A veces se considera que la telemedicina facilita el acceso a la atención veterinaria en ciertos contextos, como cuando la atención presencial es inaccesible. Para comprender mejor las expectativas de los dueños de mascotas respecto a los servicios de telemedicina, un estudio canadiense se ha centrado en realizar entrevistas a los clientes de estos servicios.
Este estudio se enmarca dentro de un contexto en el que el acceso a la atención veterinaria es un problema reconocido en Norteamérica. Según una encuesta a 5.652 dueños de mascotas en Estados Unidos, el 25 % de los tutores de animales de compañía había experimentado barreras para acceder a la atención veterinaria. Asimismo, una encuesta reciente, realizada en Canadá, identificó que el 18 % de propietarios de mascotas no pudo obtener atención preventiva para su mascota durante el último año; el 12 % no pudo obtener atención médica para su mascota; y el 8 % no pudo acceder a atención de emergencia.
Ante estos problemas prevalentes de acceso a la atención, que pueden deberse a barreras socioeconómicas, geográficas, demográficas o basadas en el conocimiento, algunos profesionales han identificado la telemedicina como una posible solución para optimizar la accesibilidad a la atención veterinaria. Sin embargo, existe mucho debate sobre si las plataformas de telemedicina pueden satisfacer las necesidades y expectativas de los clientes.
Según los autores de este nuevo estudio, a pesar de la incertidumbre existente, los dueños de mascotas utilizan cada vez más la telemedicina veterinaria. Además, los estudios de mercado recientes predicen una tasa de crecimiento aproximada del 20 % entre 2025 y 2030.
Ahora bien, aunque la atención virtual puede ofrecer una herramienta para aumentar el acceso a la atención veterinaria, existen numerosas limitaciones para su uso que han sido planteadas por los profesionales veterinarios, en particular la incapacidad de realizar un examen físico del paciente, lo que puede dificultar la capacidad de los veterinarios para llegar a un diagnóstico. Asimismo, las preocupaciones éticas y legales relacionadas con la atención veterinaria remota también están presentes en el debate.
Los autores han explorado las perspectivas de los dueños de mascotas sobre los servicios de telemedicina en situaciones que percibían como emergencias veterinarias, centrándose tanto en sus dificultades de acceso a la atención como en sus expectativas respecto a dichos servicios.
Para la realización de este trabajo, se realizaron entrevistas individuales semiestructuradas a 18 dueños de mascotas en Ontario (Canadá), que se complementaron con un cuestionario en línea para recopilar información demográfica.
Los resultados de este análisis revelan que las expectativas de los participantes respecto a la telemedicina se basaron principalmente en su incertidumbre sobre la salud de sus mascotas en situaciones de emergencia (según la percepción del propietario).
La naturaleza de la situación, en la que el acceso a la atención presencial era imposible y la telemedicina se utilizó como último recurso, se relacionó con una sensación de incertidumbre (un tema recurrente en las entrevistas) relacionado con el problema médico que experimentaba su mascota, el sistema de atención veterinaria en general y la navegación en la propia plataforma de telemedicina.
Asimismo, la naturaleza del vínculo humano-animal fue notable en todas las entrevistas y pareció estar asociada con la ansiedad que experimentaron los participantes en relación con el estado de salud de su mascota, lo que, a su vez, influyó en su experiencia.
La sensación de incertidumbre de los clientes y la ansiedad resultante afectaron sus expectativas, ya que la intención de recibir asesoramiento profesional y orientación general pareció ser el factor impulsor de la elección de los usuarios de obtener atención veterinaria a través de la telemedicina. Se identificó asimismo que la naturaleza colaborativa de las interacciones de telemedicina tuvo el efecto de aliviar la incertidumbre y la ansiedad experimentadas por los participantes.
Aunque satisfechos con el servicio, los participantes reconocieron las limitaciones inherentes de la telemedicina y expresaron su preferencia general por las interacciones cara a cara cuando dicha atención sea accesible.
Como conclusión, los responsables del estudio explican que, cuando no se dispone de atención en persona, la telemedicina puede ofrecer a los dueños de mascotas orientación, claridad y comodidad valiosas, aunque muchos de ellos pueden seguir prefiriendo las consultas cara a cara para una atención integral.