Los etólogos húngaros han desarrollado el primer sistema de diagnóstico capaz de detectar perros de familia con sospecha de TDAH, siguiendo los principios de diagnóstico del TDAH humano (trastorno por déficit de atención e hiperactividad).
La investigación, realizada en el Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE), se publica en Scientific Reports .
El estudio tuvo como objetivo crear una herramienta objetiva y estandarizada para identificar perros con comportamientos asociados al TDAH, como falta de atención, hiperactividad, impulsividad y deterioro funcional. El nuevo sistema podría respaldar tanto la investigación científica como la práctica veterinaria, ya que actualmente no existe un método universalmente aceptado para la detección de perros con síntomas similares al TDAH, a pesar del aumento de informes de propietarios sobre estos problemas de comportamiento .
El estudio involucró a 1872 perros de familia y sus dueños. Los investigadores utilizaron la Escala de Evaluación de TDAH y Funcionalidad Canina (DAFRS), previamente validada, que evalúa el comportamiento canino desde dos perspectivas. La primera parte mide la presencia de síntomas (falta de atención, hiperactividad, impulsividad), mientras que la segunda evalúa hasta qué punto estos comportamientos interfieren en el funcionamiento diario del perro, por ejemplo, en las interacciones cotidianas con su dueño o en su aprendizaje.
"En el diagnóstico en humanos, la presencia de síntomas como falta de atención, hiperactividad o impulsividad por sí sola no necesariamente indica TDAH. Un elemento clave es el deterioro funcional, es decir, si estos síntomas tienen un impacto negativo en la vida cotidiana", explicó la Dra. Nóra Bunford, psicóloga clínica e investigadora del TDAH en humanos.
Los expertos examinaron cuántos perros presentaban problemas de comportamiento asociados con los síntomas del TDAH, que también afectaban negativamente su vida cotidiana. Se consideró que un perro presentaba deterioro funcional si sus dueños reportaban al menos cuatro de siete ítems con una gravedad moderada o mayor en cualquiera de los dominios relacionados con el TDAH (falta de atención, hiperactividad, impulsividad). Este criterio se aplicó a 116 perros (6,2 % de la muestra).
Posteriormente, el equipo combinó los datos de deterioro funcional con las puntuaciones totales de los síntomas de TDAH. Establecieron un criterio final: los perros se clasificaron como en riesgo si obtenían al menos 26 puntos en la escala de síntomas de TDAH y presentaban problemas notables en al menos un área funcional. Estos dos criterios se aplicaron conjuntamente a 79 perros (4,2 % de la muestra).
"Esta tasa de prevalencia es sorprendentemente similar a la reportada en adultos con TDAH, mientras que la prevalencia es algo mayor en niños y adolescentes. Al mismo tiempo, es importante destacar que ciertos factores pueden influir en nuestros resultados: por ejemplo, algunos dueños pueden no reconocer los síntomas o su gravedad, mientras que otros, especialmente interesados en el comportamiento canino, pueden ser más propensos a participar y reportar más síntomas", enfatizó la Dra. Márta Gácsi, investigadora principal del estudio.
Por su parte, la Dra. Barbara Csibra, primera autora del estudio añadió que "es fundamental destacar que el cuestionario por sí solo no es suficiente para el diagnóstico. Nuestro equipo ha desarrollado este sistema de diagnóstico paso a paso: el desarrollo del cuestionario fue el primer paso. Además, hemos diseñado una sencilla prueba de comportamiento que puede evaluar objetivamente los niveles de inatención, actividad excesiva e impulsividad de un perro, complementando los informes, a menudo subjetivos, proporcionados por los dueños".
"El diagnóstico final debe basarse en múltiples fuentes: el cuestionario evaluado por el propietario, una breve prueba de comportamiento y la consulta con un experto. Siempre que sea posible, también incluimos la opinión del entrenador del perro. Este enfoque multifacético ayuda a descartar otros problemas de comportamiento que puedan causar síntomas similares y reduce la probabilidad de un diagnóstico erróneo", señaló la Dr. Gácsi.
Para finalizar, el Dr. Csibra subrayó que "nuestro objetivo es establecer un sistema de diagnóstico fiable que permita una identificación más precisa de los perros en riesgo. De esta forma, podemos mejorar el bienestar tanto de los perros como de sus dueños, facilitando interacciones cotidianas armoniosas, ya que reconocer estos problemas de comportamiento ayuda a tomar decisiones adecuadas sobre el tratamiento o el entrenamiento".