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Los veterinarios europeos sienten que se infravalora a la profesión
EDICIÓN
La Unión de Médicos Veterinarios Europeos se reunió telemáticamente para discutir aspectos relevantes de la profesión veterinaria.

Los veterinarios europeos sienten que se infravalora a la profesión

La pandemia de COVID-19 ha destacado el papel de los veterinarios en el concepto ‘One Health’, sin embargo, el sentir entre los veterinarios es que la contribución potencial de la profesión está infravalorada
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La Unión de Médicos Veterinarios Europeos se reunió telemáticamente para discutir aspectos relevantes de la profesión veterinaria.


El encuentro estuvo marcado por el impacto de la COVID-19 en la práctica veterinaria. En la mayoría de los países, la profesión solo ha sufrido retrocesos menores. “Nuestra encuesta mostró que la mayoría de las prácticas funcionaban a nivel normal”, informó Dietmar Gerstner (Austria). Representantes de la República Checa (Karel Daniel), Dinamarca (Steen Bo Larsen), los Países Bajos (Rens van Dobbenburgh), Hungría (Zsolt Pinter) y Suiza (Olivier Glardon) también expresaron que las prácticas veterinarias habían estado ocupadas en sus respectivos países con medidas de bioseguridad. “Afortunadamente, la profesión veterinaria se consideró esencial al comienzo del brote”, señaló Marie Modal (Noruega). Asimismo, representantes de Alemania (Siegfried Moder), Irlanda (Peter Bishton) y Francia (Christophe Buhot) explicaron que pudieron convencer a su gobierno del papel esencial de los veterinarios.


Sin embargo, en algunos países, las consecuencias del encierro fueron bastante severas para la profesión, en particular en la práctica de animales de compañía. “En el norte de Italia, el 55% de los veterinarios se quedaron sin trabajo durante la primera fase del cierre; solo alrededor del 30% pudieron trabajar normalmente”, informó Giuliano Lazzarini (Italia). Por su parte, Jordi Franch explicó que “en España, la mayoría de las prácticas de animales pequeños sufrieron una disminución del 35-50% en la facturación en abril debido al estricto encierro, con despidos de veterinarios más jóvenes”. En Serbia, las prácticas de animales grandes también sufrieron, ya que necesitaban un permiso especial para hacer visitas después de las 5 de la tarde, según Miroslav Urosevic. En Rusia, “muchas clínicas más pequeñas tuvieron que cerrar, y varios compañeros estuvieron enfermos por COVID-19, aunque ninguno ha muerto”, apuntó Tatiana Krasnova.


En Reino Unido, Nick Stuart informó que, aunque hubo una disminución en la cantidad de trabajo en la práctica de animales de compañía, hubo un excelente plan de licencia gubernamental (apoyo de hasta el 80% de los ingresos). En Bélgica, la práctica de animales de compañía también había sido duramente golpeada, y se había discutido mucho si permanecer o no abierto, comentó Alain Schonbrodt.


PROFESIÓN INFRAVALORADA


La pandemia de COVID-19 ha destacado el papel de los veterinarios en ‘One Health’. Muchos países informaron la recolección de ventiladores para hospitales, a pesar de que no siempre fueron necesarios. “En cualquier caso, fue una buena ocasión para destacar la importancia de ‘One Health’”, señaló Hanna Nurmi. En Grecia, muchos veterinarios habían ayudado al Ministerio de Salud a ayudar con las pruebas de diagnóstico y la medición de temperaturas, explicó Athina Trachili. En Serbia, los laboratorios veterinarios también demostraron que podían ayudar en las pruebas de COVID-19.


Sin embargo, el sentir entre los veterinarios es que la contribución potencial de la profesión estaba infravalorada en muchos casos. En Francia, los fabricantes de pruebas de diagnóstico habían ofrecido sus servicios, sin éxito. “Incluso el apoyo de los laboratorios de diagnóstico veterinario para llevar a cabo las pruebas COVID-19 no fue reconocido ni aceptado”, lamentó Christophe Buhot. Esto también sucedió en Alemania, donde “la profesión médica humana encontró difícil aceptar el apoyo ofrecido”. En algunos países, como Suiza, la situación llevó a la discusión sobre cómo hacer un mejor uso de los veterinarios, para tener un enfoque real de ‘One Health’.


OTRAS CONSECUENCIAS DE LA COVID-19


Varios países mencionaron la escasez de equipos personales de protección.


En Suecia, más personas en el hogar habían llevado a una mayor demanda de gatitos y cachorros y, por lo tanto, al comercio ilegal de mascotas.


En los Países Bajos, las granjas de visón resultaron positivas para COVID-19 debido al personal infectado, y se estaban realizando pruebas en granjas de visón en otros países (Grecia, España, Dinamarca).


Alemania informó sobre los problemas de los estudiantes de veterinaria para encontrar experiencia laboral, mientras que las escuelas de veterinaria españolas habían pasado a la formación online, con sesiones prácticas que se realizarán más adelante este verano.


La telemedicina había aumentado en varios países y se había establecido un período de prueba de 18 meses en Francia.


Finalmente, en Alemania, el IVA se redujo del 19 al 16% durante seis meses, para alentar el gasto. Con suerte, esto también beneficiaría las prácticas veterinarias.

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