El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha adjudicado un contrato al Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA-CSIC) para el suministro de test que permitan la detección de garrapatas en granjas de cerdos. En un contexto de preocupación por la expansión de la peste porcina africana en algunos países de Europa, el objetivo es evaluar la presencia en España de este parásito, en concreto, de la especie Ornithodoros erraticus, uno de los principales vectores para la transmisión de la enfermedad.
El IRNASA-CSIC es el único centro en España que dispone de los medios materiales y humanos necesarios para la fabricación de los kits de diagnóstico ELISA para la identificación de las garrapatas, según especifica el contrato del Ministerio. Estos test, que ya se están elaborando en Salamanca, se enviarán en los próximos meses al Laboratorio Nacional de Referencia de Algete (Madrid) y permitirán realizar un total de 3.332 análisis. De esta forma, los técnicos tendrán un muestreo representativo a nivel nacional para caracterizar la presencia y distribución de O. erraticus en explotaciones porcinas.
El test, desarrollado por el Grupo de Parasitosis de la Ganadería y Zoonosis Parasitarias del IRNASA-CSIC, está basado en la identificación de los anticuerpos que generan los cerdos frente a la saliva de la garrapata. Los positivos delatan la picadura del parásito y, por lo tanto, su presencia en una granja. La historia de esta prueba serológica se remonta a los años 90, cuando la peste porcina africana era un grave problema en España. El trabajo de estos investigadores permitió crear un test inédito. “Analizamos más de 200 granjas de toda la provincia de Salamanca con el objetivo de localizar las que estuvieran infectadas, aplicar medidas de control y evitar que los cerdos se reinfectaran con el virus”, explica Ricardo Pérez, responsable de esta línea de investigación junto con su compañera Ana Oleaga.
Aquel esfuerzo contribuyó a la erradicación de la peste porcina africana en España y Portugal. De hecho, toda Europa parecía libre de la enfermedad hasta que en 2007 volvió a detectarse en el Cáucaso y comenzó su expandirse por el continente. En 2014 saltaron las alarmas en la Unión Europea al detectarse focos en varios países del este. Desde entonces, el test creado en el IRNASA-CSIC ya se ha usado en Alemania y en Cerdeña (Italia), tanto en cerdos como en jabalíes, para comprobar si O. erraticus está siendo un vector de la enfermedad, aunque no se ha encontrado.
“Las garrapatas no son la única forma de transmisión de la peste porcina africana, pero sí una de las más eficientes y sostenidas en el tiempo”, destaca el investigador, ya que este parásito es capaz de sobrevivir hasta cinco años sin alimentarse esperando la oportunidad de picar a algún animal, en este caso, los cerdos. Como históricamente O. erraticus ha estado presente en España y Portugal, ahora “el riesgo de reintroducción de la enfermedad es mayor”. Al tratarse de una enfermedad “letal, muy contagiosa, sin vacuna ni tratamiento”, representa una gran amenaza para la industria porcina.
En la actualidad, el test sigue siendo el mismo, basado en un extracto de glándulas salivales de la garrapata, aunque perfeccionado. Obtenerlo es un proceso laborioso que pasa por la disección del parásito. Además de suministrar las placas ELISA con el antígeno específico, el laboratorio del IRNASA-CSIC envía al Ministerio un protocolo para desarrollar el test y asesora en la interpretación y el análisis de los resultados.
El laboratorio de Ana Oleaga y Ricardo Pérez también trabaja con otra especie de garrapata, Ornithodoros moubata, que es vector de la peste porcina en el continente africano y de otra importante enfermedad que afecta a las personas, la fiebre recurrente humana. En la década de los 2000 estos investigadores consiguieron aislar un antígeno específico, obtenerlo de forma recombinante y patentarlo. Hoy en día, el IRNASA-CSIC sigue siendo un referente en este campo, de manera que en los últimos años ha suministrado la proteína recombinante a grupos de investigación de Sudáfrica, Mozambique, Uganda y Nigeria.