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¿A qué se dedican ahora los mejores expedientes de Veterinaria de los últimos años?
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¿A qué se dedican ahora los mejores expedientes de Veterinaria de los últimos años?

​Álvaro San Martín (2020) y Lucía Valladares (2021) nos cuentan cómo está siendo su incursión en el mundo laboral tras acabar sus carreras siendo los mejores expedientes de Veterinaria de España
Lucía valladares álvaro san martín
Lucía Valladares y Álvaro San Martín.

La Sociedad Española de Excelencia Académica (SEDEA) publica cada año el ranking de los estudiantes con los mejores expedientes académicos en sus respectivas titulaciones. En Veterinaria, los últimos han sido Álvaro San Martín (2020) y Lucía Valladares (2021).


La inserción en el mundo laboral nunca es fácil, no obstante, esta distinción, según cuenta Álvaro San Martín, “ayuda a abrir puertas”, pero aclara que “tener los mejores resultados académicos no te convierten en el mejor profesional, sobre todo en profesiones como la nuestra, donde, a la hora de la verdad, el contacto con los animales dista mucho de lo que pone en los libros”. Sin embargo, en el caso de Lucía Valladares, relata que este reconocimiento le permitió en su día optar a solicitar un contrato predoctoral para el personal investigador de la Junta de Andalucía.


San Martín, después de acabar la carrera, comenzó a trabajar en el campo de la investigación, concretamente en el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), perteneciente al CSIC. “Aunque fue una etapa muy enriquecedora en lo laboral y en lo personal, con el paso del tiempo me fui dando cuenta de que aquello no me acababa de llenar profesionalmente. Durante los últimos meses en el CSIC estuve dudando sobre la posibilidad de realizar un máster oficial y, posteriormente, un doctorado, pero fue entonces cuando comencé a darle forma a una idea que me había surgido desde que descubrí la existencia durante el último año de carrera de los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas Españolas (FAS) convertirme en veterinario militar”.


Para optar a la plaza debía prepararse las oposiciones y el Máster Universitario en Formación del Profesorado de ESO y Bachillerato, FP y Enseñanza de Idiomas. Tras una serie de incidentes y ante la escasez de plazas, decidió “acceder a las oposiciones por la vía de la promoción interna” (modalidad de oposiciones destinada a miembros del organismo público en cuestión, por ejemplo, para acceder a puestos más altos) y finalmente consiguió la plaza que quería en su ciudad natal, Salamanca, y en octubre comenzó la formación militar general en Zaragoza. Ahora se prepara la formación específica militar en Madrid, y recientemente ha conseguido publicar los resultados obtenidos en su TFG (relativo al síndrome de burnout entre los españoles veterinarios) en la revista americana JAVMA (Journal of the Veterinary Medical Association).


Por otra parte, Valladares, cuando finalizó la carrera, estudió un máster en Medicina Deportiva Equina en la Universidad de Córdoba. Más tarde comenzó un doctorado, al que pudo acceder, entre otros motivos, gracias al galardón que recibió por su expediente académico, para especializarse en esta rama, que compaginó con el estudio de las oposiciones a la Junta de Andalucía. Y actualmente oposita, exclusivamente, para la Asesoría de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.


Los intereses de Valladares siempre han estado estrechamente relacionados con los équidos y la medicina deportiva, según cuenta. “Me gusta mucho el campo y el mundo rural, tengo mucha relación desde pequeña con la agricultura y la ganadería. Es un sector en el que, si no llego a desarrollarme desde el ámbito público, lo haría desde el privado”.


Por su parte, San Martín afirma “sentir admiración por todos los sectores que ofrece en términos laborales la carrera de Veterinaria. Mi pensamiento ha ido cambiando, desde la clínica de pequeños animales, el doctorado, el sector de la higiene y seguridad alimentaria, oposiciones, investigación… Hasta el último año de carrera no descubrí la labor de las FAS, y tras poder hablar en primera persona con un veterinario militar decidí que era lo que quería ser”.


Cuando se les pregunta por su experiencia profesional, San Martín recalca que, pese a ser breve su contacto con el mundo laboral, “fue enriquecedor el trabajo en el CSIC, que era bastante demandante”.


Valladares anota que “es muy complicado encontrar la estabilidad o incluso llegar a fin de mes. Te das cuenta de cómo está el panorama y de lo costoso y difícil que resulta hoy en día intentar emprender o independizarse”. 


SITUACIÓN LABORAL DE LOS JÓVENES VETERINARIOS


La mayoría de los veterinarios en España suelen dedicarse al sector clínico, concretamente al cuidado de pequeños animales o de compañía. Además de esta especialidad, existe la posibilidad de seguir estudiando, ya sea unas oposiciones o realizar un máster y doctorado, o de centrarse en la investigación, entre otros campos,.


