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#DíaMundialdelaVeterinaria: La respuesta de los veterinarios a la COVID-19
EDICIÓN
De izq. a dcha.: Antonio Arenas, Elisa Pérez-Ramírez, Joaquim Segalés y Guadalupe Miró.

#DíaMundialdelaVeterinaria: La respuesta de los veterinarios a la COVID-19

Desde Diario Veterinario hemos querido reflejar, en la figura de algunos nombres propios, la labor esencial que realizan estos profesionales y mostrar cómo han colaborado en aspectos claves de COVID-19. Hoy se celebra el Día Mundial de la Veterinaria
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El último sábado de abril de cada año se celebra el Día Mundial de la Veterinaria. Este año el lema es la “respuesta de los veterinarios a la crisis de la COVID-19”, así lo anunciaron la Asociación Mundial Veterinaria (WVA, por sus siglas en inglés) y HealthforAnimals.


La figura del veterinario es clave en todos los aspectos que rodean a la salud pública, no solo para salvaguardar la salud animal. Como bien explicó recientemente Bruno González Zorn, director de la Unidad de Resistencia de Antibióticos de la Universidad Complutense, “el bienestar de todos nosotros ha estado sobre los hombros de los veterinarios” durante esta pandemia de la COVID-19. 


El veterinario ha estado desde los inicios de la pandemia presente en todos los eslabones de la cadena alimentaria, “de la granja a la mesa”, velando por la salud de los animales de compañía, protegiéndonos de otro tipo de enfermedades zoonósicas, investigando medidas y procedimientos que puedan atajar el virus en los múltiples centros de investigación y facultades de Veterinaria, etc.


Esta pandemia ha evidenciado, más aún, el estrecho y delicado equilibrio que existe en la triada animales-humanos-medio ambiente, base conceptual del modelo “Una Sola Salud, One Health”. Desde Diario Veterinario hemos querido reflejar, en la figura de algunos nombres propios, la labor tan imprescindible que realizan estos profesionales y mostrar cómo han colaborado en aspectos claves de esta crisis sanitaria.


Desde la comunicación del primer contagio en la península, la enfermedad comenzó a avanzar de forma descontrolada. Cuando fue necesaria la realización masiva de técnicas PCR para identificar los posibles positivos de forma precoz para frenar la transmisión, los laboratorios veterinarios y sus profesionales se prestaron a tal fin. Es el caso de Elisa Pérez-Ramírez, viróloga veterinaria en el Centro de Investigación en Sanidad Animal – INIA: “Entre marzo y junio realizamos más de 12.000 diagnósticos por PCR al personal esencial del Ayuntamiento de Madrid (policías, bomberos, SAMUR, etc.). Fue un trabajo muy intenso pero gratificante, porque demostramos que un centro de investigación en sanidad animal podía ayudar en el control de la pandemia en Madrid”, cuenta en declaraciones a Diario Veterinario.


Como el caso de los profesionales del Centro de Investigación en Sanidad Animal – INIA, otro ejemplo son los veterinarios de la Universidad de León o de la Universidad Complutense de Madrid que han estado colaborando en la detección de la COVID-19 de forma voluntaria y altruista.


Con los primeros casos de contagios de COVID-19 confirmados, los laboratorios de todo el mundo comenzaron a trabajar en la búsqueda de tratamientos y vacunas efectivas. En esta línea, Joaquim Segalés, catedrático del Departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la UAB, investigador del IRTA-CReSA y miembro del grupo de trabajo sobre modelos animales de COVID-19 de la OMS, ha participado de forma directa en la obtención de modelos animales para el testeo de vacunas y medicamentos. “Al ser veterinarios y estar especializados en desarrollo de modelos animales, tuvimos muy claro desde el principio que para poder desarrollar nuevos fármacos, anticuerpos y vacunas teníamos que disponer de aquellos modelos preclínicos que permitieran testar estos productos”, relata.


Asimismo, Salvador Illa, ministro de Sanidad en los inicios de la crisis sanitaria, confesó que habían recurrido, ante la falta de fabricantes de vacunas humanas a gran escala, a los fabricantes de vacunas veterinarias para poder hacer frente a una producción de las dimensiones que requería la vacuna de la COVID-19.


Por otra parte, la experiencia del veterinario en el control y erradicación de enfermedades que afectan al conjunto de la población quedó demostrada en la gestión tan eficaz de la pandemia en las Islas Feroe, llevada a cabo por el veterinario Debes Christiansen. Otro ejemplo fue Alemania, país donde el máximo responsable de la lucha contra la COVID-19 era el doctor veterinario Lothar Wieler.


