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Sara Martínez, veterinaria un en hospital de medicina humana: "No hay que cerrarse puertas"
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Sara Martínez, veterinaria un en hospital de medicina humana: "No hay que cerrarse puertas"

​Esta joven, que acabó el Grado en Veterinaria hace apenas dos años, nos cuenta su experiencia como miembro de un grupo del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur (IISGS), donde contribuye a desarrollar una tesis sobre artritis reumatoide
Sara martínez rvc
Sara Martínez, veterinaria predoctoral en el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo.

Aunque al comenzar sus estudios de Veterinaria no pensaba en dedicarse a la investigación, ahora está convencida de que esta ha sido "una muy buena forma de comenzar en el mundo laboral", asegura Sara Martínez, veterinaria predoctoral en el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo. Concretamente forma parte de un grupo de investigación del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur (IISGS), donde trabaja, sobre todo, con médicos y biólogos


La veterinaria acabó la carrera hace dos años sin saber muy bien a qué quería dedicarse. La falta de experiencia solía ser un problema en las entrevistas de trabajo y, aunque mandó multitud de curriculums durante sus primeras semanas como buscadora activa de empleo, no recibía ninguna respuesta positiva. "Al final, casi de casualidad, encontré un grupo del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur (IISGS) que buscaba un candidato para desarrollar una tesis sobre artritis reumatoide en humanos. Para mi sorpresa me seleccionaron", relata la joven. 


Posteriormente, la Xunta de Galicia le concedió un contrato predoctoral para la dedicación exclusiva al doctorado y, unos meses más tarde, lo hizo el Instituto de Salud Carlos III. "La solicitud de estos contratos solo puede hacerse cuando el jefe de grupo haya recibido financiación como Investigador Principal del propio ISCIII en el año anterior. El candidato se presenta con sus propios méritos científicos, los del jefe de grupo y los del grupo completo", cuenta Martínez. "También las comunidades autónomas, el Ministerio de Universidades, las mismas universidades o incluso entidades privadas, con requisitos diferentes ofrecen opciones de contratos predoctorales en el área biomédica", añade.


Recientemente Sara Martínez ha estado en el Royal Veterinary College (RVC), gracias a una de las posibilidades de estancias en el extranjero que ofrece el programa de doctorado en el que está matriculada. "Me animé a intentarlo, contacté con dos profesores del grupo Musculoskeletal Biology, cuyas líneas de investigación se relacionaban con la mía, y enseguida me aceptaron". Estos investigadores trabajan con modelos animales que pueden trasladarse a la medicina veterinaria y también humana. Con ellos ha ampliado su conocimiento sobre la fisiopatología articular y ha podido aprender sobre modelos de dolor, una de las grandes inquietudes en las enfermedades reumáticas. "Trabajar allí ha sido increíble, enriquecedor y todo un reto personal. El ambiente de trabajo es excelente y la experiencia ha merecido totalmente la pena", comenta entusiasmada.


"El RVC acoge sin coste a estudiantes predoctorales por un máximo de 6 meses. Además, también ofertan periódicamente puestos de trabajo para investigadores y clínicos", apunta, incidiendo en que es una estancia muy recomendable para cualquier joven veterinario de España. "Ahora mismo existen ciertos requisitos para trabajar en Reino Unido. En el caso de estancias como visitante esos requisitos pueden diluirse", afirma. 


Sin embargo, dedicarse a la investigación no suele ser el sueño de un estudiante de Veterinaria que empieza. Tampoco era el de ella, aunque ahora se muestra muy contenta con esta oportunidad. "Trabajar con otros profesionales te enseña muchísimo. Yo me sentía muy perdida al principio, pero, en poco tiempo, he aprendido cosas que antes me parecían imposibles". En este sentido, los veterinarios parten con una gran ventaja, ya que esta carrera se considera nivel 3 del MECES y no es necesario realizar un máster para iniciar una tesis doctoral. "Mi consejo es que no se cierren puertas: hay posibilidades que quizá desconozcan y les sorprendan positivamente", anima a los jóvenes veterinarios.


Como Martínez, muchos veterinarios trabajan en medicina humana, aunque esto no siempre es conocido. En la actualidad, conceptos como el llamado One Health están contribuyendo a fomentar la cooperación y el trabajo conjunto entre médicos y veterinarios, favoreciendo contratos como el de esta joven veterinaria en un hospital de medicina humana. "Los veterinarios somos los únicos autorizados para obtener el nivel máximo de capacitación en experimentación animal, un campo a día de hoy fundamental en biomedicina", reivindica.


"Yo creo que debemos seguir esforzándonos por concienciar a la sociedad sobre cómo nosotros podemos contribuir a la salud de las personas. Todavía tenemos que avanzar mucho, pero pienso que cada vez se nos va teniendo más en cuenta, como ya sucede en otros países, por ejemplo en Reino Unido", concluye esta veterinaria predoctoral, a la que se le augura un futuro brillante.

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