Los científicos de la EFSA destacan que las escalas europeas clave con congregaciones de aves de alta densidad, como Islandia, Gran Bretaña, Irlanda, Escandinavia occidental y grandes humedales como el Mar de Wadden en las costas holandesa, danesa y alemana, serían lugares útiles para la detección temprana del virus durante la migración estacional de las aves silvestres.
El informe también aborda la posibilidad de que el virus se introduzca en Europa a través del comercio, concluyendo que la importación de productos con leche cruda procedentes de las zonas afectadas de EE.UU. no puede excluirse por completo y, por tanto, podría ser una posible vía. La importación de vacas lecheras y carne bovina también podría ser una vía potencial de introducción del virus. Sin embargo, el virus rara vez se ha encontrado en la carne, las importaciones de animales son muy limitadas y existen normas comerciales muy estrictas para la carne y los animales vivos que entran en la UE.
El informe de la EFSA también ofrece una visión general de la situación en EE.UU., donde 981 rebaños lecheros de 16 estados se vieron afectados entre marzo de 2024 y mayo de 2025. El informe, que fue revisado por las autoridades estadounidenses, destaca que el movimiento de ganado, la baja bioseguridad y el uso compartido de equipos de granja contribuyeron a la propagación del virus.
A finales de año, la EFSA evaluará el impacto potencial de la entrada de este genotipo de gripe aviar en Europa, recomendando medidas para evitar su propagación.