La peste de los pequeños rumiantes es la próxima enfermedad animal que se busca erradicar. Sin embargo, en lugar de desaparecer, está apareciendo en nuevas regiones del mundo. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) ha publicado un texto que explica cómo se han utilizado con éxito las vacunas en Marruecos para controlar su propagación y qué se necesita para eliminarla definitivamente.
La peste de los pequeños rumiantes (PPR) es una enfermedad transfronteriza causada por un virus que afecta a cabras y ovejas, comprometiendo gravemente su salud y provocando importantes pérdidas económicas. Si bien la PPR ha estado presente históricamente en África, Oriente Medio y Asia, su aparición en Europa se ha intensificado en los últimos años. Solo entre 2024 y 2025, se notificaron nuevos brotes a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en Georgia, Bulgaria, Grecia, Rumanía y Hungría. La primera aparición de la enfermedad en un nuevo país se notificó a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria. en Albania, el 3 de junio de 2025.
Según el nuevo informe sobre el Estado de la Sanidad Animal Mundial, la PPR no solo es controlable, sino también erradicable. La Estrategia Mundial para el Control y la Erradicación de la PPR, desarrollada por la Organización Mundial de Sanidad Animal y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), describe un camino claro para erradicar la PPR, donde la vacunación desempeña un papel crucial, junto con el desarrollo de capacidades, la bioseguridad y las medidas de vigilancia. Se pueden extraer valiosas lecciones sobre cómo usar las vacunas para combatir la PPR de países y regiones con una larga experiencia en el manejo de la enfermedad, como Marruecos, en África.
La primera aparición de PPR en Marruecos se notificó en 2008. Más de 2300 ovejas y 200 cabras murieron durante varios brotes en todo el país durante un período de siete meses. La respuesta de los Servicios Veterinarios marroquíes fue rápida y eficaz: de 2008 a 2010, el 90 % de los animales susceptibles a la PPR se vacunaron anualmente. Con base en el análisis de datos, las investigaciones serológicas y la situación epidemiológica regional, la estrategia se ajustó posteriormente. Desde 2020, los Servicios Veterinarios decidieron vacunar a los animales contra la PPR y la viruela ovina cada dos años, utilizando una vacuna bivalente.
Con 22,4 millones de animales vacunados en cada campaña, la vacunación se ha convertido en una herramienta clave para controlar el resurgimiento de la PPR en el país, como explica el Dr. Abderrahman El Abrak, delegado de la OMSA para Marruecos: “En Marruecos, al igual que en otros países del Magreb y otros países africanos, los animales se desplazan con bastante frecuencia. Es difícil adoptar una estrategia de control de la PPR basada únicamente en medidas sanitarias, ya que controlar los desplazamientos de animales es muy difícil, si no imposible, en las condiciones actuales”.
Por ello, “creemos que adoptar un enfoque que combine la vacunación con otras medidas sanitarias para controlar y erradicar una enfermedad como la PPR es la opción más adecuada en nuestro contexto, a pesar de su coste, y los resultados obtenidos con este enfoque de vacunación son perceptibles. El uso de vacunas eficaces y de alta calidad también es esencial para el éxito de la estrategia de vacunación”.
Una campaña de vacunación contra la PPR cuesta a Marruecos un promedio de 12 millones de dólares, de los cuales el 75 % se destina al personal veterinario y el 25 % restante a dosis de vacunas, que se producen localmente. Desde la década de 1980, Marruecos ha invertido en el desarrollo de su sector veterinario privado, fomentando el establecimiento de consultorios veterinarios en zonas rurales. Su presencia no solo garantiza un apoyo regular a los ganaderos, sino que también proporciona una red eficaz de profesionales a la que las autoridades zoosanitarias pueden recurrir con prontitud cuando es necesario implementar campañas de vacunación.
“Disponemos de un sector veterinario privado muy desarrollado en casi todas las regiones de Marruecos, que proporciona un importante apoyo en la realización de campañas de vacunación del ganado contra varias enfermedades animales, en particular la PPR, lo que nos ayuda a conseguir una tasa de cobertura de vacunación muy elevada”, añade, “Su apoyo ha sido crucial para alcanzar nuestros objetivos, en particular para cubrir al mayor número posible de ganaderos a nivel nacional, así como para concienciar y motivar a los ganaderos a participar en las campañas de vacunación”.
Los Servicios Veterinarios han cooperado con las empresas farmacéuticas marroquíes desde el principio para producir una vacuna contra la PPR. Actualmente, dos empresas producen vacunas eficaces contra la PPR en Marruecos. Esto permite al país acceder a vacunas fiables y probadas en campo a precios competitivos, a la vez que minimiza el riesgo de escasez de suministro durante las campañas de vacunación a gran escala.
Con el último brote declarado oficialmente terminado en diciembre de 2022 Marruecos ha demostrado que es posible controlar eficazmente la PPR mediante la vacunación. Esto requiere inversiones y preparación, lo que es posible en parte gracias al desarrollo de asociaciones público-privadas.
Por otro lado, la PPR sigue siendo una enfermedad transfronteriza, estrechamente vinculada al movimiento animal, como señala el Dr. Abderrahman El Abrak. “Dada la dificultad de controlar de forma eficaz y sostenible los riesgos asociados a los movimientos ilegales de animales a través de las fronteras, la única manera de controlar este riesgo es mediante un enfoque regional y subregional coordinado para combatir la enfermedad”. De hecho, un solo país no puede lograr su objetivo de erradicar una enfermedad transfronteriza como la PPR por sí solo, ya que el riesgo de introducción ilegal no puede eliminarse por completo. Por lo tanto, es esencial que otros países implementen estrategias de control similares para que podamos detener la circulación del virus en diferentes regiones. “Sin un enfoque regional coordinado para el control de la PPR, nos resultará difícil erradicar la enfermedad basándonos únicamente en nuestros propios esfuerzos. Dicho esto, la erradicación de la PPR es posible”.