El pasado mes de julio las ONGs Animals Angels y la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA) realizaron una investigación sobre el grado de cumplimiento del Reglamento 1/2005 sobre protección de los animales durante su transporte en la ruta entre España e Italia.
En ese momento, los equipos de investigación constataron diversos incumplimientos del Reglamento 1/2005 que provocaron sufrimiento en los animales transportados.
En consecuencia, las ONGs se pusieron en contacto con las autoridades competentes en los lugares de origen en España informándoles sobre los incumplimientos y recomendándoles una serie de medidas. "Entre ellas proponíamos una mayor presencia veterinaria en el momento de la carga, no limitándose el trámite veterinario a la parte administrativa", indican.
En octubre, un transporte de animales “completamente sobrecargado con caballos jóvenes de España a Italia” fue acompañado por las ONGs e inspeccionado por las autoridades italianas. Por ello, acudieron a la Oficina Veterinaria en España que había autorizado el transporte.
“El mayor problema es que los veterinarios oficiales no ven los transportes. Desafortunadamente, la ley no exige que se realicen inspecciones in situ cuando los animales se cargan en transportes de larga distancia. Como las oficinas veterinarias en la región no cuentan con suficiente personal, no tienen capacidad para realizar inspecciones voluntarias”, denuncian.
Asimismo, señalan que la disposición de los veterinarios es la misma que la de las ONGs, “están de acuerdo con nosotros en que se pueden evitar muchas infracciones mediante inspecciones eficaces en el lugar y, sobre todo, que se puede reducir el sufrimiento de los animales durante los viajes largos. Por lo tanto, quieren abogar ante su Ministerio para que se desplieguen veterinarios oficiales para las inspecciones in situ de los transportes de animales a larga distancia”.