La anestesia es una herramienta esencial en la clínica veterinaria. Permite realizar procedimientos quirúrgicos y diagnósticos que de otro modo serían imposibles. Sin embargo, como intoxicación controlada del sistema nervioso, la anestesia puede provocar complicaciones y en ocasiones ocasionar la muerte. A pesar de las grandes mejoras en la monitorización, las técnicas anestésicas y la atención al paciente en las últimas décadas, el riesgo de muerte relacionada con la anestesia en animales pequeños enfatiza la necesidad continua de investigación para mejorar la seguridad durante la anestesia y la recuperación.
Varios estudios han identificado factores de riesgo y protectores que pueden estar asociados con una mayor o menor mortalidad durante la anestesia. Por ejemplo, factores como la edad avanzada, disminución del peso corporal, puntuaciones más altas del estado de salud de la Sociedad Estadounidense de Anestesiólogos (ASA), procedimientos urgentes, anestesia para procedimientos mayores en lugar de procedimientos menores, el uso de halotano para el mantenimiento de la anestesia en lugar de isoflurano después de la inducción con agentes inyectables y la inducción y mantenimiento con agentes volátiles se han asociado con mayores probabilidades de muerte.
Por el contrario, el uso de opioides y AINE durante la misma anestesia ha disminuido el riesgo de muerte perioperatoria. Es crucial comprender estos factores de riesgo para crear estrategias efectivas que ayuden a prevenir muertes relacionadas con la anestesia.
Un trabajo realizado en EEUU ha intentado investigar la tasa de mortalidad general y los factores de riesgo asociados con la mortalidad en perros dentro de las 2 semanas posteriores a la anestesia general en una práctica especializada de odontología veterinaria y cirugía oral.
Un total de 3210 perros fueron anestesiados para realizar imágenes avanzadas y/o cirugía oral. Se examinaron los historiales médicos electrónicos de cuatro clínicas de perros sometidos a imágenes avanzadas o cirugía oral que requirió anestesia general durante un período de 2 años (2021-2023). Se recopilaron datos sobre la demografía de los pacientes, detalles del procedimiento y la anestesia, y el estado de mortalidad dos semanas después de la anestesia. Se utilizaron análisis para identificar los factores de riesgo asociados con la muerte por anestesia.
La tasa de mortalidad de la población canina del estudio fue del 0,37 %. La mediana de edad al fallecer fue estadísticamente superior a la de los perros vivos 2 semanas después de la anestesia, según el análisis univariante (12 y 7 años, respectivamente). La mediana de duración de la anestesia fue estadísticamente mayor en los perros fallecidos que en los vivos, según el análisis univariante (177,5 y 141 minutos, respectivamente). Sin embargo, tras el análisis multivariante, solo la edad avanzada se mantuvo como un factor de riesgo significativo. El peso, el sexo y la clasificación del estado físico de la Sociedad Americana de Anestesiólogos no fueron factores de riesgo estadísticamente significativos para la muerte por anestesia.
“Los datos de este estudio pueden facilitar las discusiones sobre riesgos con los clientes, especialmente con los dueños de perros mayores sometidos a anestesia en consultorios dentales veterinarios”.