La prevalencia de Bartonella spp. en murciégalos en España es del 17,1 %

El orden Chiroptera abarca todos los murciélagos y se clasifica además en los subórdenes Yinpterochiroptera (anteriormente Megachiroptera) y Yangochiroptera (anteriormente Microchiroptera). Después de los roedores, los murciélagos son el segundo orden más diverso de mamíferos, con 1456 especies, y representan el 25 % de toda la diversidad de mamíferos. Dicha variedad es evidente no solo en su gama de hábitos dietéticos (es decir, frutas, insectos, peces, pequeños mamíferos, sangre o polen), sino también en su amplia distribución global en todos los continentes excepto la Antártida. Los murciélagos son especies clave que brindan servicios ecosistémicos fundamentales, a saber, control de la población de artrópodos, polinización, dispersión de semillas o producción de guano que puede usarse como fertilizante, entre otros.

A pesar del impacto positivo en el medio ambiente, pueden albergar una amplia gama de agentes bacterianos, virales, protozoarios y fúngicos, algunos de ellos zoonóticos. Explorar el papel potencial de estos mamíferos voladores en la aparición de patógenos zoonóticos ha planteado preguntas e hipótesis relacionadas con sus rasgos evolutivos/ecológicos distintivos. Estos incluyen el vuelo, la ecolocalización, la migración, el letargo, la diversidad de especies, la longevidad, la simpatría y los hábitos alimentarios, entre otros. Además de estas características, es importante señalar que el contacto directo e indirecto entre murciélagos infectados y humanos es esencial para la transmisión de patógenos zoonóticos. En la actualidad, estas interacciones están en aumento, impulsadas principalmente por la caza (consumo de carne de animales silvestres y medicina tradicional), la fragmentación del hábitat, la invasión humana de áreas naturales (por ejemplo, espeleología, escalada, turismo de cuevas), así como la adaptación de los quirópteros a los entornos urbanos.

Entre los patógenos zoonóticos reportados en murciélagos, Bartonella spp. (Alphaproteobacteria: Bartonellaceae) es una bacteria gramnegativa intracelular facultativa transmitida por vectores que también infecta a una amplia gama de otros mamíferos. Bartonella spp. suele persistir asintomáticamente en los eritrocitos y se transmite principalmente por vectores artrópodos hematófagos, como pulgas, piojos, ácaros, moscas, flebótomos o garrapatas, dependiendo de la especie involucrada.

Prevalencia de Bartonella spp. en murciégalos en España del 17,1 %

En España, estudios previos han reportado hasta 17 especies de Bartonella en animales domésticos, silvestres, humanos y/o ectoparásitos. Sin embargo, solo dos estudios han abordado la presencia molecular de Bartonella spp. en murciélagos en el país.

Por tanto, dada la actual falta de información sobre el papel de los murciélagos ibéricos en la epidemiología de Bartonella spp., el objetivo principal de un estudio realizado por Clara Muñoz-Hernández, Víctor Luque Castro, Marta Sánchez-Sánchez, Jorge Sereno-Cadierno, Joaquín Vicente, Isabel G. Fernández de Mera y Alberto Moraga Fernández, del SaBio, (Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, IREC), y el investigador Xosé Pardavila, fue investigar la prevalencia y los factores de riesgo asociados a la aparición de estas bacterias en murciélagos que habitan la Península Ibérica, y estudiar la diversidad molecular de Bartonella spp. que afecta a los murciélagos ibéricos.

El trabajo, indican, representa el estudio más grande realizado en España que analiza un mayor número de individuos de una amplia diversidad de especies de murciélagos, así como de diferentes regiones del territorio peninsular, en comparación con estudios previos de Bartonella spp. en murciélagos de este país, con tamaños de muestra más pequeños.

El muestreo se llevó a cabo de junio de 2020 a julio de 2021 en 21 localidades de seis provincias pertenecientes a cuatro comunidades autónomas de la España peninsular: Andalucía (Cádiz), Galicia (A Coruña, Pontevedra y Ourense), Región de Murcia (Murcia) y Castilla y León (Salamanca). Se capturaron un total de 311 murciélagos pertenecientes a 22 especies diferentes utilizando redes de niebla y trampas de arpa estratégicamente desplegadas en áreas de actividad de murciélagos.

Se analizaron muestras de ADN sanguíneo de las 22 especies de murciélagos de Miniopteridae, Vespertilionidae y Rhinolophidae mediante PCR y secuenciación. Se obtuvieron muestras de sangre de 240 de los 311 murciélagos capturados, que pertenecían a las siguientes especies. Los resultados mostraron una prevalencia de Bartonella spp. del 17,1 % (41/240), con al menos un individuo positivo en 13 especies de murciélagos de seis géneros. Miniopterus schreibersii mostró la prevalencia más alta (40,5 %) y, según el conocimiento de los autores, Bartonella spp. se describe por primera vez en Barbastella barbastellus, Nyctalus lasiopterus y Nyctalus leisleri. 

Murciélagos positivos en el 66,6 % de las localidades 

A nivel espacial, 14 de las 21 localidades muestreadas (66,6 %) albergaron al menos un murciélago infectado por Bartonella, y se distribuyeron entre las cuatro regiones, con el 100 % de los sitios positivos en Cádiz, el 72,7 % en Murcia, el 60 % en Galicia y el 50 % en Salamanca.

La infestación con ectoparásitos (garrapatas, moscas de murciélago y/o ácaros) y la familia de murciélagos (Miniopteridae) se asociaron significativamente con la prevalencia de Bartonella. La secuenciación reveló similitudes genéticas con secuencias de Bartonella sp. descritas en murciélagos y ectoparásitos de murciélagos de varias regiones (p. ej., Finlandia, Francia, Corea del Sur, China, Georgia, República Checa o Reino Unido). 

Además, se identificaron posibles nuevas especies, distantes de todas las demás secuencias publicadas. “En este estudio se reportan hasta 11 secuencias diferentes con una similitud menor del 96 % en comparación con las presentadas en la base de datos GenBank, lo que sugiere que podrían ser nuevas especies potenciales”, explican.

Así, exponen que se ha confirmado que Bartonella spp. está ampliamente distribuida en la España peninsular, con un amplio rango de hospedadores y una prevalencia más alta en M. schreibersii. Además, los individuos infestados con ectoparásitos (garrapatas, moscas murciélago y/o ácaros) tenían mayor probabilidad de estar infectados con Bartonella spp. Según los autores, esto no se explica por la especificidad patógeno-hospedador, ya que los mismos linajes se pueden encontrar en diferentes especies de murciélagos. Las secuencias obtenidas están estrechamente relacionadas con registros de otros murciélagos en localizaciones distantes, ya que las especies migratorias también son susceptibles a la infección, lo que permite que el patógeno se propague por todo el mundo. Finalmente, el estudio sugiere que los murciélagos que habitan la Península Ibérica podrían estar infectados con diferentes especies de Bartonella, por lo que sería “muy recomendable realizar estudios exhaustivos para identificar y caracterizar las especies que afectan a los murciélagos ibéricos y así determinar con certeza el riesgo que pueden representar, así como la relación vector-huésped-patógeno”. Se espera que la información obtenida contribuya a una mejor comprensión de la ecoepidemiología de las especies de Bartonella y las posibles implicaciones para la salud pública asociadas con las poblaciones de murciélagos en esta área geográfica.