La vacuna es un paso importante en la lucha contra una de las mayores amenazas para la supervivencia a largo plazo del icónico marsupial de Australia.
Dirigidos por el profesor de Microbiología Peter Timms, los investigadores del Centro de Bioinnovación de la Universidad de la Costa del Sol de Australia, han pasado más de 10 años desarrollando la vacuna de dosis única para proteger a los koalas de la enfermedad que puede causar dolorosas infecciones del tracto urinario, infertilidad, ceguera e incluso la muerte.
"Un producto de alta calidad, aprobado por veterinarios, que ahora se puede usar en hospitales de vida silvestre, clínicas veterinarias y en el campo, para proteger a los koalas más vulnerables del país”, explica el experto.
Algunas colonias individuales se acercan cada día más a la extinción local, especialmente en el sureste de Queensland y Nueva Gales del Sur, donde las tasas de infección dentro de las poblaciones suelen rondar el 50 % y, en algunos casos, pueden alcanzar el 70 %.
La Autoridad Australiana de Pesticidas y Medicamentos Veterinarios (APVMA) aprobó recientemente la vacuna para su producción y uso generalizado bajo su categoría de uso menor.
Hasta ahora, los antibióticos eran el único tratamiento disponible para los koalas infectados con clamidia, pero pueden afectar su capacidad para digerir las hojas de eucalipto, su única fuente de alimento, lo que provoca inanición y, en algunos casos, la muerte. Además, a menudo no previenen futuras infecciones, lo que deja a las poblaciones vulnerables.
Una década de datos clínicos, recopilados mediante múltiples ensayos de vacunación, confirmó la seguridad y eficacia de la vacuna. Esto incluye el estudio más amplio y prolongado jamás realizado con koalas salvajes, dirigido por el Dr. Sam Phillips.
“La vacuna se ha probado en cientos de koalas salvajes, en otros en cautiverio y en hospitales de vida silvestre, y a lo largo de varias generaciones. Se basa en la principal proteína de membrana externa de Chlamydia pecorum (MOMP) y ofrece tres niveles de protección: reduce la infección, previene la progresión a la enfermedad clínica y, en algunos casos, revierte los síntomas existentes”.
El profesor Timms subraya que era una vacuna complicada, con seis componentes diferentes. “Tres son las proteínas de la clamidia, diseñadas para cubrir las diferentes cepas de clamidia que circulan en diferentes partes del país. El adyuvante también consta de tres partes, y nos complace haberlo diseñado como un adyuvante de una sola dosis. Muchas vacunas requieren una dosis de refuerzo, pero hemos desarrollado específicamente una vacuna que solo requiere una dosis, y para un animal salvaje como los koalas, eso es lo que realmente se necesita", apunta.
Este importante hito también fue posible gracias a las asociaciones con hospitales de vida silvestre y equipos veterinarios de campo y al apoyo de los gobiernos federal, de Nueva Gales del Sur y de Queensland, los consejos locales y muchos donantes generosos.
“Muchos han contribuido a este esfuerzo extraordinario para ayudar a salvaguardar a nuestros koalas en peligro de extinción y estamos sumamente agradecidos por su apoyo”, afirma.
El ministro Federal de Medio Ambiente y Agua, Murray Watt, comenta que "cuidar de nuestra fauna enferma y herida ayudaría a garantizar que nuestros hijos y nietos aún puedan ver estas criaturas únicas en la naturaleza. Sabemos que los koalas necesitan ayuda para combatir enfermedades como la clamidia. Es una amenaza generalizada que afecta su salud reproductiva y causa infertilidad.
“Es por eso que hemos realizado inversiones significativas en la salud y el cuidado de los koalas a través del Fondo para Salvar a los Koalas de 76 millones de dólares, para utilizar los últimos avances científicos y lograr esta notable hazaña: la primera vacunación contra la clamidia en koalas", añade.