La epilepsia y la discinesia son trastornos neurológicos en perros con características clínicas superpuestas, lo que plantea desafíos diagnósticos y terapéuticos para los veterinarios. La epilepsia es el trastorno crónico del sistema nervioso central más común en perros, afectando al 0,43 %–0,82 % de los que se ven en las prácticas veterinarias. Las clasificaciones de los tipos de convulsiones y epilepsias en perros fueron establecidas por el Grupo de Trabajo Internacional de Epilepsia Veterinaria (IVETF) en 2015, y para humanos en 2017 por la Liga Internacional Contra la Epilepsia (ILAE) y recientemente actualizadas en 2024 ( www.ilae.org ). Los trastornos del movimiento no epilépticos, incluida la discinesia paroxística en perros, están descritos por el Grupo de Trabajo Internacional de Discinesia Veterinaria en 2021.
En los seres humanos, la clasificación de las convulsiones se basa principalmente en la semiología de las convulsiones debido a la disponibilidad limitada de videoelectroencefalografía (EEG) y está respaldada por hallazgos adicionales de EEG, resonancia magnética (MRI), resultados de sangre o pruebas genéticas cuando están disponibles. La clasificación es esencial para identificar síndromes de epilepsia y trastornos del movimiento asociados con edades específicas de inicio, comorbilidades y pronóstico y conceptos terapéuticos. Se han identificado numerosos genes vinculados a síndromes de epilepsia o trastornos del neurodesarrollo y fenotipos específicos. Recientemente, la clasificación de las epilepsias basada en la semiología de las convulsiones y la edad de inicio se actualizó aún más en humanos.
En medicina veterinaria, las epilepsias específicas de la raza, junto con variaciones sutiles en los tipos de convulsiones y respuestas a los medicamentos anticonvulsivos (ASM), apuntan a un fuerte trasfondo genético, una tendencia que también se observa en las discinesias paroxísticas. Actualmente, la mayoría de las investigaciones epidemiológicas y genéticas de estas afecciones se basan en datos de cuestionarios completados por los propietarios. Curiosamente, en medicina humana, los genes asociados con la epilepsia con frecuencia se superponen con los vinculados a los trastornos del movimiento. En las epilepsias genéticas y la encefalitis autoinmune en humanos, los trastornos del movimiento como la distonía, la ataxia o la coreoatetosis con frecuencia coexisten con convulsiones.
La medicina veterinaria carece actualmente de cuestionarios estandarizados capaces de capturar la variabilidad de las convulsiones y los episodios de discinesia entre razas. Los cuestionarios existentes suelen recopilar información menos detallada sobre si un perro presenta más de un tipo de convulsión o evento episódico, según lo recomendado por el IVETF. Para abordar estas deficiencias, un estudio internacional tuvo como objetivo desarrollar un cuestionario integral diseñado para caracterizar con precisión la semiología de diversas convulsiones y episodios de discinesia, lo que permite una fenotipificación más precisa en grandes cohortes de perros.
Esta encuesta no solo recopila datos de alta calidad, sino que también permite clasificar la epilepsia basándose en descripciones prácticas de síntomas y proporciona a los dueños de perros ejemplos claros en vídeo. De esta manera, alcanzamos un nuevo nivel en el diagnóstico clínico y la investigación genética.
“La encuesta representa manifestaciones comunes y raras de epilepsia y discinesia canina con una confiabilidad excepcional”, comentan.
El estudio se basa en datos de más de 600 perros de 96 razas diferentes. Sus resultados muestran que los dueños pudieron describir las convulsiones con una fiabilidad impresionante: en el 90,1 % de los casos, su evaluación coincidió con la de los expertos. Con el apoyo de vídeo, la precisión de la clasificación aumentó al 96,5 % de los casos. “El estudio representa manifestaciones comunes y raras de la epilepsia y la discinesia canina con una fiabilidad excepcional. Las convulsiones se subdividen en cinco tipos según sus características motoras, autonómicas y conductuales. Además, el estudio permite documentar y diferenciar la evolución compleja de la enfermedad con múltiples tipos de convulsiones”, añaden.
La nueva herramienta apoya las redes internacionales de investigación y será fundamental para los estudios epidemiológicos y genéticos que dependen de datos fiables. Ayuda a reconocer las diferencias raciales en los tipos de convulsiones, lo que facilita diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados. “El nuevo cuestionario ya está disponible para veterinarios, investigadores y socios industriales de todo el mundo”.