El Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (Colvema) ha celebrado hoy la novena edición de los Premios Bienestar Animal, con los que reconoce el compromiso excepcional de personas, instituciones y proyectos con la protección y mejora de la calidad de vida de los animales. En esta edición han sido distinguidos el periodista y escritor Máximo Huerta; el caballo ‘Duque’, referente en apoyo emocional a adolescentes en el programa “A caballo por la luna”; y Pazo de Vilane, proyecto pionero en producción de huevo campero sostenible.
El acto —celebrado en la sede de Colvema y conducido por el veterinario y divulgador Víctor Algra— ha contado con la presencia de Ana María López-Santacruz, directora ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), y de Gonzalo Moreno del Val, presidente del Consejo General de Colegios de la Profesión Veterinaria de España. Ambos han dirigido unas palabras de respaldo al sector y al compromiso con el bienestar animal.
El presidente de Colvema, Felipe Vilas, recordó que “estos premios nacieron con un propósito claro: visibilizar lo mejor de nuestra sociedad cuando se pone del lado de los animales, y recordar que su bienestar es, también, bienestar para todos. Como nos señala el lema de la profesión, cuando cuidamos la salud de los animales, cuidamos la salud de las personas y del medio ambiente; y esa es la esencia del enfoque One Health que nos concierne a todos”.
Además, subrayó que los tres reconocimientos de esta edición encajan con “el espíritu de estos premios: tender puentes entre la ciencia y la sociedad, entre la experiencia de los profesionales y la emoción de quienes conviven con animales, entre el campo y la ciudad, entre lo público y lo privado. Porque el bienestar animal no es una moda: es una responsabilidad compartida que requiere evidencia científica, cooperación y compromiso.
Animal comprometido con la sociedad: Duque
Duque es un majestuoso caballo Pura Raza Español que ha encontrado su propósito en la noble tarea de ayudar a adolescentes en el Instituto Neil Armstrong de Valdemoro. A través del programa “A caballo por la luna”, Duque despliega sus mejores cualidades para brindar apoyo emocional y educativo a los jóvenes que más lo necesitan. Este programa gratuito se ha convertido en un faro de esperanza y transformación para muchos jóvenes.
El programa “A caballo por la luna” no solo cuenta con la participación de Duque, sino también con la colaboración desinteresada de psicólogos, integradores sociales, profesores y familias. Juntos, forman un equipo comprometido con el bienestar y desarrollo integral de los adolescentes.
Duque, con su naturaleza tranquila y su capacidad para conectar con los jóvenes, se ha convertido en un pilar fundamental de este proyecto, ofreciendo un espacio seguro y terapéutico donde los estudiantes pueden explorar y expresar sus emociones.
La historia de Duque es un testimonio del poder transformador de los animales y de cómo, con el apoyo adecuado, pueden convertirse en agentes de cambio positivo en la vida de las personas. Duque, con su nobleza y dedicación, continúa dejando una huella imborrable en el corazón de todos aquellos que forman parte del programa “A caballo por la Luna”.
Isabel Vera, jefa de estudios en el instituto Neil Armstrong, ha detallado algunos casos concretos en los que la intervención de Duque ha sido sanadora, reconociendo que “Duque, bajo su apariencia de caballo ordinario, es el hacedor de múltiples hazañas. Duque despliega sus mejores armas para todos aquellos adolescentes que lo necesiten, dentro del programa de intervenciones educativas y emocionales asistidas dentro del programa ‘A caballo por la luna’”.
Isabel Vera, Máximo Huerta y Nuria Varela-Portas.
Proyecto comprometido con el bienestar animal: Pazo de Vilane
Pazo de Vilane es una empresa pionera en la producción de huevo campero fundada hace 28 años por Nuria Varela-Portas en Vilane, en la comarca lucense de La Ulloa. Desde entonces, la empresa ha mantenido un firme compromiso con la sostenibilidad y el bienestar animal desde sus inicios.
La prioridad de Pazo de Vilane abarca desde la alimentación y el cuidado de las gallinas hasta la gestión sostenible de los recursos naturales. Este compromiso se refleja asegurando que las gallinas vivan en condiciones óptimas y naturales.
La filosofía de esta empresa familiar se centra en el respeto por el entorno rural y en la creación de un impacto positivo en la comunidad local. La empresa no solo se dedica a la producción de huevos camperos de alta calidad, sino que también se esfuerza por revitalizar la economía de la España vaciada. Además, este proyecto contribuye al desarrollo económico y social de la comarca dando empleo a personas de la región, en su mayoría mujeres.
Este galardón para Pazo de Vilane es fruto del arduo trabajo y la dedicación de la empresa para mejorar la vida de los animales y apoyar a la comunidad rural. De este modo, continúan siendo un ejemplo inspirador de cómo la sostenibilidad y el bienestar animal pueden ir de la mano, creando un futuro más justo y equilibrado para todos.
“Pazo de Vilane es un proyecto con mucho corazón. No fabricamos huevos, cuidamos gallinas, que nos devuelven unos huevos estupendos. Es un ecosistema natural. Este premio nos llena de alegría porque ha convertido nuestra obsesión por el bienestar animal en un reconocimiento. Y nos encanta producir alimentos para las personas que realmente los valoran”, manifestó Nuria Valera-Portas, cofundadora y directora-gerente de la empresa.
Persona comprometida con el bienestar y cuidado de los animales: Máximo Huerta
Periodista y escritor, Máximo Huerta es, ante todo, un apasionado defensor del bienestar animal. Su vínculo con los animales (y especialmente con los perros) ha sido una constante en su vida, tanto personal como profesional. Entre todos ellos, destaca la presencia de Doña Leo, una perrita mestiza adoptada de un refugio, que no solo le ha acompañado en su día a día, sino también en su proceso creativo, convirtiéndose en una presencia constante durante el proceso de escritura de sus novelas. De hecho, Leo aparece de forma entrañable en su autobiografía “Adiós, pequeño”.
A lo largo de los años, Huerta ha compartido su vida con diferentes compañeros de cuatro patas: desde un San Bernardo llamado Beethoven hasta distintas razas como lhasas, terriers y schnauzers. Más allá del cariño íntimo hacia sus mascotas, Huerta ha alzado la voz públicamente en defensa de los derechos de los animales, participando en campañas de concienciación y aprovechando su presencia en medios y redes sociales para visibilizar la importancia del respeto y el cuidado hacia ellos.
Su sensibilidad, compromiso y ejemplo cotidiano hacen de Máximo Huerta un referente en la promoción del bienestar animal y un merecido galardonado en esta edición de los premios.
Máximo Huerta recordó la conexión de su perra Leo con su padre, ya fallecido, o ahora con su madre. “Le puse doña Leo a la librería porque creo que tanto los libros como los animales son refugio. Doña Leo ha contagiado a muchos a recoger animales y no comprarlos. Este premio es absolutamente egocéntrico, porque mi perra ha conseguido bienestar humano”
El evento concluyó con una actuación del coro de la Facultad de Veterinaria de la UCM y un cóctel en los jardines del Colegio.