El Juzgado de lo Penal de Manresa ha ejecutado la condena a una pareja que era propietaria de un negocio relacionado con animales y centro veterinario por intrusismo profesional, según informa el Colegio de Veterinarios de Barcelona (COVB). La condena comporta la inhabilitación para ejercer cualquier profesión u oficio relacionado con los animales durante el período de 3 meses.
La sentencia deriva de un caso de intrusismo profesional grave en el que, como copropietarios de un establecimiento abierto al público, el condenado realizaba cirugías, diagnósticos, prescripción y administración de medicamentos. La propietaria que no realizaba directamente actos de intrusismo también es condenada porque favorecía y conocía que en su centro veterinario se estaban realizando unas prácticas en contra de la profesión de veterinario, incurriendo en un claro intrusismo profesional. Los dos condenados contrataban veterinarios sin experiencia como “tapadera”, para poder actuar como veterinarios, realizando actos propios de la profesión.
Desde el COVB señalan que continúan en la lucha contra el intrusismo profesional y realizan un seguimiento del cumplimiento efectivo de la condena.