Un estudio estima que 400.000 personas se infectan por coronavirus cada año

Los coronavirus emergentes (CoV) de origen silvestre han perturbado la seguridad sanitaria y las economías mundiales durante las dos últimas décadas. Por ejemplo, los CoV del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) causaron una morbilidad y mortalidad humanas significativas en 2002 y 2012, respectivamente.

Por su parte, el síndrome de diarrea aguda porcina CoV causó una mortalidad sustancial en cerdos en el sur de China durante 2016 y 2019.

Una mención especial merece la aparición del SARS-CoV-2 en 2019 que condujo a la pandemia actual de COVID-19 que ha causado millones de casos y muertes, con pérdidas económicas gigantescas. Por lo tanto, los esfuerzos para aumentar la preparación y mejorar la vigilancia de los coronavirus emergentes representan una prioridad para los programas de salud mundial.

Para evaluar el riesgo de aparición de nuevos eventos relacionados con coronavirus, investigadores de la organización EcoHealth Alliance, en EE. UU., y la Facultad de Medicina de Duke, en Singapur, han elaborado un estudio, pendiente de revisión, en el que estiman que la propagación zoonótica de virus sigue siendo, en gran parte, desconocida para la comunidad científica.

En el artículo, los autores explican que “se cree que la propagación inicial del SARS y el MERS a las poblaciones humanas se produjo a través de huéspedes intermediarios, como civetas de palma y dromedarios, respectivamente. Sin embargo, el papel de las civetas en la aparición del SARS es incierto, y otros coronavirus relacionados con el SARS en murciélagos (SARSr-CoV) pueden infectar directamente las células humanas, y por lo tanto tienen el potencial de extenderse directamente de los murciélagos a los humanos”.

Por lo tanto, los investigadores crearon un mapa detallado de los lugares habitados por varias especies de murciélagos que se sabe contienen coronavirus similares al SARS. El mapa del hábitat de los murciélagos se comparó con los hábitats humanos para descubrir posibles puntos críticos para las infecciones por coronavirus.

El análisis mostró que más de 500 millones de personas viven en aquellas áreas donde los coronavirus originados en murciélagos pueden extenderse a los humanos. Estos lugares incluyen el norte de la India, Nepal, Myanmar y la mayor parte del sur de Asia. También encontraron que el riesgo de infección por coronavirus era más alto en el sur de China, Vietnam, Camboya, Java y algunas islas de Indonesia.

“Muchos de estos países están experimentando cambios sociales y ambientales, como por ejemplo, el rápido crecimiento de la población humana, el movimiento de los residentes rurales a los centros urbanos, la agricultura y el comercio extensivos de vida silvestre, o la rápida conversión de tierras de hábitats boscosos vírgenes a monocultivos agrícolas, y, por lo tanto, podrían representar puntos críticos”, explican los expertos.

INFECCIÓN EN EL SUDESTE ASIÁTICO

Asimismo, tras calcular el número de personas que viven en el área de las especies hospedadoras de murciélagos SARSr-CoV, los autores incorporaron datos sobre contactos murciélago-humano, seroprevalencia humana del SARSr-CoV y duración de los anticuerpos del SARS para estimar el alcance del contacto humano con el SARSr-CoV en el sudeste asiático.

Los investigadores concluyeron que “dentro del área de las especies hospedadoras de murciélagos con riesgo de tranmision de SARSr-CoV, un promedio de 407.422 personas están infectadas con el virus cada año en el sudeste asiático”.

En conclusión, los autores explican que el estudio “proporciona una estrategia que tiene potencial para mejorar la preparación para enfermedades emergentes y riesgo de pandemia. Y también ha producido mapas que pueden usarse para realizar estudios de campo para programas de descubrimiento de virus y estimaciones de tasas de desbordamiento que pueden guiar la vigilancia para identificar más rápidamente una nueva infección por CoV y ayudar a prevenir la propagación”.