Aproximadamente el 10 % de los perros examinados por veterinarios de atención primaria tienen enfermedad cardíaca, siendo la degeneración mixomatosa de la válvula mitral (MMVD) que causa regurgitación mitral (MR) la forma más común. Esta afección afecta principalmente a perros de razas pequeñas y toy de mediana edad a ancianos. La MR grave conduce a cardiomegalia grave por sobrecarga de volumen crónica del ventrículo izquierdo y la aurícula izquierda (AI). La enfermedad generalmente tiene una fase subclínica larga (estadios B1 y B2) que dura varios años antes de que algunos perros desarrollen signos clínicos de insuficiencia cardíaca congestiva del lado izquierdo (estadio C), como taquipnea y disnea debido al edema pulmonar.
La tos también se informa con frecuencia en perros con diversos grados de MR, pero su relación con MR, específicamente la AI severamente agrandada, no está clara ya que estos perros son propensos tanto a MR debido a MMVD como a condiciones respiratorias crónicas como traqueobroncomalacia y bronquitis idiopática crónica. Un hallazgo radiográfico común en estos perros con agrandamiento severo de LA y tos es el estrechamiento (debido al colapso o compresión) del bronquio principal izquierdo (sinónimo tronco principal). Existen dos teorías principales sobre cómo esto se relaciona con la tos en estos perros. La primera es que estos perros tienen enfermedad respiratoria concurrente. En este escenario, la tos surge de un trastorno primario de la vía aérea, como la broncomalacia, y por lo tanto del aparente colapso del bronquio principal izquierdo. Esto se basa en la teoría de que los bronquios sanos no pueden ser comprimidos por una dilatación grave de la AI. La segunda teoría es que la dilatación grave de la AI comprime físicamente el bronquio principal izquierdo, causando tos incluso sin enfermedad respiratoria preexistente.
Un estudio internacional ha examinado si los signos radiográficos de estrechamiento del bronquio principal izquierdo se correlacionan con la tos crónica en perros con agrandamiento de la AI. El objetivo fue determinar qué teoría explica mejor la etiología de la tos. La hipótesis nula fue que no habría características radiográficas distintivas de estrechamiento del bronquio principal o lobar entre perros con y sin tos con cardiomegalia grave. Un objetivo secundario fue establecer la variabilidad interobservador entre los radiólogos en relación con la identificación de anomalías radiográficas y la predicción de la tos.
Para realizar el trabajo, cuatro radiólogos evaluaron de forma independiente 51 conjuntos de radiografías torácicas de perros propiedad de clientes con cardiomegalia debido a insuficiencia valvular mitral grave, incluidos 26 conjuntos de radiografías pertenecientes a perros con tos crónica (>8 semanas) y 25 sin tos.
La muestra del estudio incluyó una variedad de razas, siendo el Cavalier King Charles Spaniel el más común (n = 18), seguido del Chihuahua (n = 6), perros de raza mixta (n = 4), Pomerania (n = 3), Dachshund (n = 2) y King Charles Spaniel (n = 2). La edad media de los perros fue de 9 años y 11 meses, con un rango de 5 a 15,5 años. La mediana de peso corporal fue de 9,1 kg, con un rango de 2,2 a 24,4 kg.
Asimismo, los investigadores evaluaron la presencia o ausencia de estrechamiento bronquial mientras los radiólogos desconocían las características de los pacientes y los hallazgos de los demás.
Entre las doce variables radiográficas analizadas, los radiólogos 1 y 2 no identificaron correlaciones significativas con la tos crónica. Sin embargo, el radiólogo 3 informó que la compresión/colapso del bronquio principal izquierdo se correlacionaba con la tos crónica. El radiólogo 4 informó una asociación similar para el bronquio caudal izquierdo. Estos hallazgos aislados subrayaron la variabilidad interobservador significativa en la interpretación de la compresión/colapso bronquial, sin que se identificara un predictor radiográfico consistente de la tos entre todos los evaluadores.
Por su parte, tres de los cuatro radiólogos atribuyeron la tos crónica principalmente a la compresión/colapso del bronquio principal izquierdo y al patrón bronquial pulmonar difuso. El radiólogo 4 discrepó, enfatizando el patrón intersticial en perros con tos. Esta discrepancia reforzó la variabilidad en la priorización diagnóstica entre radiólogos, incluso al evaluar características radiográficas idénticas.
Ante estos resultados, los autores indican que “la variabilidad interobservador fue alta y los radiólogos no pudieron predecir con fiabilidad qué perros tenían tos crónica”. Los perros con agrandamiento auricular izquierdo y estrechamiento de las vías respiratorias a veces tosían y a veces no. Del mismo modo, algunos perros con agrandamiento auricular izquierdo pero sin signos de compresión o colapso de las vías respiratorias tosían y otros no. Por tanto, “fue imposible distinguir los grupos en función de estas características”.
En resumen, “nuestros resultados sugieren que la compresión bronquial por cardiomegalia y aurícula izquierda es una causa improbable de tos crónica en perros con insuficiencia mitral grave”. La alta variabilidad en la interpretación radiográfica y la falta de correlación entre los hallazgos radiográficos y los signos clínicos resaltan la necesidad de “un enfoque más preciso para el diagnóstico y el tratamiento de la tos crónica en estos pacientes”. En la práctica, los hallazgos refuerzan la teoría de que la tos crónica en perros de razas pequeñas, incluso si presentan un soplo cardíaco causado por insuficiencia mitral, “probablemente se deba a una enfermedad respiratoria primaria. Esto podría hacer que el término «tos cardíaca» sea redundante”.