San Martín opina que “el panorama veterinario joven viene pisando fuerte, pues cada vez estamos más y mejor formados. Tengo compañeros trabajando en el sector de la higiene y seguridad alimentaria, clínica de pequeños y grandes animales, investigación, industria farmacéutica, opositores… y todos son unos excelentes profesionales que se dejan la piel en su trabajo, desempeñando un papel clave en la sociedad”.


Por su parte, Valladares relata que actualmente “hay un porcentaje muy alto de compañeros que están opositando”. Y añade que “tendría que haber más información por parte de las universidades de las salidas laborales y sectores a los que podemos acceder y cómo acceder a ellos”.


álvaro san martín


AGOTAMIENTO Y ABANDONO DE LA PROFESIÓN


El sector de la veterinaria no está exento de la situación de estrés y agotamiento. Recientemente, un estudio en Estados Unidos recogía que, según las razones de mortalidad estandarizadas, de 2003 a 2014, los veterinarios murieron por suicidio 1,6 veces más de media que la población general, y las veterinarias 2,4 veces más. Durante ese mismo período, los técnicos veterinarios se suicidaron 5 veces más que la media, y 2,3 veces más las mujeres.


Entre algunas de las causas que pueden acabar desembocando en esta situación, los profesionales resaltan la fuerte implicación en el trabajo, sacrificio de la vida personal, o situaciones éticamente comprometidas.


Ambos están de acuerdo con que existen altos niveles de estrés, aunque admiten no haberlos experimentado aún. El veterinario asegura que, tras enfocarse en su TFG en este problema, ahora es más consciente de él, cuya causa, según relata son: “las largas jornadas y el exceso de trabajo, la existencia de clientes exigentes, los conflictos económicos con estos, la transmisión de malas noticias, el estrés ético y moral, el pobre balance entre la vida laboral y personal, la autoexigencia o la exposición continua a la eutanasia”.


Ni él ni Valladares se han planteado abandonar la profesión, sin embargo, ella sí que se ha replanteado la “dirección” que tiene que tomar, asegura. “Llevar para adelante un doctorado que requiere una gran labor investigadora y vocación, junto a intentar opositar, lo que requiere muchísimas horas, dedicación y motivación, era muy complicado. Si a eso le sumas, intentar disfrutar o vivir... Acaba resultando incompatible, estresante y agotador”.


ETAPA UNIVERSITARIA


La veterinaria afirma que los mejores recuerdos de su etapa universitaria son “sus amigos y compañeros, sin duda”. Explica que “es una de las partes más bonitas de la carrera, los buenos amigos que consigues durante esos cinco años y que, hoy en día, tengo la suerte de mantener”.


Y respecto a su peores, “las interminables horas de estudio y los sacrificios que he tenido que hacer durante esos años, estando lejos de la familia y dejando a un lado la gran afición que tengo a montar a caballo”.


San Martín coincide en los mejores recuerdos, “están relacionados con mis compañeros de carrera. La UEX y Cáceres han marcado mi vida y la etapa universitaria que desarrollé allí fue insuperable, fundamentalmente por la gente que me rodeaba. Además, también guardo un especial cariño y admiración por todos los profesionales que trabajan en la Facultad de Veterinaria de la UEX y en el Hospital Clínico Veterinario”. Respecto al peor momento o recuerdo de su etapa universitaria: la pandemia de 2020, que según relata “robó a mi promoción nuestro último año de carrera”.


Ambos han querido dar consejos a los futuros veterinarios, San Martín anima a quien esté acabando la carrera a “que aproveche y se informe sobre la gran variedad de salidas laborales que ofrece la profesión y que apunte alto. Que no tengan miedo de salir de su área de confort y que exploren hasta descubrir qué les llena verdaderamente”. Añade que “cada vez más gente sabe de la crucial labor que desempeñamos los veterinarios en la sociedad, y debemos de estar a la altura de ello”. Y Valladares recomienda que “le dediquen mucho esfuerzo, ganas y motivación, ya que es una profesión en la que labrarte un camino y conseguir algo estable es muy complicado y sacrificado”.


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CÓMO VALORAN SU SITUACIÓN ACTUAL


Sobre si se encuentran en el puesto o en las circunstancias donde querían, ambos responden que están contentos con su situación.


San Martín se ha “dejado llevar bastante para formarme y aprender”, y pese a que su perspectiva de futuro ha cambiado con el paso del tiempo, no se arrepiente de nada y comparte que “creo que hay que ser valiente en esta vida y no acomodarse, buscando siempre una mejor versión de ti en lo personal y en lo profesional”.


La respuesta de Valladares a esta pregunta lleva a pensar que ella tenía claro desde hace tiempo lo que quería. “Ahora mismo estoy donde quiero, en el camino. Más convencida y motivada que nunca”. 

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