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“La información de Internet nunca debe sustituir a un médico veterinario”
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“La información de Internet nunca debe sustituir a un médico veterinario”

​Confiar en información de Internet o de programas de televisión puede ser peligroso para la salud de las mascotas
Información internet
Es importante “acudir a un veterinario que tenga conocimientos en el problema que tenga el animal”.

La Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA) y la empresa Hill’s Pet Nutrition han lanzado la campaña #ConfíaEnTuVeterinario, con la que quieren recordar la importancia de acudir a un profesional para tratar los problemas de salud de las mascotas. Ángela González, etóloga del hospital Rof Codina de Lugo; Belén Amil, nutricionista de la clínica veterinaria Menciña de Vigo; y Tomás Palomares, veterinario de exóticos en el hospital veterinario Animales Exóticos 24 horas de Madrid y divulgador veterinario en Instagram, explican los peligros de confiar en información no contrastada antes que en los especialistas.


“En nuestro caso vemos muchas veces que los tutores utilizan el castigo, el alfa rol y el intentar ser el dominante de la manada”, menciona González. Hoy se sabe que “las relaciones sociales que tienen los perros son bastante más complejas que una simple dominancia”, y aplicar estas técnicas puede generar agresividad, miedo, estrés “y merma mucho el bienestar del animal”. En el caso de la etología, afirma que “mucha desinformación viene de los programas de televisión”.


Palomares cree que la televisión puede mostrar “una cara muy idílica” de la clínica veterinaria: en programas que siguen el día a día de un veterinario en su consulta “no aparecen propietarios discutiendo con los veterinarios, cuestionando su trabajo o incluso agrediéndoles, como ocurre en la vida real”. Además, señala que “se debe tener mucho cuidado con extrapolar y generalizar información de ellos”, porque “puede haber un tratamiento mucho más complejo” que el que aparece en pantalla y luego el cliente “pretenda que tú hagas lo mismo con su animal”.


Respecto a la nutrición, Amil recalca que “la alimentación siempre debe ser individualizada, depende del paciente”, y esto puede suponer un problema a la hora de confiar en información online. “Pueden quedar carencias en algún mineral o vitamina”, sobre todo si el animal tiene patologías previas. La información que hay en Internet “puede estar muy bien para un animal adulto sano que no esté en crecimiento ni nada”, pero recuerda que “el problema que hay con las carencias nutricionales” es que no aparecen a los pocos meses, sino años más tarde, “por eso puede parecer que todo va muy bien, cuando en realidad a lo mejor no va tan bien”. Además, señala que se está viendo “muchísimo colesterol y triglicéridos altos en perros, hiperglicemias primarias”, con independencia del tipo de alimentación que tenga el animal.


GOOGLE NO ES VETERINARIO


Seguir información de Internet para tratar a las mascotas “puede poner en peligro la vida del animal”, destaca Palomares. Muchos propietarios prefieren buscar los síntomas de su mascota en lugar de acudir a un veterinario “por un tema económico”. Lo más frecuente es que después administren medicación humana, “los bañen por sospecha de golpe de calor o usen terapias alternativas con vinagres y aceites”. Solo cuando el cuadro ha empeorado “y el animal se está muriendo” lo lleva a una clínica, pero “muchas veces ya no se puede hacer nada y el paciente termina falleciendo”. Lamenta que “llegan a culpar al profesional de la muerte de su mascota”.


Amil afirma que “hay 20.000 blogs sobre nutrición animal en Internet, y muchos de ellos no están muy mal encaminados”, pero “no están tan bien encaminados en el caso de perros con ciertas patologías que no pueden tomar alimento crudo y en animales inmunodeprimidos”. Cuando se tienen cachorros, animales mayores o adultos con patologías,  “hay que acudir a un veterinario especialista en nutrición”.


Los tres expertos coinciden en que la información falsa también puede venir de familiares y amigos, ya sea por “leyendas urbanas” o porque ellos también se informen. González lamenta que “hay mucha cultura del castigo, de educar en el castigo, porque a nosotros nos han educado así”. No es extraño que se encuentren con casos en los que un perro ladre a una persona y “un conocido o familiar diga que eso no lo puedes permitir y termine regañando al perro o incluso pegándole. Y el perro en vez de ladrar pasa a morder”.


Palomares observa que las preguntas que recibe en clínica y las que le formulan por Instagram no son las mismas. En animales exóticos y salvajes la mayoría de patologías y problemas surgen por un mal manejo, por lo que “muchas preguntas son sobre manejo y alimentación, mitos, información y trucos que han leído por Internet o les han recomendado familiares y amigos y quieren verificar…”. En redes sociales el problema surge cuando “quieren que les diga qué les pasa a sus mascotas por una foto”, aunque también habla con “muchos propietarios que los cuidan correctamente”.


EXPERIENCIAS EN CONSULTA


En cuanto a personas que hayan llegado a consulta tras haber aplicado información falsa, la experiencia de los tres veterinarios es muy diferente. Amil sostiene que todos los tutores que le llegan a la clínica “son gente que de verdad se preocupa por la nutrición y lo suele hacer bastante bien. Si me buscan a mí es porque saben que lo que encuentran en Internet no es real”, pero conoce casos de perros caniches y yorkshires a los que alimentan durante años con arroz y zanahoria, aunque lo hacen “por decisión propia, sin buscar en Internet”.


En exóticos también es común encontrarse con animales a los que se da comida inapropiada durante años, como “conejos que se alimentan a base de zanahorias, loros de pipas y gatos de pescado”. Otra mala práctica habitual es “cortar el pelo o bañarlos porque creen que pueden tener calor”, cuando al bañar a un conejo “pierde la capacidad de termorregularse y pueden sufrir un shock térmico”. En contraposición, señala Palomares, ha conocido casos en los que los propietarios han estudiado la sintomatología por Internet, “han determinado que su mascota no iba a sobrevivir y llegan a consulta directamente solicitando la eutanasia”, pero al realizarle pruebas el diagnóstico es diferente, “el animal se recupera y tiene una vida normal y sana”.


González enfatiza que usar técnicas que se difunden en programas sobre adiestramiento puede ser muy peligroso, también para los tutores: “recuerdo un perro que gruñía cuando tenía algo apetitoso delante y se lo quitaban”. El dueño veía esos programas, y la gente le decía que no podía dejar que el perro le gruñese, “así que insistió en quitarle lo que tuviese delante y en ponerlo patas arriba cuando eso sucedía, y el perro mandó al dueño al hospital, cuando se podía haber prevenido perfectamente”.


Para luchar contra la desinformación es importante “acudir a un veterinario que tenga conocimientos en el problema que tenga el animal”, y los veterinarios como profesionales “informarse mucho, estudiar y contrastar información”. Concluyen que “es obligación de todos” respetar y velar por la salud y bienestar de los animales, tanto domésticos como salvajes. “Los vídeos de Internet nunca deben sustituir a un médico veterinario”.   

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