Con la llegada del verano se repiten todos los años historias que no deberían suceder, aquellos perros y gatos que se regalaron con ilusión en Navidad, pasan a ser un problema para muchas familias que los consideran incompatibles con sus vacaciones.
“Las altas tasas de abandono que se dan por estas fechas han de hacernos reflexionar sobre nosotros como sociedad. Hay alternativas, es una cuestión de interés, de tenencia responsable, de ser coherente con la decisión que se tomó cuando se incorporó a un animal a la familia”, remarca la presidenta del Colegio de Veterinarios de Valencia, Inmaculada Ibor.
Según datos de estudios como el realizado por la Fundación Affinity, apuntan que de julio a septiembre es el trimestre en el que más animales de compañía recalan en las protectoras y refugios, hasta el 28 % de los perros acumulados ese año y el 31 % en el caso de los gatos.
Por ello, desde el Colegio de Veterinarios de Valencia (ICOVV) se ha promovido una nueva campaña de concienciación con imágenes que se distribuirán entre los 450 centros veterinarios de la provincia y que se difundirán a través de redes sociales e inserciones publicitarias con un mensaje: “Te esperará… aunque no vuelvas. Di no al abandono”. Junto a ello, se pretende poner en valor que la identificación con microchip es el método más eficaz para luchar contra el abandono, para depurar responsabilidades entre quienes así actúan pero también para recuperar a los animales que hayan podido ser sustraidos o se hayan podido extraviar. En la provincia de Valencia, según datos del Registro Informático Valenciano de Identificación Animal (RIVIA), entre el 70 y el 80 % de los perros que cada año se denuncian por tal motivo logran ser devueltos al poco tiempo a sus titulares gracias a haber sido identificados.
La campaña va a incorporar información sobre las posibilidades existentes: consejos para viajar con animales, cómo buscar información sobre establecimientos, hoteles o apartamentos petfriendly, sobre guarderías para perros, cuidadores externos a domicilio, apelaciones a recurrir a la red de familiares o amigos…
Por otro lado, los veterinarios valencianos quieren llamar la atención sobre el estancamiento que se ha producido sobre una de las principales acciones para luchar contra el abandono, la obligación de identificar a los animales, no solo en el caso de los perros sino también de gatos y hurones, con microchip.
Los datos del RIVIA ilustran el estancamiento que se ha producido tras el primer boom inicial con el que se reaccionó a esta legislación: en la provincia de Valencia se pasó de dar de alta a 7.741 felinos en 2022 a 19.567 en 2023 -las identificaciones se multiplicaron por 2,5- pero solo han sumado unas pocas más en 2024 (20.297, un +3,7%). Y entre enero y mayo de este año, comparado con el mismo periodo del año pasado, la dinámica a grandes rasgos persiste, con aumentos interanuales en la identificación felina algo superiores pero igualmente bajos.
“Seguramente la mayor parte de felinos sin identificar se da entre los que forman parte de colonias felinas -que son responsabilidad de los ayuntamientos- y que esperamos vayan poniéndose al día, no obstante, no se observa mayor grado de concienciación o compromiso con esta responsabilidad por parte de los responsables de los gatos que conviven con las familias”, confirma Ibor.
Así se entiende, dada la baja tasa de altas entre estos animales, que el porcentaje de felinos recuperados y devueltos a sus responsables tras denunciar su pérdida en la provincia de Valencia se reduzca al 45% (frente al 70/80% de los perros). “Mucha gente cree -con independencia de lo que diga la ley- que no es necesario ponerle el chip a los gatos porque permanecen en casa pero lo cierto es que en verano es común desplazarse a las segundas residencias, a chalets en ocasiones y es en estos lugares donde pueden perder con mayor facilidad. El chip, que puede leer cualquier policía local con los datos y la dirección de su responsable, asegura que el animal pueda volver con sus cuidadores en horas o días”, explica la presidenta de la institución colegial.
La no identificación y el abandono, por otra parte, están estrechamente vinculados. Según el referido estudio de la Fundación Affinity solo un 25 % de los perros recogidos por protectoras o refugios tenían microchip identificativo, un porcentaje similar que otro estudio reciente del Ministerio de Derechos Sociales elevó al 30 %. En el caso de los felinos estos índices -dada la novedad de la citada obligación legal- se hunden mucho más: sólo el 5% de los gatos lo tenían implantado, según sendos informes. Las cifras de abandono, quizá por ello, también se mantienen estables en el conjunto del país: de los 306.000 perros y gatos de 2019 a los 292.000 de 2024, según las estimaciones de la citada fundación.