El 44 % de los veterinarios en EEUU piensa en dejar la profesión

Durante el Foro Económico y Empresarial Veterinario de la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria (AVMA), que se llevó a cabo virtualmente el pasado octubre, se han discutido las razones que se esconden tras el elevado número de veterinarios que consideran abandonar la profesión.

En este aspecto, Frederic Ouedraogo, subdirector de la División de Economía Veterinaria de la AVMA, describió la tendencia sobre el mercado estadounidense de servicios veterinarios.

Citando la encuesta de la AVMA de 2021 de veterinarios y propietarios de clínicas, Ouedraogo explicó que se estima que “el 44 % de los médicos veterinarios informaron que están pensando en dejar la medicina veterinaria antes de jubilarse. La proporción de veterinarios descontentos varía según el tipo de práctica, con veterinarios equinos en la parte superior (49 %) y veterinarios de animales mixtos en la parte inferior (32 %)”.

Asimismo, el experto indica que el descontento entre los veterinarios varía según la generación. Por ejemplo, el 43 % de los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) opinan que están considerando dejar la profesión veterinaria, en comparación con el 47 % de los de la Generación X (nacidos entre 1965 y 1980) y el 43 % de los millennials (nacidos entre 1981 y 1995).

Ante estos datos, el experto señala “que más del 40 % de los profesionales que se graduaron durante los últimos 10 años están pensando en dejar la profesión. Estos profesionales citaron la salud mental (33 %) y el equilibrio entre el trabajo y la vida privada (27 %) como las principales razones de esta decisión".

TRES PROBLEMAS FUNDAMENTALES

Ouedraogo ha identificado tres factores que requieren una “reinvención” de la profesión veterinaria para satisfacer las expectativas económicas y sociales de sus trabajadores. 

En primer lugar, “los millennials han superado a la generación X como la generación más grande de la fuerza laboral veterinaria. Las mujeres representan el 78 % de la población veterinaria de EEUU. Entre las mujeres, el 72 % tiene menos de 52 años, lo que significa que aún podrían tener obligaciones familiares, como la crianza de sus hijos”.

A este respecto,  comenta que, “al observar estas estadísticas, se debe hacer algo para satisfacer las necesidades de estos grupos específicos".

En una segunda tendencia, el bienestar sigue siendo un problema grave para los profesionales veterinarios. Algunos estudios han identificado a los profesionales de salud animal con una alta prevalencia de agotamiento, depresión y trastornos de estrés traumático secundario, según Ouedraogo.

En tercer lugar, el desempeño laboral llevado a cabo no ha seguido la curva de expansión esperada. Según cuenta, en 2007, la clínica típica empleaba de media a 1,7 veterinarios a tiempo completo. Estos datos han sufrido un avance hasta el 2020, cuando la clínica típica empleaba a 2,4 veterinarios de media.

“El problema es que la cantidad de veterinarios por clínica ha aumentado, pero la cantidad de auxiliares por cada veterinario no aumentó lo suficiente como para permitir una expansión en la productividad. Estos datos abordan el problema subyacente de las ineficiencias crónicas en la prestación de servicios veterinarios”.

En este sentido, Ouedraogo describe las diferencias entre una clínica eficiente y una promedio: una clínica eficiente puede procesar ocho pacientes por hora, mientras que una clínica promedio puede procesar cinco. Además, una clínica eficiente puede manejar 4,7 pacientes por veterinario por hora, una clínica promedia 2,2. Ante estos datos, “podemos ver que hay un alto coste asociado con ser ineficiente”.

“Si no abordamos el tema del bienestar en nuestra profesión, si no abordamos el problema de la baja eficiencia y la baja productividad en nuestras clínicas, podríamos ver más veterinarios abandonando el sector de la salud animal, y podríamos ser testigos de un aumento de los costes de producción y servicio”.