Una válvula cardíaca artificial hecha de un nuevo tipo de plástico podría estar un paso más cerca de ser utilizada en humanos, luego de una exitosa prueba de seguridad a largo plazo en animales.
Un equipo de investigación del Reino Unido demostró que el material polimérico utilizado para fabricar la válvula cardíaca artificial es seguro después de una prueba de seis meses en ovejas.
Actualmente, los 1,5 millones de pacientes que necesitan reemplazos de válvulas cardíacas cada año se enfrentan a desventajas. Las válvulas cardíacas mecánicas son duraderas, pero requieren anticoagulantes de por vida debido al alto riesgo de coágulos sanguíneos, mientras que las válvulas biológicas, fabricadas con tejido animal, suelen durar entre ocho y diez años antes de necesitar reemplazo.
La válvula cardíaca artificial desarrollada por los investigadores está hecha de SEBS (bloque de estireno-etileno/bloque de butileno-estireno), un tipo de plástico de excelente durabilidad que no requiere anticoagulantes, y potencialmente ofrece lo mejor de ambos mundos. Sin embargo, se requieren más pruebas antes de poder probarla en humanos.
En su estudio, los investigadores probaron un prototipo de válvula cardíaca SEBS en un modelo de oveja preclínico que imitaba cómo estas válvulas podrían funcionar en humanos.
Los animales fueron monitoreados durante seis meses para examinar posibles problemas de seguridad a largo plazo asociados con el material plástico. Al finalizar el estudio, los investigadores no encontraron evidencia de calcificación perjudicial (acumulación de minerales) ni deterioro del material, coagulación sanguínea ni signos de toxicidad celular. La salud, el bienestar, los análisis de sangre y el peso de los animales se mantuvieron estables y normales, y la válvula prototipo funcionó correctamente durante el período de prueba, sin necesidad de anticoagulantes.
“Más de 35 millones de pacientes sufren daños permanentes en las válvulas cardíacas debido a la fiebre reumática, y con el envejecimiento de la población, se prevé que esta cifra se cuadriplicará o quintuplicará para 2050. Nuestros hallazgos podrían marcar el inicio de una nueva era para las válvulas cardíacas artificiales: una que ofrezca opciones más seguras, duraderas y fáciles de usar para pacientes de todas las edades, con menos complicaciones”, indican los autores
“Nos complace que el nuevo material plástico haya demostrado ser seguro tras seis meses de pruebas in vivo. Confirmar la seguridad del material ha sido un paso esencial y tranquilizador para nosotros, y nos ha dado luz verde para avanzar con el nuevo reemplazo valvular cardíaco hacia las pruebas en la práctica clínica”.
Los resultados sugieren que las válvulas cardíacas artificiales fabricadas con SEBS son duraderas y no requieren el uso de anticoagulantes durante toda la vida.
Aunque la investigación aún se encuentra en una fase inicial, los hallazgos abren el camino para futuras pruebas en humanos. El siguiente paso será desarrollar una versión de grado clínico de la válvula cardíaca de polímero SEBS y probarla en un ensayo preclínico más amplio antes de solicitar la aprobación para un ensayo clínico piloto en humanos.