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15 años de estudio de prevalencia de Babesia spp. y Anaplasma spp. en garrapatas y jabalíes de Europa

15 años de estudio de prevalencia de Babesia spp. y Anaplasma spp. en garrapatas y jabalíes de Europa

Para Babesia spp., la prevalencia descubierta por los autores varió desde un 0 % en España hasta un 1,50% en Hungría.
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La revisión demuestra que los jabalíes en toda Europa sirven como hospedadores importantes.

Las garrapatas son vectores de numerosas enfermedades parasitarias e infecciosas que afectan tanto a los cerdos domésticos como a los salvajes. En Europa, las principales enfermedades transmitidas por garrapatas que afectan a los cerdos incluyen la peste porcina africana, la ehrlichiosis monocítica, la babesiosis, la anaplasmosis y la borreliosis.

 

El jabalí es una especie muy adaptable y oportunista con una amplia distribución que abarca desde Europa Occidental y el Mediterráneo hasta el este de Rusia, Japón y el Sudeste Asiático. Al ser uno de los mamíferos terrestres con mayor dispersión, prospera en ecosistemas diversos, abarcando diversos tipos de vegetación y condiciones climáticas.

 

El jabalí europeo (Sus scrofa) ha experimentado una marcada expansión de su población y área de distribución en las últimas décadas debido a múltiples factores, entre ellos la adaptabilidad ecológica, la alta capacidad reproductiva o la despoblación rural.

 

El jabalí puede verse afectado por la babesiosis, una enfermedad parasitaria causada por protozoos del género Babesia. La enfermedad tiene una etiología compleja que involucra múltiples especies de Babesia que infectan a cerdos y jabalíes. 

 

Debido a su presentación clínica a menudo inespecífica, la babesiosis porcina puede pasar desapercibida, sobre todo cuando no se realizan frotis de sangre periférica o cuando no se incluye como diagnóstico diferencial en regiones con baja prevalencia de infecciones transmitidas por garrapatas. Síntomas como ictericia, anemia y hemoglobinuria no son exclusivos de la babesiosis, por lo que es necesario considerar diagnósticos alternativos como la infección por Eperythrozoon suis y la leptospirosis aguda.

 

Otra enfermedad es la anaplasmosis porcina, causada por bacterias del género Anaplasma , siendo A. phagocytophilum la especie predominante. Este patógeno se transmite por garrapatas hematófagas que adquieren la bacteria de animales infectados, como los cerdos, y posteriormente la transmiten a nuevos huéspedes durante la ingestión de sangre. Las manifestaciones clínicas en los cerdos incluyen fiebre, anorexia, letargo, inflamación ocular y pérdida de peso; las infecciones graves pueden ser mortales.

 

Babesia spp. y Anaplasma spp. en garrapatas y jabalíes de Europa

 

Si bien las garrapatas pueden albergar numerosos microorganismos, desde simbiontes hasta agentes patógenos, detectados mediante análisis de ADN, su presencia no implica necesariamente un riesgo infeccioso. Esto se debe a varios factores: la detección del ADN del patógeno no confirma la presencia de organismos viables e infecciosos, e incluso cuando hay patógenos vivos presentes, la garrapata podría no ser capaz de transmitirlos.

 

Además, la transmisión de bacterias o parásitos de garrapatas infectadas no ocurre inmediatamente; los patógenos normalmente requieren tiempo para madurar y/o migrar a las glándulas salivales antes de que pueda tener lugar la transmisión, un proceso que puede tardar hasta 24 horas.

 

Las garrapatas suelen parasitar animales silvestres, que pueden actuar como reservorios de diversos patógenos, facilitando así el mantenimiento y la propagación de agentes infecciosos en los ecosistemas naturales. Al alimentarse de sangre, las garrapatas pueden adquirir patógenos de estos huéspedes silvestres, lo que contribuye a su circulación y posible propagación a animales domésticos y humanos.

 

Una revisión realizada por investigadores rumanos pretende sintetizar y evaluar críticamente los datos científicos disponibles de los últimos 15 años sobre la presencia de Babesia spp. y Anaplasma spp. en jabalíes y sus garrapatas vectores asociadas en toda Europa.

