Italia ha informado de su primer caso local de chikungunya desde 2017. Según ha comunicado el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) en su último informe semanal sobre enfermedades transmisibles, este caso se ha dado concretamente en la provincia de Piacenza, en la región de Emilia-Romagna.
Esto convierte a Italia en el segundo país del continente europeo en reportar casos locales de chikungunya este año. El primer país fue Francia, que ya ha confirmado 30 casos en doce regiones administrativas diferentes. Trece de estos casos se han registrado en Salon-de-Provence, en el departamento de Bouches-du-Rhône, al sur del país.
Cabe destacar que, este año, las autoridades francesas notificaron los primeros casos de chikungunya de transmisión local en los departamentos de Gironda y Bajo Rin. Sin embargo, los demás departamentos ya habían notificado casos de chikunguña o dengue de transmisión local en años anteriores.
Mientras tanto, se han notificado casos locales de dengue en tres países. Por una parte, Francia e Italia notificaron sus primeros casos de dengue de transmisión local de 2025 este mes, concretamente en el departamento del Loira y la provincia de Bolonia, respectivamente. Esta es la primera vez que se notifican casos de dengue de transmisión local en estas regiones.
Además, Portugal había notificado dos casos de dengue en Madeira en enero que, según el ECDC, probablemente se transmitieron en 2024.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó, a principios de este mes, las nuevas directrices para apoyar a los profesionales de la salud que atienden a pacientes con enfermedades arbovirales presuntas o confirmadas, como el dengue, la chikungunya, el zika y la fiebre amarilla. Esta es la primera vez que la OMS publica directrices globales que abarcan las cuatro enfermedades.
Es importante remarcar que, anteriormente limitados a climas tropicales y subtropicales, los mosquitos Aedes que transmiten estas enfermedades se están propagando a nuevas regiones debido al cambio climático, el crecimiento poblacional, el aumento de los viajes y la urbanización, lo que incrementa el riesgo de brotes. Los arbovirus representan ahora una creciente amenaza para la salud pública, poniendo en riesgo a más de 5.600 millones de personas.
Asimismo, hace unos días, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) recordó que los veranos que está dejando el cambio climático en España son “más largos, más intensos y más peligrosos”. De esta forma, la asociación alertaba de que la temporada de mosquitos se está prolongando cada vez más en el calendario y con una actividad creciente, lo que eleva de forma significativa el riesgo de transmisión de enfermedades vectoriales como el dengue, el zika, el chikungunya o la fiebre del Nilo Occidental.
“No estamos hablando solo de molestias o picaduras: el riesgo sanitario es cada vez más evidente”, subrayaba Jorge Galván, director general de Anecpla. “La expansión de especies como el mosquito tigre (Aedes albopictus) o el mosquito común (Culex pipiens), transmisores potenciales de enfermedades graves, es un fenómeno que exige una respuesta urgente y coordinada”.