En España, aunque no desde el inicio de la crisis y no en todas las comunidades autónomas, se han ido incorporando poco a poco veterinarios a los comités de gestión. Es el ejemplo de Antonio Arenas, doctor en Veterinaria y Catedrático del Área de Sanidad Animal de la Universidad de Córdoba. Fue elegido para formar parte de los comités de expertos del coronavirus de Andalucía y del Consejo de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto de la comunidad, “donde cada 15 días se llevaban a cabo reuniones para valorar la situación y proponer acciones de gestión y mejora, y mis intervenciones han sido siempre desde la perspectiva veterinaria, llevando a cabo asesorías desde un punto de vista distinto al resto de las profesiones”, declaraba Arenas a Diario Veterinario.


Pero los veterinarios también han participado de forma activa en la erradicación del virus. Una de las medidas primarias de contención del SARS-CoV-2 es la desinfección, y en esa vía de actuación también quedó clara la relevancia de la comandante María Jesús Menchón, jefa del servicio veterinario de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que explicaba al programa "Con V de Vet" de MSD Animal Health la labor de desinfección llevaba a cabo en distintos espacios críticos.


A medida que ha ido avanzando la enfermedad, los científicos han podido comprobar cómo se comporta, a quién y cómo afecta, etc., y también se han ido detectando casos de COVID-19 en diferentes especies animales. Por ello, es relevante llevar a cabo una vigilancia epidemiológica de los animales con la COVID-19. Guadalupe Miró, catedrática de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con el profesor Luis Miguel Ortega Mora, la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC), y las clínicas voluntarias de la Comunidad de Madrid, a los cuales Guadalupe agradece su colaboración, está liderando una investigación sobre la prevalencia de la infección por SARS-CoV-2 en animales de compañía, vagabundos, y de zoológicos de la Comunidad de Madrid.


La veterinaria, en declaraciones a este medio, defiende la necesidad de este tipo de estudios explicando que “la presencia de anticuerpos en una mascota puede querer decir que ese animal ha tenido contacto previo con alguna persona infectada y que haya sido asintomática, por lo que las mascotas pueden ser usadas como centinelas y nos pueden ayudar para aplicar el concepto de One Health”.


LA FIGURA DEL VETERINARIO SIGUE SIN SER RECONOCIDA


A pesar de haber demostrado su valía en todos y cada uno de los aspectos que una crisis como la COVID-19 conlleva, la mayoría de los veterinarios creen que no se ha valorado correctamente la figura de este profesional. “La profesión veterinaria debería formar parte, sin dudarlo, del sistema de salud de cualquier país o región. Y, lamentablemente, el mundo político no ha sabido valorar la necesidad de nuestra profesión en el mundo sanitario”, expresa Joaquim Segalés.


Por su parte, Elisa Pérez-Ramírez coincide en que “en España contamos con excelentes profesionales que son expertos en virus emergentes y zoonóticos, pero que, al trabajar en el ámbito de la sanidad animal, no han sido valorados ni reconocidos como se merecerían en esta crisis”.


Asimismo, Antonio Arenas cree que el veterinario tendría que haber estado más presente, “hemos debido de ser más partícipes en la cadena de control de esta enfermedad, porque somos los que más experiencia tenemos en el control de enfermedades en poblaciones”.


En la misma línea, Guadalupe Miró apunta que “los veterinarios tenemos mucha experiencia en medicina de colectividades, y ahora se tiene que llevar a cabo una toma de decisiones asociadas a un colectivo muy grande”.


Además, todos coinciden en que la gestión ha sido asistencial y ha habido ausencia del enfoque “Una Sola Salud, One Health” entre las autoridades al frente de manejar esta pandemia. “Los planes de contingencia que se han llevado a cabo para la gestión de la COVID-19 han sido asistenciales, mientras que todavía no se han realizado planes de contención definidos desde el punto de vista epidemiológico para conocer factores de riesgo o desarrollar modelos de predicción”, denuncia Arenas.


Segalés recuerda que “es el profesional veterinario el que está acostumbrado a la medicina poblacional y a la aproximación epidemiológica de los problemas de colectividades, con lo que hubiera sido deseable contar también con esta opinión y conocimiento, siempre en el contexto del concepto ‘Una Sola Salud’".


Por último, la viróloga veterinaria Elisa Pérez-Ramírez hace un llamamiento a la profesión y señala que “es fundamental que los veterinarios nos esforcemos por dar a conocer nuestro trabajo y reivindiquemos nuestro papel fundamental en esta pandemia y en las que vendrán, porque con altísima probabilidad estarán causadas por un patógeno zoonótico”.

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