Manejo del desafiante estreñimiento felino

Los gatos estreñidos se presentan comúnmente a las clínicas veterinarias. Pueden variar desde un estreñimiento leve e incómodo hasta un estreñimiento grave y una enfermedad sistémica en el momento de la presentación. 

La gestión de estos casos puede resultar frustrante debido a la naturaleza crónica del estreñimiento y las presentaciones recurrentes. Anthony Carr, profesor en el Departamento de Ciencias Clínicas de Pequeños Animales en el Western College de Medicina Veterinaria en Saskatoon, Canadá, ha propuesto un enfoque gradual y basado en la evidencia práctica para el manejo estos pacientes.

CAUSAS DEL ESTREÑIMIENTO EN GATOS

Los gatos pueden presentar estreñimiento leve, estreñimiento severo, o megacolon, pero las definiciones específicas de cada término no son tan claras en la medicina felina como en la medicina humana. En última instancia, dice Carr, todos estos pacientes necesitan tanto un alivio agudo como un plan de gestión a largo plazo. “Se debe identificar la etiología subyacente, si es posible, aunque para más del 60 % de los gatos la condición es idiopática”.

Los pacientes pueden presentar signos clínicos vagos e inespecíficos, como inapetencia, diarrea y vómitos. Algunos propietarios pueden notar una falta de materia fecal en la caja de arena o informar que la mascota se esfuerza por defecar. Carr señala que muchos de estos pacientes tienen algún grado de deshidratación, lo que a menudo contribuye al estreñimiento, ya que el colon realiza su función normal de reabsorber agua de las heces. “Esto da como resultado una materia fecal pequeña y firme que es más difícil de eliminar”, explica.

En el examen físico del animal, las heces firmes a menudo son palpables, aunque esto a veces puede ser difícil de percibir en gatos obesos. El paciente debe ser evaluado, en conjunto, y por su estreñimiento o ausencia de defecación, que puede ser causado por dolor en el área perineal, como abscesos, dolor que provenga de trastornos locomotores, como osteoartritis crónica o fracturas, estenosis rectales y deterioro neurológico.

Las radiografías pueden ser útiles para evaluar la gravedad del estreñimiento y evaluar los factores contribuyentes, como la osteoartritis, las fracturas pélvicas, las masas extraluminales o las enfermedades vertebrales. Las fracturas pélvicas y el consiguiente estrechamiento de la pelvis a menudo se citan como predisponentes al estreñimiento, pero en un estudio de gatos con estas lesiones, solo el 20 % tenía estreñimiento y ninguno tenía megacolon. Además, el estudio encontró que el grado de estrechamiento no estaba relacionado con la gravedad del estreñimiento.

El experto recomienda análisis de sangre en todos los pacientes que presentan estreñimiento para evaluar enfermedades concurrentes y determinar la estabilidad del paciente. La mayoría de los gatos que presentan estreñimiento son mayores y tienen enfermedades concurrentes que pueden contribuir a aumentar el grado de deshidratación, como hipertiroidismo, enfermedad renal o diabetes mellitus. “Los pacientes gravemente afectados pueden mostrar cambios en su recuento completo de células sanguíneas, incluidos cambios tóxicos, desviaciones a la izquierda y neutrofilia”.

MECANISMOS PARA ALIVIAR LA IMPACTACIÓN FECAL

Dado que todos los gatos estreñidos presentan algún grado de deshidratación, la rehidratación es el primer paso del tratamiento. En casos leves, los líquidos subcutáneos pueden ser suficientes, pero algunos gatos pueden requerir hospitalización para recibir líquidos por vía intravenosa. A medida que se rehidrata al paciente, se puede aliviar la impactación fecal.

Por otra parte, los enemas ayudan a rehidratar las heces. Carr recomienda usar agua tibia sin agregar nada, pero señala que, si se repiten varios enemas en un período corto de tiempo, el uso de soluciones de electrolitos balanceadas puede ayudar a prevenir cambios importantes de electrolitos en el cuerpo. En casos leves, la rehidratación y los enemas solos suelen ser suficientes para aliviar el estreñimiento.

