La trombocitopenia es un trastorno hematológico que se encuentra comúnmente en la medicina veterinaria. Las plaquetas desempeñan un papel crucial en la hemostasia y la trombocitopenia puede provocar sangrado espontáneo y comprometer la formación de coágulos.
La trombocitopenia en perros puede tener varias causas subyacentes, incluida la trombocitopenia inmunomediada (PTI), enfermedades infecciosas, reacciones inducidas por fármacos, neoplasias y afecciones inflamatorias sistémicas. Dadas las diversas causas, un diagnóstico diferencial integral es crucial para identificar la causa subyacente y guiar el tratamiento adecuado. Asimismo, las estrategias de tratamiento para la trombocitopenia dependen de la causa subyacente y pueden implicar terapia inmunosupresora, transfusión y cuidados de apoyo.
En medicina humana, el romiplostim, una proteína de fusión análoga de la trombopoyetina, es una opción terapéutica eficaz para la trombocitopenia inmunomediada. Romiplostim actúa estimulando la producción y maduración de plaquetas, lo que produce un aumento del recuento de plaquetas y una disminución del riesgo de episodios hemorrágicos. Aunque se ha estudiado ampliamente en humanos, la literatura sobre el uso de romiplostim en perros con trombocitopenia es limitada. En medicina veterinaria, sólo existe una serie de casos de uso de romiplostim para la PTI en 5 perros y un único informe de caso sobre la administración de romiplostim para la trombocitopenia amegacariocítica refractaria.
Por ello, un grupo de investigadores de Corea del Sur ha evaluado retrospectivamente la eficacia de romiplostim en la corrección de la trombocitopenia natural en perros.
Para el estudio, los autores contaron con cuarenta y dos perros con trombocitopenia natural en 2 hospitales de animales de referencia. Todos los perros con trombocitopenia confirmada fueron evaluados para determinar la causa de la trombocitopenia y se clasificaron en 3 grupos según la causa: trombocitopenia primaria, trombocitopenia secundaria y etiología desconocida de la trombocitopenia. Se realizaron evaluaciones diagnósticas integrales en todos los perros incluidos para identificar la causa subyacente de la trombocitopenia. 20 perros tenían trombocitopenia primaria, 15 tenían trombocitopenia secundaria y 7 tenían trombocitopenia de origen desconocido. Entre los perros con trombocitopenia secundaria, se desglosó trombocitopenia inducida por quimioterapia (n = 6), CID (n = 6), trombocitopenia inducida por radioterapia (n = 1), trombocitopenia inducida por Babesia (n = 1), y trombocitopenia inducida por toxicidad (n = 1).
Entre los perros tratados con romiplostim, 27 experimentaron un aumento en el recuento de plaquetas y 26 de ellos mantuvieron un recuento de plaquetas dentro del rango de referencia. Se observó una mejora del recuento de plaquetas en diversas condiciones: PTI primaria (90 %, n = 18/20), pancitopenia de etiología desconocida (42,9 %, n = 3/7), trombocitopenia inducida por quimioterapia (50 %, n = 3/6), babesiosis (100 %, n = 1/1), trombocitopenia inducida por radioterapia (0 %, n = 0/1) y coagulopatía intravascular diseminada (33,3 %, n = 2/6).
La mediana del tiempo de recuperación de plaquetas (>50 000/μl) después de la administración de romiplostim fue de 4 días, y la mediana de tiempo de normalización del recuento de plaquetas fue de 7 días. Igualmente, la mediana del tiempo de hospitalización para el grupo de mejoría fue de 5 días. Las tasas de supervivencia hasta el alta fueron del 85 %, 40 % y 28,6 % para perros con PTI primaria, trombocitopenia secundaria y trombocitopenia de etiología desconocida, respectivamente.
Ante tales hallazgos, los autores celebran que “romiplostim es un tratamiento prometedor y bien tolerado para la PTI primaria en perros”, lo que sugiere su “potencial como una opción terapéutica valiosa para perros con trombocitopenia causada por diversas afecciones subyacentes”.
Estos resultados enfatizan la necesidad de realizar más investigaciones para optimizar la dosis de romiplostim y “comprender su papel en el tratamiento de la trombocitopenia secundaria y la pancitopenia de etiología desconocida”.