En medio de una situación de alarma global por la expansión de los brotes de fiebre aftosa en varios continentes, la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos ha decidido apostar por el desarrollo de su primer banco de vacunas específico de esta enfermedad.
La fiebre aftosa se considera una de las mayores amenazas económicas para la ganadería. En el caso canadiense, se estima que su impacto económico oscilaría entre 22.000 y 75.000 millones de dólares, dependiendo del modo de introducción y el alcance de la propagación. Todo ello a pesar de que Canadá está libre de fiebre aftosa desde 1952 y se han implementado medidas estrictas para prevenir su entrada.
Biogénesis Bagó es en la actualidad el mayor proveedor de vacunas multivalentes contra la fiebre aftosa, con varias cepas disponibles en su banco de antígenos (entre ellas, la A2001). Desde 2006 provee de antígenos al banco norteamericano de vacunas de Norteamérica y en la actualidad también lo hace a los bancos de EEUU, Canadá, Argentina, Corea, Brasil y Taiwan. Para conocer de primera mano todo lo relacionado con este banco de antígenos, Fernando Barroumeres, director de Tecnología Industrial de Biogénesis Bagó, habló con Diario Veterinario para conocer más detalles.
Pregunta: ¿En qué consiste el banco de vacunas contra la fiebre aftosa que está preparando Canadá con la ayuda de Biogénesis Bagó?
Respuesta: En vistas de la situación epidemiológica global, Canadá decidió establecer su banco de vacunas contra la fiebre aftosa. Es una herramienta estratégica con la que contará el gobierno de Canadá y que le permitirá disponer de una cantidad importante de vacunas contra la fiebre aftosa seguras, eficaces y de calidad, probada en un tiempo extremadamente rápido y brindará a los productores una herramienta adicional para controlar y eliminar la enfermedad en caso de brote.
Pregunta: ¿Cómo es la ayuda que proporciona Biogénesis Bagó?
Respuesta: Biogénesis Bagó proporcionará a Canadá con una cobertura de diferentes cepas de antígeno inactivado de fiebre aftosa (el principio activo de la vacuna). Estos antígenos se mantendrán en custodia en nuestras instalaciones en Argentina, cumpliendo con los más altos estándares de seguridad y controles de calidad que permitirán que estos mantengan sus atributos y garanticen la seguridad, eficacia y estabilidad durante su vida útil.
En caso de que el gobierno de Canadá decida activar el banco por la aparición de un brote, Biogénesis Bagó cuenta con la capacidad para procesar esos antígenos y elaborar una vacuna lista para su uso en un plazo inferior a una semana.
P: ¿Por qué es importante establecer un banco de vacunas contra la fiebre aftosa?
R: En el caso de Canadá, la fiebre aftosa se considera una de las mayores amenazas económicas para la ganadería canadiense y las autoridades han estimado que su impacto económico en oscilaría entre 16.000 y 54.000 millones de dólares (en dólares canadienses de 2025), dependiendo del modo de introducción y el grado de propagación.
Para los países que no practican la vacunación periódica contra la enfermedad, un banco de antígenos o de vacunas permitiría una rápida respuesta en caso de la reintroducción del virus, y junto con otras medidas de control pueden evitar la expansión del foco, minimizando su impacto.
P: ¿Desde hace cuánto está el proyecto en marcha?
R: El proceso desde la publicación de la licitación por parte de la CFIA (Canadian Food Inspection Agency) hasta la asignación de 10 meses aproximadamente.
P: ¿En qué situación se encuentra actualmente la enfermedad en Europa?
R: Entre enero y marzo se registraron nuevos brotes de fiebre aftosa, entre ellos, en Alemania, Eslovaquia y Hungría. En estos países la enfermedad ha estado ausente por más de 40 años, y si bien las medidas de control han sido eficientes hasta el momento, el impacto económico a nivel país por la restricción de exportaciones de carne y derivados ha sido elevado, como también el impacto en las regiones afectadas debido a restricciones de movimientos, sacrificios y medidas de control adoptadas.
