de enfermedades, que solo en EE. UU. aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero en un estimado del 12% cuando aproximadamente un tercio del rebaño se ve afectado. Estas pérdidas también socavan la seguridad alimentaria, los medios de vida y el comercio. Por otro lado, el ganado sano significa una producción óptima de carne con menos emisiones y pérdidas innecesarias, así como ingresos más resilientes para los agricultores. A medida que el sector de la carne persigue avances sostenibles continuos, este documento describe un conjunto de principios comunes en todo el sector que sostienen la salud animal como la piedra angular de la producción sostenible de carne. 

Esto se respalda, indican, con una revisión de evidencia y datos que sustentan la conexión entre la salud del ganado y la sostenibilidad, con estudios de caso relevantes que demuestran cómo la mejora de la salud del ganado beneficia a los productores de carne en una variedad de sistemas de producción. “Nuestra esperanza es que los países se unan a nosotros en el reconocimiento de los muchos beneficios que ofrece la mejora de la salud animal para la sostenibilidad ambiental, económica y social, y se comprometan a ampliar estrategias que garanticen que animales sanos signifiquen un sistema alimentario seguro, equitativo y próspero”.

 

Herramientas de salud animal para impulsar el progreso 

 

Adoptar toda la gama de herramientas veterinarias existentes y emergentes, al tiempo que se apoya la mejora de la salud animal en todas las regiones, puede generar avances sostenibles continuos. La caja de herramientas disponible para los productores es extensa y señalan puede ser utilizada por explotaciones de todos los tamaños, tipos y sistemas de producción. Esto incluye tecnologías fundamentales en vacunación, diagnóstico y manejo reproductivo, así como nuevas innovaciones en trazabilidad digital y aditivos alimentarios.

 

Si bien la investigación y el desarrollo veterinario desempeñan un papel clave en el descubrimiento de nuevos avances para optimizar la producción de carne, las nuevas innovaciones en salud animal “dependen de la capacitación, la infraestructura y regulaciones basadas en la ciencia para permitir su adopción”, apunta el informe. Por ello, garantizar el acceso a herramientas y servicios veterinarios será especialmente importante en los países de ingresos bajos y medios para el desarrollo sostenible continuo del sector cárnico. Fomentar un entorno de apoyo para que estas herramientas lleguen a los productores y sus animales es, para ambas asociaciones, fundamental.

 

Prevenir los parásitos para mejorar la productividad: una oportunidad global

 

Los parásitos, incluyendo gusanos gastrointestinales, fasciolas hepáticas, garrapatas y piojos, representan un gran reto para la producción global de carne bovina. Son una carga significativa para la salud del ganado y se ha demostrado que provocan más del 7 % de reducción en la ganancia de peso y más del 5 % de disminución en la eficiencia alimenticia, lo que significa menor producción con mayor uso de recursos. Esto se traduce en un mayor impacto ambiental y en menores ingresos para los productores.

 

El informe indica que los parásitos están presentes en casi todas las explotaciones de ganado de carne. Hasta el 80 % de ellas están afectadas por garrapatas, y se estima una prevalencia similar para los gusanos. A menudo, representan una amenaza invisible: el ganado puede no mostrar síntomas hasta que la infección parasitaria sea casi fatal, por lo que el control es crítico.

 

Los parásitos causan pérdidas anuales de miles de millones. Aunque la investigación sobre el ganado bovino es limitada, el texto apunta que estudios en otras especies de rumiantes han demostrado que los parásitos aumentan las emisiones de metano hasta en un tercio. “El ganado infectado tarda más en alcanzar el peso de mercado y muchos no sobreviven debido a un sistema inmunológico comprometido. Si no se trata, los parásitos se convierten en un desafío insostenible para los productores”.

 

La reducción de la carga parasitaria tiene un impacto directo y positivo en la salud del ganado y en su rendimiento general, impulsando una producción de carne más sostenible. Un rebaño libre de parásitos es más sano y eficiente, requiere menos alimento e intervención veterinaria para mantener un crecimiento y productividad óptimos. Esto conduce a menores emisiones de gases de efecto invernadero por unidad de carne producida, ya que el ganado convierte el alimento de manera más eficaz y alcanza el peso de mercado más rápidamente. Una mejor salud del rebaño mejora el bienestar animal y la resiliencia, contribuyendo a la sostenibilidad global de la producción de carne bovina, con menos pérdidas y mayor eficiencia.

 

El posible rol de las vacunas reductoras de metano 

 

El metano entérico del ganado es una de las mayores fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la ganadería. Para abordar esto, investigadores están explorando una solución novedosa: una vacuna que reduzca el metano, actuando en el rumen para disminuir su producción. Por lo tanto, esta vacuna, celebran las asociaciones, podría ayudar a reducir las emisiones en la producción de ganado.

 

Las vacunas están diseñadas para administrarse como parte del cuidado veterinario regular y tienen una eficacia de seis meses. Actúan a través del sistema inmunológico del animal y no han mostrado alteraciones en la digestión durante las primeras pruebas. Esto significa que podrían reducir las emisiones sin afectar el bienestar ni el crecimiento.

 

Estas vacunas han superado la fase de “prueba de concepto” en ensayos científicos, demostrando capacidad para reducir las emisiones de metano en entornos controlados. Actualmente “están en proceso de desarrollo adicional y estudios complementarios, además de presentarse ante organismos reguladores. Si se aprueban, podrían introducirse comercialmente”.

 

Sin embargo, en muchos países, las regulaciones actuales no permiten registrar productos con fines de sostenibilidad. Esto significa, explican, que las etiquetas de los productos no pueden incluir afirmaciones sobre la reducción de emisiones, incluso si las empresas logran generar datos rigurosos que lo respalden. Esto puede limitar la adopción de estos productos por parte de los agricultores para fines de sostenibilidad, ya que “podrían no poder aprovechar herramientas como los mercados de carbono si los productos no pueden hacer afirmaciones sobre la reducción de emisiones”. Este, según propone el documento, es un obstáculo que deben considerar los reguladores, los encargados de formular políticas y las empresas en los próximos años.

 

Aunque aún no están disponibles en el mercado, las vacunas reductoras de metano serían una nueva incorporación al conjunto de herramientas de salud animal. Su desarrollo refleja, consideran, cómo la ciencia veterinaria continúa evolucionando. Esto incluye la posible contribución a los objetivos de reducción de emisiones y el cumplimiento de la demanda de los consumidores por prácticas de producción sostenible. Si se escalan, “este producto podría complementar las vacunas existentes y otras herramientas de reducción de metano en el camino hacia una producción de carne de res más sostenible”.

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