La enfermedad renal crónica (ERC) es una afección prevalente y progresiva en gatos, que afecta a todos los grupos de edad, pero en particular a los gatos mayores. El diagnóstico preciso y el tratamiento temprano de la ERC son cruciales para mejorar la calidad de vida y el pronóstico de los gatos afectados.
Tradicionalmente, el diagnóstico se basa en la combinación de la gravedad específica de la orina (GEO) <1,035 y el aumento de los niveles de creatinina sérica (sCr), ya que la medición de la tasa de filtración glomerular (TFG) no es factible para la práctica diaria. La dimetilarginina simétrica sérica (sSDMA), un biomarcador más reciente, ha ganado atención por su supuesta capacidad para detectar la disfunción renal de forma más temprana. Sin embargo, las directrices de la International Renal Interest Society (IRIS) proporcionan un marco bien establecido para la estadificación de pacientes con ERC confirmada utilizando sCr y sSDMA, con intervenciones terapéuticas específicas para cada etapa.
A pesar de los avances en las metodologías de diagnóstico, las discrepancias entre laboratorios en la medición de estos biomarcadores siguen siendo un problema significativo, como se documentó en estudios anteriores. El sesgo en los valores de sCr y sSDMA puede surgir de las diferencias en las técnicas analíticas y la falta de calibración y estandarización. Estas discrepancias pueden llevar a resultados de diagnóstico inconsistentes, lo que complica la evaluación de la gravedad de la enfermedad y el inicio de las intervenciones terapéuticas. Además, la variabilidad entre los intervalos de referencia (IR) introduce una complejidad adicional, en particular cuando las mediciones se aproximan al límite superior del IR.
Además, los IR específicos de la edad, apropiados para diferentes etapas de la vida, y la evaluación longitudinal de las mediciones, especialmente los valores de sCr, que muestran un alto índice de individualidad, han ganado mayor atención para garantizar un mejor diagnóstico y monitoreo de la ERC. El impacto de las discrepancias entre laboratorios en las mediciones de sCr y sSDMA en la toma de decisiones clínicas en el contexto de la ERC felina aún está por demostrar. Sin embargo, comprender estas discrepancias es esencial para mejorar la consistencia del diagnóstico y garantizar un mejor manejo del paciente.
Por lo tanto, el objetivo de un estudio realizado en Bélgica fue investigar el efecto de la variabilidad interlaboratorio en los valores de sCr y sSDMA en la clasificación de gatos según los IR específicos del laboratorio (es decir, dentro del IR o valores elevados) y los puntos de corte definidos por IRIS para la estadificación (es decir, estadio 1 o 2). Un objetivo secundario fue calcular un IR específico para la edad de sCr en gatos de ≥10 años.
Se seleccionaron retrospectivamente muestras de 30 gatos de clientes (sanos o con diagnóstico de ERC) con una sCr de 130 a 200 µmol/l y una densidad urinaria <1,035. Se analizó la sCr y la sSDMA de un único lote de muestras con un analizador interno y en tres laboratorios comerciales. Además, se utilizaron los valores de sCr de 63 gatos sanos de ≥10 años para calcular un IR específico para la edad en el analizador interno.
A pesar de una correlación relativamente buena, el analizador interno reportó sistemáticamente valores de sCr más bajos, mientras que para sSDMA, se obtuvieron sistemáticamente valores más altos en un laboratorio comercial. En 22/30 casos (73 %) al menos un laboratorio reportó valores de sSDMA inconsistentes en relación con el IR, y en 23/30 (77 %) casos para sCr. Para la estadificación posterior mediante sSDMA, al menos 1/4 de los laboratorios indicaron un estadio diferente en 22/30 casos (73 %).
Para sCr, todos los laboratorios clasificaron a los gatos como estadio 2; Sin embargo, el analizador interno clasificó a 8/30 (27 %) gatos como etapa 1. El IR (71–212 µmol/l) proporcionado por la empresa para la medición de sCr en la máquina interna se recalculó posteriormente, lo que dio como resultado un límite superior considerablemente más bajo (163 µmol/l) y una proporción significativamente diferente de gatos con mediciones fuera del IR.
“Nuestros resultados revelaron diferencias interlaboratorio, tanto en la concentración real de analitos como en la frecuencia de resultados anormales en comparación con el IR correspondiente”, indicaron. Además, demostraron que estas diferencias pueden afectar el diagnóstico de ERC, ya que “los investigadores o clínicos suelen utilizar el IR superior del laboratorio como umbral para diferenciar entre valores normales y anormales”, añaden los científicos.
En este sentido, dado que el sistema IRIS utiliza valores fijos para indicar los umbrales de los estadios de ERC, “estos valores de corte pueden no dividir con precisión a los gatos en estadios de ERC debido a la variabilidad inherente en la medición de analitos entre laboratorios”. Esto es significativo para los autores, ya que los umbrales IRIS se utilizan ampliamente para la estadificación, y el sesgo asociado a las diferentes mediciones de laboratorio puede afectar la interpretación clínica y, por lo tanto, influir en las decisiones terapéuticas, como el inicio de una dieta renal a partir del estadio 2, según lo recomendado por el comité de IRIS. Por lo tanto, “los resultados de este estudio demuestran que los umbrales fijos para la toma de decisiones clínicas pueden ser inadecuados y deben adaptarse a la realidad de cada laboratorio y analito individual, además de sCr y sSDMA”.
Así, consideran que los clínicos deben ser cuidadosos al interpretar los valores de sCr y sSDMA, ya que pueden dar lugar a resultados discrepantes debido a la variabilidad interlaboratorio. Además, “se deben aplicar IR específicos para la edad cuando estén disponibles, lo que facilita la detección temprana de la ERC en gatos mayores”.
A modo de conclusión, los investigadores recomiendan utilizar el mismo laboratorio de forma sistemática, así como adoptar IR específicos para la edad cuando estén disponibles y emplear IR basados en el paciente en casos de monitorización seriada, con el objetivo de mejorar la precisión del diagnóstico de la ERC.