Estos eventos han llevado a aumentar el nivel de alerta en el continente y a revisar las medidas de prevención y de preparación frente a emergencias por parte de las autoridades sanitarias.
P: ¿Cuál es la diferencia entre un banco de vacunas y uno de antígenos?
R: Ambas herramientas son complementarias. En general se entiende como banco de vacunas a una cantidad de dosis de producto terminado listo para su uso, y que se mantiene almacenado en cámaras frías en el lugar donde potencialmente sea necesitado, lo que permite realizar la vacunación de manera prácticamente inmediata a la detección de un brote. Estas vacunas tienen una vida útil de 2 años.
Un banco de antígenos, por otro lado, requiere de instalaciones especializadas para su almacenamiento en condiciones criogénicas garantizando de esta manera una vida útil de los mismos de al menos 10 años. A partir de estos antígenos se puede elaborar una vacuna lista para su uso en un plazo de pocos días.
P: ¿Con qué rapidez se pueden desarrollar vacunas para abordar con eficacia un posible brote?
R: En el caso de países y/o organizaciones que cuentan con la reserva estratégica de un banco de antígenos y/o vacunas, el tiempo de respuesta desde que se active el banco hasta el despacho de la vacuna a destino es de un máximo de 7 días. Permitiendo de esta forma un rápido accionar para contener y controlar el brote. Esto marca un gran diferencial frente a casos en que no se cuente con un respaldo estratégico de Banco de Vacunas y Antígenos teniendo que asumir en estos casos un lead time de 90 a 120 días.
P: ¿Cómo se planifica el uso de las vacunas?
R: En caso de un brote confirmado de fiebre aftosa recae sobre las autoridades sanitarias del país establecer la estrategia para su control.
Si bien existen diferentes opciones lo más habitual es utilizar la estrategia de “vacunación en anillo” donde las primeras medidas apuntan a restringir el movimiento de animales y el acceso de personas y otros potenciales vectores a las zonas afectadas y su periferia. A continuación, se realiza la vacunación de todos los animales susceptibles en las áreas que rodean a los brotes o casos confirmados del virus. El objetivo es crear una barrera inmunitaria que impida que la enfermedad se propague a otras áreas.
P: Cambiando de tema, ¿podría comentarnos que avances en salud animal llevó a cabo Biogénesis Bagó el último año y qué novedades tienen próximamente?
R: En los últimos años, Biogénesis Bagó como liderar global en la prevención y control de aftosa, aceleró el desarrollo de vacunas con nuevas cepas de virus de aftosa, para poder dar soporte y responder a la dinámica que la enfermedad presenta en diferentes regiones del mundo, y específicamente en norte de África y medio oriente, donde la incursión de serotipos SAT1-SAT2 provenientes del sur de África, provoco brotes de enfermedad con gran impacto a la salud animal, y pérdidas económicas.
A su vez continuamos con nuestro plan de expansión geográfica y multiespecie con la adquisición de un laboratorio de salud animal enfocado en pequeños animales en Brasil, la puesta en marcha de una planta de soluciones hormonales en China y el desarrollo de nuestra división de salud animal para porcinos.
P: ¿Algo que quisiera añadir?
R: La producción de vacunas, y en especial de vacuna anti-aftosa, es un proceso complejo y altamente tecnificado, por lo que existen actualmente muy pocos fabricantes de productos de calidad a nivel global. Esto genera que en caso de brotes la disponibilidad de vacunas sea limitada, en particular para aquellos países que no tienen campañas regulares de vacunación. El banco de antígenos es una herramienta estratégica para complementar las medidas sanitarias que buscan impedir el ingreso de enfermedades exóticas en países libres de aftosa, así como para que los países que tienen campañas de vacunación puedan tener reservas de cepas virales que no están incluidas en las vacunas de uso regular en caso de su reemergencia.