Para los pacientes gravemente afectados, generalmente se requiere un tratamiento adicional. Históricamente, la resolución manual de la impactación, ha sido el siguiente paso, pero Carr desaconseja este procedimiento. Por el contrario, “el uso de soluciones de gastrostomía endoscópica percutánea (PEG) administradas a través de una sonda nasoesofágica (NE) es altamente efectivo y seguro”.

Una vez que se coloca el tubo NE y se confirma radiográficamente la posición adecuada, la solución de PEG se administra durante varias horas. “La mayoría de los gatos defecan en un plazo de 6 a 12 horas”, apunta el experto. Las dosis típicas son 100 ml / kg durante 10 horas, y pueden ajustarse con el tiempo, o administrarse durante períodos más largos si es necesario. Carr señaló que algunos veterinarios creen que el uso de soluciones de PEG está contraindicado, pero afirmó que, "en humanos, el uso de soluciones de PEG ha sido bien documentado y, en mi experiencia personal, es muy efectivo".

MANEJO A LARGO PLAZO DE GATOS ESTREÑIDOS

Una vez que se han abordado las afecciones primarias, el tratamiento del paciente comienza con una terapia dietética y se pueden incluir, a partir de ahí, tratamientos con laxantes o probióticos.

Sobre el manejo dietético, el autor considera que es la primera línea de tratamiento para gatos estreñidos. La mejor dieta para estos gatos varía según el individuo y, a menudo, se basa en sus preferencias. El componente más importante del manejo dietético es la presencia de fibra altamente digestible.

Por otra parte, se han utilizado varios laxantes en casos de estreñimiento felino, incluidos lactulosa, bisacodilo y sulfosuccinato de dioctilo sódico. Según la evidencia de la medicina humana, se prefieren los laxantes que contienen PEG 3350, porque son más efectivos y mejor tolerados. Estos fármacos son laxantes osmóticos que retienen el agua para mantenerla en el tracto gastrointestinal en lugar de llevarla al colon, lo que puede provocar la deshidratación del cuerpo.

Estos laxantes se toleran bien en los gatos. En un estudio preliminar de 6 gatos que usaron laxantes que contenían PEG 3350, Carr no observó efectos adversos. Las dosis pueden variar mucho entre pacientes y, a menudo, es necesario ajustarlas para alcanzar la consistencia fecal deseada. “La dosis es un cuarto de cucharadita por comida”. El veterinario indica que el gato puede tomar el medicamento hasta 3 días para ver el efecto completo, por lo que se recomienda ajustar la dosis lentamente.

Para los gatos que no responden a la dieta y a los laxantes solos, se deben agregar agentes procinéticos. La cisaprida (2,5 a 5 mg por gato cada 8 a 12 horas) es el fármaco recomendado por el especialista.

Respecto al uso de probióticos, “la evidencia reciente ha demostrado que ciertos probióticos disponible para humanos son eficaces para gatos con estreñimiento crónico y megacolon”. Carr enfatizó que, “si bien algunos probióticos han mostrado utilidad, esto no significa que otras cepas de probióticos mostrarían resultados similares. Por lo que las pruebas sobre la eficacia del uso de estos fármacos, son todavía limitadas”.

En cuanto al tratamiento quirúrgico, en los casos en etapa terminal, la colectomía subtotal es una opción. La cirugía no está exenta de riesgos, pero en general tiene resultados decentes, según Carr, “aunque para la mayoría de los pacientes es posible evitar la cirugía y se prefiere el tratamiento médico”.

En resumen, los pilares del tratamiento para todos los gatos con estreñimiento, sin importar la gravedad, son aliviar la impactación fecal inmediata y desarrollar una estrategia de tratamiento a largo plazo para minimizar la recurrencia. “Las estrategias de gestión a largo plazo son multimodales y es posible que deban ajustarse o ampliarse con el tiempo. Con un tratamiento médico adecuado, la mayoría de los gatos estreñidos pueden vivir una buena vida y evitar la necesidad de una intervención quirúrgica”,  finaliza el veterinario.