El parto es tanto la esencia como la culminación del sistema de producción de leche. Es el momento en que las vacas inician la lactancia y aseguran la futura reposición del rebaño. Desafortunadamente, predecir el momento exacto del nacimiento es difícil. Esto se debe a la duración variable de la gestación de las vacas, el impacto del medio ambiente y la incertidumbre del momento del parto.
El momento del parto debe ser de 268 a 296 días después de una inseminación exitosa. Sin embargo, monitorear animales individuales en grandes rebaños de vacas durante el período perinatal es particularmente difícil. No reconocer los signos de un parto inminente y no corregir cualquier problema relacionado con el parto puede tener consecuencias desastrosas para el bienestar y la productividad animal.
La distocia es un parto difícil y prolongado, que puede requerir intervención veterinaria. Puede ser causada por un canal de parto estrecho, contracciones débiles o un ternero demasiado grande. Los ganaderos pueden reducir el riesgo de distocia mediante el manejo y la supervisión durante el parto. El ganado a menudo exhibe períodos prolongados de inactividad antes de dar a luz, especialmente en las últimas 6 h antes del parto, mientras que adicionalmente se abstiene de alimentarse durante más de 2 h, lo que a menudo está relacionado con dificultades en el proceso de parto.
Las principales razones para monitorear la aproximación al parto en las vacas son los tiempos de parto prolongados, los mortinatos, las complicaciones después del parto relacionadas con la capacidad reproductiva reducida y los intervalos prolongados entre el parto y la siguiente fertilización. También es importante que los terneros beban calostro dentro de las 6 h posteriores al nacimiento.
No obstante, el inicio del parto es muy difícil de detectar; por lo tanto, es crucial comprender los cambios de comportamiento. El objetivo una revisión realizada en Polonia fue recopilar información sobre métodos invasivos y no invasivos para observar los signos de parto inminente. El inicio del parto es muy difícil de observar debido a muchos cambios conductuales y fisiológicos. Es solo durante la segunda etapa del parto que se puede observar el saco amniótico. No reconocer los signos de parto inminente está relacionado con consecuencias económicas como la reducción de la productividad y el descarte del rebaño.
El parto se asocia con varios cambios fisiológicos, por ejemplo, el aumento de la producción de corticotropina y la conversión de progesterona a estrógeno.
Además de los cambios fisiológicos, el parto también se asocia con cambios de comportamiento. Las vacas construyen un área de anidación y a menudo miran la parte posterior de sus abdómenes. Antes del parto, las vacas pasan horas adicionales de pie, y la frecuencia de transición de acostadas a de pie aumenta en un 80 %.
Así, la revisión indica que los métodos utilizados para observar la aproximación al parto se pueden dividir en invasivos y no invasivos. Los métodos invasivos incluyen registradores de temperatura en el útero, la colocación intrauterina de dispositivos GSM (sistema global de comunicaciones móviles), la medición de las concentraciones de electrolitos en las secreciones de la ubre y la toma de muestras de sangre para determinar los niveles de progesterona.
Por ejemplo, sobre el dispositivo GSM intravaginal, explican que es un sensor que se inserta en la vagina antes del parto esperado. El dispositivo intravaginal se inserta en la segunda etapa del parto y activa un transmisor de radio. Este sistema es una herramienta que ayuda a los trabajadores agrícolas a reducir los factores negativos de la distocia y ayuda a prevenir la muerte fetal.
Otro método mencionado es la prueba de inmunoensayo enzimático (EIA) de progesterona en sangre en la granja. Los autores consideran la eficacia del sistema ya que se ha demostrado que más del 95 % de las vacas paren dentro de las 24 h cuando los niveles de progesterona eran <1,3 ng/mL.
Por otro lado, con el desarrollo de la tecnología, los métodos invasivos han sido reemplazados por métodos no invasivos. Esto proporciona mayor comodidad y bienestar al ganado. Los métodos no invasivos incluyen transpondedores montados en el cuello, el uso de monitoreo en tiempo real para evaluar la locomoción, registradores colocados en las orejas y sensores montados en las extremidades o la cola.
“El uso de cámaras de video y el monitoreo remoto de las vacas permite minimizar el factor humano negativo que ocurre en el entorno natural de las vacas. La observación cercana del ganado utilizando tecnología moderna durante el último período de gestación es esencial para detectar el inicio del parto y, por lo tanto, reducir las pérdidas neonatales”, exponen.
Asimismo, la revisión ha dedicado un apartado especial a la inteligencia artificial en la detección del parto en las vacas. Los avances tecnológicos recientes en el campo de la visión por computadora se basan en la técnica del aprendizaje profundo y los sistemas de IA. Los datos obtenidos de sensores, por ejemplo, acelerómetros y termómetros, “se pueden utilizar con éxito para entrenar la inteligencia artificial”.
En última instancia, concluyen que la agricultura de precisión es el monitoreo en tiempo real de los animales mediante análisis de video, análisis de datos y análisis de parámetros fisiológicos, y predecir el parto es clave para el manejo de las vacas lecheras. “El monitoreo automatizado de los cambios conductuales y fisiológicos antes del parto se puede utilizar para desarrollar soluciones de aprendizaje automático para la predicción del parto”, resumen.