El Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios (CVCV), que representa los intereses de 3.600 colegiados de esta comunidad autónoma, reitera su rechazo al proyecto para levantar una nueva facultad de Veterinaria en el municipio de Ontinyent.
Tras conocer recientemente los detalles del concurso promovido por la Universidad de Valencia para la redacción y dirección de obra de las referidas instalaciones, como recogimos en Diario Veterinario, el órgano colegial se reafirma -como ya hizo tras el primer anuncio en que “en la situación actual” -con dos facultades ya en marcha y una oferta de 432 plazas para este grado- este proyecto es “probablemente inviable en lo económico pero sobre todo contribuirá a precarizar más la profesión, impactando además en los centros veterinarios de la Vall d’Albaida”.
Ésta es la conclusión a la que se llegó el pasado miércoles tras la celebración de una junta ejecutiva en la que se debatió este asunto entre representantes de los órganos de gobierno de los tres colegios provinciales. El CVCV acordó trasladar esta postura al Consejo General de Colegios de Veterinarios de España (CGCVE) cuyo nuevo presidente, Gonzalo Moreno del Val -que acaba de tomar posesión del cargo- ya se pronunció hace meses abiertamente en contra de esta iniciativa, así como de la promovida no mucho antes por la Universidad de Salamanca, que está previsto que se adelante a la de Ontinyent y ya en el curso 2026/27 inaugure la que será la 16 facultad del país. La entidad colegial autonómica ya trasladó también su oposición a este proyecto en una reunión mantenida en mayo con la secretaria autonómica de Universidades, María Esther Gómez.
“Nuestra oposición nada tiene que ver con el carácter público del proyecto y entendemos el revulsivo local que supondría una inversión de este calado, es más, desde la profesión se hubiera agradecido que esta iniciativa se hubiera tomado mucho antes, por ejemplo, en 1998 cuando la UV lo planteó por primera vez”, explica la presidenta del CVCV, Inmaculada Ibor. “Pero casi tres décadas después, la situación ha cambiado drásticamente -insiste Ibor- porque tenemos ya dos facultades privadas, la Cardenal Herrera-CEU (UCH) y la Católica (UCV)- y en Murcia otras dos -una pública y otra privada- y entre las dos provincias sumamos ya el 30 % de la oferta universitaria de este país cuando por población solo representamos -entre las dos autonomías, ya no provincias- el 14 %”.
Las facultades de Veterinaria son de los grados más caros de implantar. En este caso y según lo que ha trascendido del proyecto, se habla de una inversión de unos 45 millones de euros. Según datos de la Confederación de Decanos y Decanas de Veterinaria de España (CDVE), en las universidades públicas la formación de cada alumno requiere de un gasto anual que oscila entre 15.000 y 20.000 euros, dependiendo de la estructura del centro en cuestión. Considerando que el coste de las matrículas de otras facultades también públicas próximas se sitúa entre algo más de 1.000 euros y 1.200 y que la nueva facultad se estrenaría con 60 plazas, cada año académico podría generar, según las fuentes consultadas, un déficit cercano al millón de euros. Cada promoción -el grado es de 5 años- podría costar pues a las arcas públicas en torno a los 5 millones.
La nueva facultad aumentaría la oferta de profesionales y contribuiría a alimentar la precariedad laboral de una profesión que, según las estadísticas oficiales y pese a la mejora experimentada en los últimos años, sigue siendo la licenciatura superior situada entre las tres peor pagadas, a mucha distancia de la del resto de profesionales sanitarios y de la salud.
Y tales condiciones, salariales y laborales, son especialmente más duras para los recién egresados. La EAEVE (European Association of Establishments for Veterinary Education) y la FVE (Federation of Veterinarians of Europe) -máximas entidades comunitarias para asegurar la calidad en la formación y en los servicios de Veterinaria- han establecido que para mantener un estándar medio en ambos terrenos bastaría con una facultad por cada 7-10 millones de habitantes. La Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, precisamente con siete millones de habitantes en su conjunto, dispondrían de 5; España -con 48 millones y 15 facultades hoy y 17 en 2027- ya excedería con mucho también este ratio recomendado.
Según un informe de la referida CDVE, España ya lideraba, de hecho, en 2019 con ‘solo’ 13 facultades de Veterinaria y 1.638 plazas universitarias (que hoy ya son 1.975) la proporción de veterinarios en activo por millón de habitantes de toda la UE. Y el boom universitario de estos estudios se comparte con la vecina Portugal, que dispone de otras ocho (23 en total contando las de España) lo que reduciría la ratio en la Península Ibérica a un centro por cada 2,5 millones de habitantes. “España y Portugal están gastando en formación universitaria y aportando profesionales que en muchos casos acabarán trabajando y aprovechando en Reino Unido -11 facultades para 69 millones de personas- o Francia -5 para 68 millones”, explica la responsable del CVCV.