El Colegio Oficial de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife activó en la tarde del lunes su red de veterinarios voluntarios ante la posibilidad de que se requiriera su intervención con motivo del incendio forestal declarado en el municipio de El Tanque. El fuego, que afectó a unas 60 hectáreas de terreno en la zona conocida como Los Partidos de Franquis, se inició sobre las 14:00 horas y, aunque no superó el nivel 1 de emergencia, movilizó a distintos sectores en previsión de una evolución más desfavorable que finalmente no se produjo.
El Servicio de Protección Civil y Atención de Emergencias del Gobierno de Canarias, bajo la dirección de Montserrat Román, emitió a las 18:00 horas un aviso a todos los sectores potencialmente implicados en la emergencia. Entre ellos, el Colegio de Veterinarios, que respondió de inmediato activando su red de profesionales.
En concreto, el Colegio contactó con los 47 veterinarios voluntarios distribuidos por la isla de Tenerife, con el objetivo de conocer su disponibilidad y preparar una posible intervención. En menos de dos horas, se logró completar la organización del operativo, de manera que todo el personal estaba listo para ser desplegado si la situación lo requería.
La presidenta del Colegio, María Luisa Fernández, destacó la eficacia del dispositivo de Emergencias del Gobierno de Canarias y el compromiso del colectivo veterinario:
“Los veterinarios actuamos tan pronto el incendio entra en fase 2 y siempre en coordinación con Cruz Roja. En este caso, el fuego no superó la fase 1. Si bien es cierto que hubo un centenar de personas trasladadas, no fue necesaria nuestra intervención directa”, explicó.
Aunque su activación no se tradujo en una intervención en el terreno, la respuesta del Colegio refleja el alto nivel de preparación de este grupo de profesionales ante situaciones de emergencia.
Los veterinarios voluntarios del Colegio tinerfeño están específicamente formados para actuar en emergencias como incendios forestales, inundaciones o evacuaciones por riesgo volcánico. Su papel, fundamental aunque a menudo silencioso, se centra en:
Evaluar el estado de los animales afectados, tanto domésticos como de producción o silvestres, realizando inspecciones clínicas rápidas y determinando el nivel de atención veterinaria necesaria.
Coordinar el rescate y traslado seguro de animales heridos o atrapados en zonas de riesgo. Esto puede incluir el uso de transportines, vehículos adaptados y equipos de contención.
Colaborar en la logística de acogida temporal de animales evacuados, trabajando con albergues, protectoras y puntos de recogida habilitados por los ayuntamientos o el Cabildo.
Controlar posibles focos de zoonosis o transmisión de enfermedades, especialmente en lugares donde conviven humanos y animales desplazados.
Asesorar a las autoridades en la toma de decisiones relacionadas con la fauna, el cierre de explotaciones, la reubicación de animales y la evaluación post-incendio de las condiciones sanitarias.
La intervención veterinaria se produce de forma perfectamente integrada en el operativo general, bajo coordinación del Servicio de Protección Civil del Gobierno de Canarias y en estrecha colaboración con la Cruz Roja. Solo se actúa cuando el incendio alcanza el nivel 2 de emergencia, lo que implica un mayor despliegue de recursos humanos y logísticos.
María Luisa Fernández quiso también subrayar la excelente coordinación de todos los sectores involucrados:
“Como siempre, la respuesta fue excelente. En apenas dos horas todos los sectores estaban listos para intervenir, cada uno en su área de competencia. Nuestra prioridad es estar donde se nos necesite, con rapidez y eficacia, para evitar el sufrimiento animal y de sus familias y colaborar con la protección de la salud pública”.
El Colegio mantiene activa durante todo el año su red de voluntarios, que se actualiza periódicamente y participa en simulacros y acciones formativas. En emergencias anteriores, como los incendios de 2023 o las erupciones volcánicas en La Palma, su intervención fue clave para salvar cientos de animales y contribuir al bienestar de la población afectada.
Este reciente episodio en El Tanque pone nuevamente de manifiesto la importancia de contar con profesionales preparados y comprometidos, cuya labor, aunque a veces no visible, es esencial en el engranaje de la gestión de emergencias.