La fundoscopia es vital para diagnosticar afecciones como la degeneración retiniana, la retinopatía hipertensiva y enfermedades infecciosas como la peritonitis infecciosa felina (PIF), además de permitir el seguimiento continuo de la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Con la llegada de la fundoscopia con teléfonos inteligentes, la captura y el intercambio de imágenes fúndicas de alta calidad se ha vuelto más accesible, lo que permite a los médicos generales consultar con especialistas y mejorar la precisión diagnóstica. La integración de la fundoscopia rutinaria en la práctica clínica puede conducir a diagnósticos más tempranos, mejores resultados terapéuticos y una mejor atención al paciente.
Un equipo del Reino Unido ha realizado una revisión que incluye información de referencias publicadas sobre patologías retinianas comunes en gatos, así como la amplia experiencia de los autores en la realización de fundoscopia.
Las dos técnicas principales para examinar el fondo de ojo son la oftalmoscopia directa y la indirecta. Cada una presenta sus propias ventajas y desventajas, y son complementarias. Por ejemplo, si se identifica una lesión mediante oftalmoscopia indirecta, se debe utilizar la oftalmoscopia directa para examinarla con mayor detalle.
Así, la oftalmoscopia directa resulta difícil de utilizar cuando el medio ocular no es transparente (por ejemplo, cataratas). Mientras tanto, en la indirecta, se puede lograr una mejor visión a pesar de las opacidades en el medio ocular.
Independientemente de la técnica utilizada, para los autores es importante seguir un enfoque sistemático al examinar el fondo de ojo para evitar pasar por alto lesiones. Las áreas clave a evaluar son el disco óptico (color y tamaño), la vasculatura retiniana (calibre, tortuosidad y longitud), el fondo tapetal (reflectividad, cambios pigmentarios, hemorragias, desprendimientos) y el fondo no tapetal (cambios pigmentarios).
El oftalmoscopio directo está disponible en todas las consultas y proporciona una vista vertical y magnificada del fondo de ojo. Para visualizarlo, el dial de la lente debe estar a cero. Los profesionales que usan gafas deben quitárselas y ajustar las dioptrías según su prescripción utilizando los diales de la lente. La intensidad de la luz debe mantenerse baja para evitar molestias al gato.
Por parte de la indirecta, indican que, para obtener una visión nítida del fondo de ojo, la fuente de luz debe colocarse contra la sien del clínico. La lente condensadora debe sujetarse entre el pulgar y el índice, con el lado plateado hacia el ojo, y estabilizarse en la cabeza del gato con uno o dos dedos. Una vez visible el reflejo tapetal, la lente debe colocarse a 2-4 cm del ojo. Si la imagen se pierde debido al movimiento de la cabeza, se recomienda retirar la lente y reposicionarla.
Asimismo, la fundoscopia con smartphone es una alternativa económica a las cámaras fúndicas especializadas y utiliza grabación de video para capturar imágenes nítidas. La alineación correcta entre la cámara, la lente condensadora y la pupila es necesaria para obtener buenas imágenes del fondo de ojo.
Una parte especifica de la revisión ha sido dedicada a repasar todos los posibles hallazgos que se pueden encontrar durante los exámenes. Por ejemplo, enfermedades sistémicas como la hipertensión sistémica y la PIF presentan lesiones fundoscópicas características. La intervención temprana en estos casos puede conducir a resultados favorables, tanto a nivel visual como sistémico.
Por ejemplo, sobre la degeneración de la retina, comentan que la atrofia progresiva de la retina y las enfermedades hereditarias de la retina, como la displasia de conos y bastones y la distrofia de conos y bastones, se informan con poca frecuencia en razas puras como la bengalí, la abisinia y la somalí. Otras causas de degeneración de la retina incluyen la deficiencia de taurina y la toxicidad de la enrofloxacina.
En la fundoscopia, se observan diversos grados de hiperreflectividad tapetal debido al adelgazamiento retiniano, además de la atenuación vascular retiniana.
Por último, concluyen que “esta reseña está dirigida a veterinarios clínicos y describe todos los pasos y el equipo necesario para realizar una fundoscopia con seguridad”.