La pioderma (infección bacteriana de la piel) es común en perros y se encuentra entre las cuatro principales presentaciones que conducen a la prescripción de antimicrobianos. Dada la urgente necesidad de reducir el uso inadecuado de antimicrobianos y limitar la propagación de la resistencia a los antimicrobianos entre patógenos humanos y animales, la piel ofrece claras oportunidades para la optimización del uso de antimicrobianos gracias a su accesibilidad para el diagnóstico y el tratamiento antimicrobiano tópico.
La Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas de los Animales de Compañía, entre los que destaca la participación del veterinario español Lluís Ferrer de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha publicado unas directrices que tienen como objetivo proporcionar a los profesionales clínicos recomendaciones prácticas de tratamiento para el manejo de la pioderma canina, a la vez que promueven el uso racional de los antimicrobianos. Otro objetivo fue revisar las recomendaciones obsoletas sobre la duración del tratamiento, la elección y la dosificación de los agentes antimicrobianos.
La evidencia se recopiló a partir de una revisión sistemática de la literatura sobre estudios de tratamiento de la pioderma canina en inglés, hasta el 23 de diciembre de 2023. Así, recopilan varias premisas. Por ejemplo, instan a que se debe realizar citología en todos los casos antes de usar antimicrobianos. “La evaluación citológica de las lesiones cutáneas es una herramienta clave para la gestión responsable de los antimicrobianos y una de las pruebas más valiosas para el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de perros con enfermedades cutáneas”. La sensibilidad diagnóstica de los resultados citológicos se ha evaluado en un 93 % en la piodermia superficial canina, basándose en la presencia de cocos y neutrófilos intracelulares.
A su vez, indican que “la terapia antimicrobiana tópica sola es el tratamiento de elección para piodermas superficiales y superficiales”. Por su parte, los antimicrobianos sistémicos deben reservarse para piodermas profundos y para piodermas superficiales cuando la terapia tópica no es efectiva.
La terapia sistémica, con tratamiento tópico adyuvante, “se administra inicialmente durante 2 semanas en piodermas superficiales y 3 semanas en piodermas profundos, seguida de una reevaluación para evaluar el progreso y tratar las causas primarias”. Los medicamentos de primera elección tienen una eficacia esperada contra la mayoría de Staphylococcus pseudintermedius sensibles a la meticilina; para todos los demás medicamentos, las pruebas de laboratorio deben confirmar la susceptibilidad y descartar la idoneidad de alternativas más seguras.
Dado que el cultivo y las pruebas de susceptibilidad son esenciales para racionalizar la terapia sistémica, “los laboratorios y las clínicas deben fijar un precio razonable para fomentar su uso”.
La revisión ha explorado otro tipo de cuestiones relacionadas con la pioderma en perro, desde los métodos de la toma de muestras, hasta la prevención y gestión de la enfermedad a largo plazo, pasando por las formas de presentación y los factores predisponentes.
En resumen, en los casos que requieren terapia antimicrobiana sistémica, “la información presentada en este documento ayudará a los profesionales clínicos a elegir y usar los antimicrobianos de forma responsable, según la evidencia disponible y el consenso”. El cumplimiento de las directrices aumentará las probabilidades de obtener resultados terapéuticos exitosos y “reducirá el riesgo de una presión selectiva inapropiada sobre patógenos bacterianos y flora comensal”.