MSD Animal Health ha anunciado que el Comité de Medicamentos Veterinarios de la Agencia Europea de Medicamentos (CVMP) ha emitido la opinión positiva para la vacuna Nobivac® L6. Una vez la Comisión Europea (CE) adopte la recomendación, las vacunas serán las primeras y únicas vacunas contra la leptospirosis canina aprobadas para prevenir o reducir la mortalidad, los signos clínicos, la infección, la excreción urinaria, las lesiones renales o el estado de portador renal causados por seis serovares diferentes.
“Estudios recientes indican que la prevalencia de la leptospirosis está en aumento, impulsada por varios factores interrelacionados. El cambio climático, por ejemplo, está provocando un aumento de las lluvias y las inundaciones, lo que crea condiciones favorables para la propagación de la bacteria. Además, la urbanización y los cambios en el uso del suelo están influyendo en la dinámica poblacional de las especies reservorio, como los roedores, lo que agrava aún más el riesgo de transmisión”, señala Melissa Bourgeois, DVM, PhD, DACVIM, directora técnica global de vacunas para animales de compañía de MSD Animal Health. “La demostración de eficacia frente a dos nuevos serovares y cuatro indicaciones adicionales en la ficha técnica mejora significativamente la protección frente a este riesgo en expansión”, agrega.
En la vacunación primaria, Nobivac® L6 se administra en dos dosis con un intervalo de cuatro semanas en perros a partir de las seis semanas de edad. La primera vacunación se puede administrar entre las 6 y las 9 semanas de edad y la segunda vacunación entre las 10 y las 13 semanas de edad, y se puede administrar de manera concurrente con Nobivac® Rabia. La revacunación anual requiere solo una dosis. Esta vacuna protege frente a seis serovares, incluyendo:
• L. interrogans serogrupo Canicola serovar Canicola para prevenir la mortalidad, el estado de portador renal y las lesiones renales, y reducir la infección, los signos clínicos y la excreción urinaria.
• L. interrogans serogrupo Icterohaemorrhagiae serovar Copenhageni para prevenir la mortalidad y reducir los signos clínicos, la infección, la excreción urinaria, el estado de portador renal y las lesiones renales.
• L. interrogans serogrupo Australis serovar Bratislava para prevenir la excreción urinaria y reducir la infección y los signos clínicos.
• L. kirschneri serogrupo Grippotyphosa serovar Bananal/Liangguang para prevenir el estado de portador renal y las lesiones renales, y reducir los signos clínicos, la infección y la excreción urinaria.
• L. interrogans serogrupo Icterohaemorrhagiae serovar icterohaemorrhagiae para prevenir la mortalidad y reducir la infección, los signos clínicos, el estado de portador renal y la excreción urinaria.
• L. kirschneri serogrupo Grippotyphosa serovar grippotyphosa para prevenir la excreción urinaria y el estado de portador renal, y reducir la infección, los signos clínicos y las lesiones renales.
La leptospirosis canina, provocada por varios serovares de la bacteria Leptospira, es una zoonosis importante que afecta a los perros y también puede representar un riesgo para las personas. La transmisión ocurre a través del contacto directo con agua, suelo, alimentos contaminados, orina de animales infectados, con la bacteria ingresando al cuerpo a través de las membranas mucosas o lesiones de la piel. En 2024, la Asociación Mundial de Veterinaria de Pequeños Animales (WSAVA) actualizó sus guías de recomendaciones para que en “países o regiones donde la leptospirosis canina está presente, donde se conocen los serogrupos implicados y donde están disponibles vacunas adecuadas, se recomienda encarecidamente la vacunación de todos los perros frente a la leptospirosis y estas vacunas deben considerarse esenciales en estos lugares”.
Si bien los perros que pasan mucho tiempo al aire libre y tienen acceso a aguas estancadas están en mayor riesgo, cualquier perro puede contraer la leptospirosis, incluidos aquellos con acceso limitado al exterior. La exposición puede ocurrir a partir de alimentos, orina infectada o aguas contaminados, o incluso a través del contacto con fauna silvestre o roedores infectados.
Los signos clínicos de la leptospirosis pueden variar ampliamente, desde la ausencia de síntomas hasta signos más pronunciados como fiebre, letargia, pérdida de apetito y dolor muscular. En casos más graves, estos síntomas pueden empeorar y llegar a producir vómitos, diarrea, ictericia, uveítis, meningitis, insuficiencia renal y hepática, y potencialmente la muerte.
Basado en la recomendación del CVMP, se espera que la Comisión Europea (CE) emita una decisión sobre la autorización de comercialización en la Unión Europea (UE) para el tercer trimestre de 2025.