La seguridad alimentaria en Europa goza de mayor confianza ciudadana que nunca. El Eurobarómetro 2025 sobre seguridad alimentaria, elaborado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), muestra que la proporción de europeos que afirman conocer cómo funciona el sistema comunitario ha aumentado en seis puntos porcentuales desde 2022. Este incremento refleja un creciente interés de la población por los mecanismos que garantizan que los alimentos que consumen sean seguros.
El informe confirma que el 79 % de los europeos confía en que existen normativas sólidas que velan por la seguridad de los alimentos, un avance significativo respecto a encuestas anteriores. Del mismo modo, el 76 % de los encuestados cree que las decisiones de la UE se basan en el asesoramiento de científicos independientes, mientras que el 71 % reconoce la cooperación activa entre autoridades europeas y nacionales en la materia.
Para Nikolaus Kriz, director ejecutivo de la EFSA, los resultados son una señal de progreso y que “las nuevas cifras sobre la concienciación de los ciudadanos sobre la seguridad alimentaria en la UE son muy alentadoras para la EFSA y nuestros numerosos socios en toda Europa”. En su opinión, el reto ahora es seguir fortaleciendo la comunicación hacia la sociedad. “Seguiremos uniendo fuerzas con la Comisión Europea y nuestros socios nacionales para comunicar a los ciudadanos cómo les beneficia el sistema de seguridad alimentaria”.
Uno de los aspectos más destacados del Eurobarómetro 2025 es la mayor conciencia sobre la relación entre sanidad animal y salud humana. Más de la mitad de los europeos (53 %) considera que las cuestiones relacionadas con los animales influyen directamente en la salud de las personas, un dato que ha aumentado cinco puntos desde la última edición de la encuesta. Esta percepción refuerza el enfoque One Health, que integra la salud humana, animal y medioambiental como un todo interconectado.
En este sentido, los ciudadanos han mostrado un creciente interés en problemas como las enfermedades animales, cuyo nivel de conocimiento ha subido hasta el 65 % de los encuestados, frente al 60 % en 2022. También aumentó la familiaridad con otros riesgos como la presencia de microplásticos en los alimentos (63 %, ocho puntos más) y la intoxicación alimentaria (62 %, cinco puntos más).
La responsable de comunicación y partenariados de la EFSA, Barbara Gallani, destacó el valor de esta confianza ciudadana, aunque advirtió sobre la necesidad de no caer en la complacencia: “El hecho de que tantas personas en la UE confíen en la seguridad de sus alimentos es positivo. Al mismo tiempo, nosotros y nuestros socios debemos seguir insistiendo en que la seguridad alimentaria es una responsabilidad compartida. Los consumidores tienen un papel importante que desempeñar, por ejemplo, en relación con la higiene alimentaria, la preparación de los alimentos y el seguimiento de dietas saludables y variadas”.
A pesar de la confianza general, las preocupaciones de los consumidores se mantienen. Los europeos siguen señalando a los plaguicidas (39 %), los antibióticos y hormonas en la carne (36 %) y los aditivos alimentarios (35 %) como los principales riesgos percibidos, aunque su nivel de inquietud ha descendido levemente desde 2022. En contraste, el tema de los microplásticos ha ganado peso, convirtiéndose en la preocupación con mayor crecimiento, al pasar del 29 % al 33 % de los ciudadanos.
El Eurobarómetro también analiza cómo se informan los europeos sobre riesgos alimentarios. Los profesionales sanitarios se mantienen como la fuente de información más fiable (90 %), seguidos por los científicos (84 %) y las organizaciones de consumidores (82 %). Los agricultores y productores primarios también gozan de una alta confianza (82 %), lo que refleja la cercanía del ciudadano a la producción primaria y su papel en la cadena de seguridad.
En cuanto a los canales de información, la televisión sigue siendo el medio más utilizado (55 %), aunque pierde peso respecto a 2022. Ganan protagonismo las redes sociales y los blogs, que ya son fuente de información para una cuarta parte de la población, un aumento de cuatro puntos en tres años.
En conjunto, el Eurobarómetro 2025 dibuja un panorama optimista, en el que los ciudadanos europeos no solo confían más en las instituciones y en las normativas que protegen sus alimentos, sino que también muestran una mayor conciencia sobre la influencia de la salud animal en la salud pública. Una percepción que fortalece la necesidad de seguir trabajando bajo un enfoque integral y multidisciplinar en la seguridad alimentaria de Europa.