 

Amplias diferencias entre países 

 

En los últimos 15 años, la mayoría de los estudios realizados en Europa para detectar Babesia spp. y Anaplasma spp. en jabalíes y sus garrapatas adheridas se han originado en Italia.

 

Los autores elaboraron un mapa que ilustra la distribución de Anaplasma y Babesia spp. en diferentes países europeos, categorizados de la siguiente manera:

 

  • Verde (Ausente): Países donde no se han detectado Anaplasma spp. ni Babesia spp. (por ejemplo, España).
  •  
  • Amarillo ( Anaplasma spp.): Países donde se ha detectado Anaplasma spp. pero no Babesia spp. (por ejemplo, Polonia, Alemania, Rumania).
  •  
  • Rojo estampado ( Anaplasma spp. + Babesia spp.): países donde se han detectado tanto Anaplasma spp. como Babesia spp. (por ejemplo, Francia, Italia, Hungría).

 

garrapatas mapa
garrapatas mapa

 

 

La prevalencia reportada de Anaplasma spp. en jabalíes o en garrapatas recolectadas de estos animales ha variado considerablemente entre los países europeos durante los últimos 15 años, lo que refleja las diferencias en las condiciones ecológicas, la densidad de hospedadores, la distribución de vectores, las estrategias de muestreo y los métodos de diagnóstico empleados. Algunos estudios han reportado tasas de prevalencia relativamente bajas, mientras que otros han documentado “niveles de infección significativamente más altos, lo que sugiere que factores regionales, como el clima, el tipo de hábitat y las prácticas de manejo de la fauna silvestre, pueden influir significativamente en la circulación y detección de estos patógenos”.

 

Baja prevalencia en España 

 

Los autores comentan que las tasas de infección notificadas con A. phagocytophilum en jabalíes han oscilado entre el 0 % y el 28,2 %. Se han observado niveles de prevalencia más altos en el sur de Alemania (donde el 12,50 % de los jabalíes muestreados dieron positivo para A. phagocytophilum ), Polonia (20,34%) y Eslovaquia (28,2%). Por el contrario, los estudios realizados en Austria y el norte de España no detectaron ningún jabalí infectado con A. phagocytophilum.

 

Por otro lado, para Babesia spp., la prevalencia descubierta por los autores varió desde un 0 % en España hasta un 1,50% en Hungría.

 

“Reconocemos que las diferencias en la prevalencia notificada pueden deberse tanto a la variación epidemiológica real como a diferencias en el diseño o el muestreo de los estudios”. Dado que estos factores suelen ser difíciles de separar, se ha señalado esta limitación. Aun así, los datos recopilados, explican, ofrecen información útil sobre la distribución de estos patógenos y el posible papel de los jabalíes y las garrapatas en su circulación.

 

La revisión demuestra que los jabalíes en toda Europa sirven como hospedadores importantes para una amplia gama de patógenos transmitidos por vectores, incluyendo Anaplasma y Babesia spp. Las garrapatas vectoras, incluyendo D. marginatus y Rh. bursa , se infectaron con frecuencia, lo que sugiere que podrían desempeñar un papel en la dinámica de transmisión, algo que no suele observarse en I. ricinus .

 

La detección consistente de agentes zoonóticos, especialmente A. phagocytophilum y Babesia spp., en diversos estudios destaca su posible papel en el mantenimiento y posible amplificación de estos patógenos en entornos naturales. La literatura revisada también “revela una heterogeneidad metodológica considerable, con diferencias en los tipos de muestras (sangre, bazo, garrapatas), protocolos moleculares y estándares de notificación, lo que limita la comparación directa entre estudios”.

 

Por lo tanto, sugieren que para mejorar el conocimiento epidemiológico e informar las estrategias de salud pública y veterinaria, la investigación futura debería priorizar los procedimientos de muestreo armonizados y los diagnósticos moleculares estandarizados. “Estos hallazgos subrayan la necesidad de metodologías estandarizadas para mejorar la comparabilidad de los datos en toda Europa”, concluyen.

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