La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) ha publicado una opinión científica que aborda el bienestar de cinco especies criadas para la producción de pieles: el visón americano, el zorro rojo y el zorro ártico, el perro mapache y la chinchilla.
Actualmente, el bienestar de los animales destinados a la producción de pieles en la UE está regulado por la Directiva 98/58/CE, de protección animal. No existe legislación específica de la UE sobre la cría de animales de peletería, salvo la Recomendación del Consejo de Europa de 1999 (no vinculante) relativa a los animales de peletería.
Según el informe, para las cinco especies, los problemas de comportamiento más relevantes se relacionan con el tamaño y las condiciones desoladoras de las jaulas utilizadas en la producción peletera actual. “Estas restringen el movimiento de los animales y les impiden buscar alimento y explorar. También pueden provocar subestimulación o sobreestimulación sensorial (por ejemplo, si no hay un nido o refugio donde el animal pueda esconderse o aislarse cuando sea necesario)”, aseguran.
En este sentido, la mayoría de estos factores de riesgo negativos no pueden reducirse significativamente en el sistema actual de producción de pieles, ya que el tamaño limitado de las jaulas también impide añadir elementos estimulantes. Algunos ejemplos incluyen estímulos para estimular la búsqueda de alimento y la exploración, un nido o un escondite, o la provisión de agua libre, según la especie.
Los problemas de alimentación que pueden reducirse o prevenirse significativamente dentro del sistema actual de producción de pieles incluyen aquellos asociados con una alimentación y nutrición inadecuadas. Los expertos apuntan que estos pueden reducirse para las cinco especies modificando la forma de alimentarlas, ofreciendo productos masticables, como huesos para los zorros o heno para las chinchillas, y asegurando una alimentación sana y equilibrada.
Los visones americanos criados en grupos de más de dos animales pueden sufrir lesiones por peleas. Esto se puede reducir alojando a los visones jóvenes en parejas de diferente sexo hasta finales de otoño y luego manteniéndolos solos. Además, este espacio de conservación puede mejorarse proporcionando más espacio y añadiendo elementos estimulantes (objetos o estímulos que estimulen la exploración y la búsqueda de alimento, acceso a aguas abiertas, etc.) a sus jaulas.
Los zorros árticos, los zorros rojos y los perros mapaches a menudo experimentan problemas en las patas y las manos, que pueden reducirse significativamente mediante la cría selectiva, el control del peso, el aumento del espacio y la oferta de una variedad de tipos de suelos.
Los zorros rojos pueden sufrir estrés grupal al estar cerca de sus vecinos de jaula. Se desconoce si proporcionar una caja nido o un refugio es suficiente para reducir significativamente este estrés.
Los perros mapaches probablemente experimenten sobreestimulación sensorial en el sistema actual. Las soluciones para reducirla incluyen proporcionarles cajas nido durante todo el año, limpiar el estiércol con regularidad y manipularlos con cuidado y de forma limitada.
Las chinchillas necesitan limpiarse el pelaje y se estresan cuando se sienten amenazadas, como cuando hay un humano cerca. Esto se puede minimizar permitiéndoles bañarse en arena a diario y proporcionándoles un refugio donde esconderse.
En las especies estudiadas, se pueden lograr mejoras limitadas en el bienestar animal con el sistema actual.
Para reducir significativamente las consecuencias para el bienestar, consideran necesario “cambiar el sistema actual de jaulas por recintos que ofrezcan más espacio y entornos estimulantes. Esto mejoraría significativamente el bienestar de estas especies, facilitando que los animales satisfagan sus necesidades, como desplazarse, buscar alimento y explorar”.
Asimismo, apuntan que “se necesita más conocimiento para cuantificar el impacto de las medidas propuestas para mejorar considerablemente el bienestar”.
La EFSA elaboró un informe técnico que describe la biología de la especie, así como los sistemas de cría y las prácticas agrícolas utilizadas para mantener animales de peletería; con base en el informe técnico y sus propios lineamientos para evaluación de riesgos al bienestar animal, identificó las consecuencias para el bienestar más relevantes para cada especie, considerando la severidad, duración y frecuencia estimadas durante las distintas etapas de vida; y se exploraron formas de prevenir o reducir significativamente estos WC dentro del sistema actual, centrándose en las dimensiones y características de las jaulas utilizadas en la producción de pieles.