El 50 % del alumnado de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que incluye los grados de Veterinaria y Ciencia y Tecnología de los Alimentos, ha sufrido depresión, ansiedad y/o estrés, un 32 % burnout, y un 10,6 % ha tenido pensamientos suicidas. Son datos de un estudio pionero en España impulsado por la Facultad de Veterinaria de la UAB, la Fundación Galatea y el Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña.
El análisis cualitativo de la encuesta ha puesto en evidencia los factores que contribuyen al malestar emocional del alumnado: la carga académica; la dificultad para gestionar el tiempo entre las clases, las prácticas y el descanso; la falta de comunicación eficaz con el profesorado; y las dificultades relacionadas con aspectos burocráticos y organizativos del grado.
A partir del análisis de los resultados de la encuesta, se diseñaron diversas acciones para sensibilizar al alumnado sobre la importancia de la salud emocional y el autocuidado y dotarle de habilidades emocionales y relacionales, que son clave para el ejercicio de la profesión. "Con este plan piloto queremos crear un ambiente educativo que promueva, ya desde la etapa universitaria, el bienestar emocional y la resiliencia de los futuros profesionales de la veterinaria", afirma Manel López-Béjar, decano de la Facultad de Veterinaria de la UAB. Las acciones se han implementado durante el curso 2024-2025 y los resultados del plan piloto se evaluarán en 2025.
Las acciones están pensadas para mejorar la programación académica, con un enfoque especial en la adaptación de los calendarios académicos y de evaluación, la flexibilidad para adaptar contenidos curriculares, y el refuerzo de la comunicación con el profesorado para mejorar la accesibilidad y comprensión, la empatía, la gestión del estrés y la resolución de conflictos, fundamentales para afrontar los retos emocionales y psicológicos que implica la práctica de la veterinaria.
Como parte de las iniciativas para mejorar el bienestar emocional, también se han añadido sesiones de tutoría en un entorno menos rígido, donde los alumnos pueden expresar sus preocupaciones en un espacio más flexible y personalizado. el objetivo de fomentar un ambiente de apoyo mutuo y de comunidad.
Otra de las acciones clave ha sido acercar las salidas profesionales a los estudiantes con el objetivo de reducir la angustia relacionada con la incertidumbre sobre el futuro profesional. Por eso, se han organizado eventos como la Jornada de la Ocupación de Veterinaria (JOVs), donde se promueve la conexión entre el alumnado y profesionales del sector, lo que contribuye a conocer las oportunidades laborales disponibles ya afrontar las expectativas profesionales.
Estudios internacionales recientes revelan que un 78 % de los profesionales de las clínicas de pequeños animales presentan síntomas de burnout, y un estudio del Center for Disease Control and Prevention de EE.UU. concluye que los veterinarios tienen hasta 3,5 veces más riesgo de morir por suicidio que la población general, una tendencia que también se observa en España.
Los principales motivos son que, una vez entran en el mercado laboral, se enfrentan a grandes retos emocionales y psicológicos que incluyen la exposición frecuente a la muerte y la eutanasia de los animales, la presión de tomar decisiones médicas complejas y las exigencias que comporta, desde el punto de vista emocional, tratar con tutores de animales ansiosos o dolidos.