Los investigadores han demostrado que los probióticos pueden proteger a los pollitos recién nacidos de enfermedades bacterianas sin destruir los microorganismos beneficiosos.
Bacterias como Escherichia coli, Enterococcus y Staphylococcus pueden ser intrusos devastadores en la incubación y eclosión de los huevos. A medida que los pollitos se desarrollan, microorganismos dañinos pueden penetrar en las cáscaras a través de poros o pequeñas fracturas, y su proliferación puede eventualmente provocar la ruptura de los huevos, propagándose los microorganismos por las incubadoras, también conocidas como cabinas de eclosión.
El estándar de la industria para desinfectar es usar formaldehído, que mata todas las bacterias, buenas y malas, en general.
Por ello, investigadores de EE. UU. buscaron una forma de eliminar los microbios dañinos y preservar los beneficiosos.
Su estudio demostró que algunas cepas de probióticos redujeron las bacterias dañinas de manera similar a la fumigación con formaldehído.
“Cuando se proporciona un ambiente cálido y húmedo y se colocan miles de huevos en el mismo lugar, se crea el entorno perfecto para la proliferación microbiana y la transmisión de patógenos”, indicaron.
Se seleccionaron dos cepas probióticas de Bacillus amyloliquefaciens para aplicarlas en cabinas de incubación experimentales a pequeña escala, y los resultados mostraron que una de las cepas redujo las bacterias gramnegativas en la incubadora en comparación con un control.
Los investigadores generaron productos a base de esporas a partir de las dos cepas probióticas. Los probióticos se aplicaron en el ambiente de la cámara de incubación mediante aire comprimido, ubicado a unos 25 cm del ventilador de la cámara durante la fase de eclosión de los pollitos.
Estudios más recientes han indicado que la presencia de bacterias grampositivas como Enterococcus faecalis también podría mitigarse utilizando una de las cepas. Esto se tradujo en una menor colonización por E. faecalis en el tracto gastrointestinal de los pollitos después de la eclosión.
La misma cepa probiótica de bacterias tuvo un rendimiento similar al formaldehído en términos de reducción de bacterias dañinas.
El estudio señaló que el uso de probióticos tuvo otro efecto positivo: reducir el riesgo de daños en las vías respiratorias de los polluelos, a veces causados por el formaldehído.
“Será necesario un enfoque multifacético para reemplazar el formaldehído en las incubadoras avícolas comerciales. Actualmente, es la herramienta más eficaz que tiene la industria. Esperamos continuar nuestra investigación para identificar soluciones adicionales que puedan complementar el enfoque probiótico que hemos estado optimizando”.