El manejo no quirúrgico en caso de ingesta de agujas y clavos en mascotas puede ser una opción exitosa

Los cuerpos extraños gastrointestinales son una causa común de consultas en los servicios veterinarios y representan alrededor del 4 % de los procedimientos endoscópicos urgentes en humanos. En medicina humana, la mayoría de los cuerpos extraños ingeridos se manejan de manera conservadora, pero en algunos casos es necesario realizar una extracción mediante endoscopia o cirugía. Para cuerpos extraños puntiagudos, se recomienda la extracción de modo urgente ya que el riesgo de complicaciones es alto.

Respecto a la medicina veterinaria, no hay consenso sobre el manejo de cuerpos extraños gastrointestinales metálicos rectos y puntiagudos, como agujas de coser. Un equipo de investigadores realizó búsquedas en bases de datos para encontrar estudios relevantes, pero solo encontraron dos estudios retrospectivos que describían el tratamiento y los resultados de perros y gatos después de la ingestión de agujas de coser.

Por ello han llevado a cabo un estudio con el objetivo de describir el tratamiento conservador de cuerpos extraños gastrointestinales metálicos rectos y puntiagudos en perros y gatos, así como evaluar las complicaciones y los resultados del tratamiento. El manejo conservador, explican los autores, “no se describe en detalle en los estudios previos, por lo que este estudio proporcionará información valiosa sobre cómo manejar estos casos en la práctica clínica veterinaria”.

Para realizar el trabajo, se revisaron las historias clínicas de perros y gatos presentados en un hospital docente universitario entre 2003 y 2021 con cuerpos extraños rectos puntiagudos metálicos gastrointestinales (por ejemplo, agujas, alfileres, clavos).

Se definió manejo conservador como dejar el cuerpo extraño “in situ”. Se excluyeron los casos si el cuerpo extraño se identificaba fuera del tracto gastrointestinal (incluidos la orofaringe y el esófago) o si se extraía mediante endoscopia o cirugía como primera opción de tratamiento.

También registraron el motivo de la consulta, la ubicación del cuerpo extraño, el tratamiento, las complicaciones, el tiempo de tránsito gastrointestinal, la duración de la hospitalización y el resultado.

Finalmente, se incluyeron en el estudio un total de 17 casos (13 perros y cuatro gatos), tratados con abordaje terapéutico primario conservador (11) o tras fracaso de la endoscopia (2), de la cirugía (3) o ambas (1).

TIEMPO MEDIO DE TRANSITO INTESTINAL DEL OBJETO

Los signos clínicos asociados con el cuerpo extraño se informaron en tres (17,6 %) casos. Presentaban vómitos, diarrea, letargia, anorexia y dolor abdominal.

Hallaron el cuerpo extraño gastrointestinal metálico en el diagnóstico por imagen en todos los casos (100 %), siendo la radiografía la modalidad de imagen más utilizada. La localización de los cuerpos extraños al ingreso fue estómago en 14 casos, colon en dos casos y yeyuno en uno.

El manejo conservador fue exitoso en 15 casos, sin reportar complicaciones. Los pacientes fueron controlados clínica y radiográficamente con atención de apoyo variable. En dos casos se realizó cirugía posterior al no progresar el cuerpo extraño en radiografías repetidas a las 24 horas.

El tiempo medio de tránsito gastrointestinal de cuerpo extraño para los pacientes tratados de forma conservadora fue de 59,2 (±31,4) horas. Todos los pacientes sobrevivieron al alta.

Ante estos resultados, los autores concluyen que “el manejo conservador puede considerarse como una opción de tratamiento para cuerpos extraños gastrointestinales rectos metálicos puntiagudos en perros y gatos en ausencia de signos clínicos consistentes y sin evidencia de perforación gastrointestinal. Se debe mantener una estrecha vigilancia y radiografías repetidas para controlar la progresión del cuerpo extraño”.