Con el verano y la llegada de las altas temperaturas, es común que los perros pasen más tiempo al aire libre. Sin embargo, esta mayor exposición al sol puede representar un riesgo serio para su salud. Según un estudio médico reciente, uno de cada 220 perros desarrolla tumores cutáneos cada año, muchos de ellos vinculados a la radiación solar. Ante esta situación, la Real Sociedad Canina de España ha emitido una alerta, recomendando a los dueños extremar precauciones y realizar revisiones veterinarias regulares.
Los tumores cutáneos representan aproximadamente un tercio de todos los casos de cáncer en perros, lo que los convierte en el tipo más frecuente. Aunque no todos ellos son preocupantes, se estima que hasta un 40 % de los casos en perros son malignos, con capacidad de invadir tejidos cercanos o hacer metástasis.
Cualquier perro puede desarrollar estos tumores, sin embargo los perros mayores son los que presentan mayor riesgo. Además, los perros con pelaje claro o blanco son especialmente vulnerables, al igual que las áreas del cuerpo con poco pelo, como el abdomen.
Los perros, en su mayoría, están mejor adaptados que los seres humanos a las radiaciones solares debido a la protección natural del pelo. Sin embargo, en verano es muy habitual cortar o rapar a nuestra mascota para que esté más fresco, eliminando parte de esta barrera natural, siendo más susceptibles a los rayos solares.
La exposición prolongada y frecuente al sol puede causar en los perros daños en la piel como la dermatitis actínica, una inflamación causada por los rayos UV. Y, aunque al principio estas consecuencias pueden parecer leves, si no se tratan a tiempo pueden evolucionar a un tipo de cáncer de piel: el carcinoma.
Además, hay otras enfermedades de la piel que no son causadas por el sol, pero que pueden empeorar con la exposición solar, como el lupus discoide, una enfermedad en la que el sistema inmunológico ataca la propia piel del perro.
Los dueños suelen ser los primeros en notar algo extraño al acariciar a sus mascotas. Ante la aparición de un bulto, un diagnóstico temprano aumenta las probabilidades de un buen resultado. Un veterinario generalista puede realizar esta primera evaluación sin necesidad de acudir directamente a un oncólogo, lo que permite ganar margen de actuación. Aunque la mayoría de los tumores en la piel pueden tratarse con éxito mediante una intervención quirúrgica, es fundamental actuar con rapidez para evitar complicaciones.
Para proteger la salud de nuestros perros durante los días calurosos, la Real Sociedad Canina de España (RSCE) recomienda tomar algunas precauciones para reducir los riesgos asociados a la exposición solar y garantizar su bienestar:
Limita el tiempo al aire libre de tu perro durante las horas de mayor radiación solar, entre las 12h y las 18h aproximadamente.
Asegúrate de que tenga acceso a zonas sombreadas cuando esté al aire libre, además de acceso constante a agua fresca.
Sobre todo en las zonas más sensibles de su piel, como la nariz, las orejas y el abdomen, especialmente si tiene pelaje claro o corto.
Examina su piel con frecuencia para detectar bultos, manchas o cambios sospechosos, y consulta al veterinario si notas algo inusual.
Mantén un control regular con el veterinario, ya que la detección temprana es clave para un tratamiento eficaz.