Desde la antigüedad, la Luna ha impulsado a los científicos a estudiar su movimiento y fenómenos asociados. Conviene refrescar que un ciclo lunar tiene una duración promedio de 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,8 segundos, que es el tiempo que la Luna necesita para completar una revolución alrededor del planeta Tierra, también definido como el tiempo transcurrido entre dos lunas nuevas o un mes sinódico. Para fines de investigación, las fases lunares se pueden agrupar en cuatro fases principales: Luna Nueva, Luna Creciente, Luna Llena y Luna Menguante.
Muchos eventos naturales están influenciados por las fases lunares. Ahora bien, en los perros, la concepción y el término del embarazo son de interés fundamental para los médicos veterinarios que tratan con la reproducción, así como para los criadores. A este respecto, se encontró que el período cercano a la Luna Llena (desde el final de la Luna Creciente hasta el comienzo de la Luna Menguante) estaba estadísticamente asociado con la mayor prolificidad en términos de nacimientos.
En la especie humana, por su parte, muchos estudios han evaluado la posible influencia del ciclo lunar en los nacimientos espontáneos, con resultados controvertidos. De hecho, mientras que algunos encontraron una asociación entre los nacimientos y fases lunares específicas, otros estudios no informaron ninguna influencia, con partos distribuidos equitativamente entre las diferentes fases del ciclo lunar.
Sin embargo, el mecanismo exacto por el cual la Luna actúa en el inicio del parto aún no está claro. Algunos informes se centran en la fuerza gravitacional que ejerce el satélite cuando se encuentra en el punto más cercano a la Tierra en su órbita. Actualmente, la teoría más plausible se basa en el efecto que la Luna desempeña en las concentraciones circulantes de melatonina, ya que podría tener un papel en el desencadenamiento del parto. De hecho, en humanos, se ha reportado que la melatonina puede tener un papel en la estimulación del inicio de las contracciones uterinas nocturnas, desencadenando el parto.
Por tanto, se ha reportado una influencia de la fase lunar en las concentraciones de melatonina. A su vez, una reducción de melatonina influye en los niveles de oxitocina, modulando las fuerzas y el ritmo de las contracciones uterinas, especialmente durante la noche. En humanos, se estima que la oxitocina influye positivamente en el proceso de fertilización: al modular la contracción del músculo liso, estimula la motilidad uterina y de las trompas de Falopio, transportando espermatozoides a través de las trompas de Falopio y ayudando a la fertilización. La oxitocina también tiene un papel importante en el control de los mecanismos del parto en perros, como se reportó en humanos. Sin embargo, desafortunadamente no se ha demostrado un vínculo entre los niveles de oxitocina y la fase lunar en el parto.
Además de esto, la influencia de la fase lunar en la concepción sobre el género de la descendencia ha sido estudiada en la literatura. En especies caninas, un estudio evaluó esta posible influencia en el Labrador Retriever y encontró una proporción significativamente mayor de machos a hembras cuando la concepción ocurrió durante la Luna Llena en comparación con la Luna Nueva. Por el contrario, en humanos, la concepción en las 24 horas alrededor de la Luna Llena se asoció con un aumento de la descendencia masculina.
Una predicción precisa del momento del parto es fundamental para la supervivencia de los recién nacidos en perros, al igual que en otras especies, ya que es esencial para brindar la mejor asistencia a las madres y los cachorros. Desde un punto de vista científico y clínico, la fecha de parto se predice mediante fetometría, monitoreo clínico y ecográfico de parámetros de la perra y el feto, y una disminución en las concentraciones plasmáticas de progesterona. Si bien la predicción del parto no debe basarse en la posible influencia de la fase lunar, aún existe una fuerte creencia entre los criadores de que muchos nacimientos ocurren durante la luna llena. En este marco, un estudio con sello italiano se ha puesto como objetivo evaluar las distribuciones de concepción y parto en perros según la fase lunar.
Este estudio se llevó a cabo durante cuatro años (enero de 2019 a diciembre de 2022) en dos criaderos de perros (A y B) ubicados en el norte de Italia. En ambas instalaciones de cría, los perros se alojan al aire libre, en boxes de 4 m², con una zona exterior y otra interior climatizada. Durante los cuatro años del estudio, 78 apareamientos y partos cumplieron los criterios de inclusión: 17 en 2019 (22 %), 21 en 2020 (27 %), 18 en 2021 (23 %) y 22 en 2022 (28 %).
Así, se analizaron los 78 apareamientos y partos relacionados de tres razas caninas diferentes (dóberman, golden retriever y samoyedo). Tanto los apareamientos como los partos ocurrieron con mayor frecuencia en ciertas fases lunares, con apareamientos principalmente durante la luna menguante y partos durante la luna nueva. Además, las perras multíparas se aparearon con mayor frecuencia durante la luna nueva, mientras que las primíparas lo hicieron durante la luna creciente.
Por otro lado, descubrieron que los partos ocurrieron con mayor frecuencia durante la luna creciente en perras primíparas y durante la luna menguante en perras multíparas. Sin embargo, las perras multíparas con camadas más pequeñas experimentaron gestaciones más largas y partos más frecuentes durante la luna creciente. Las perras primíparas con camadas más numerosas presentaron partos más frecuentes durante la Luna Menguante, con gestaciones más cortas.
El resultado más relevante del presente estudio recogido por los autores es la asociación estadística entre ciertas fases lunares con el apareamiento y el parto en perras, como ya se ha reportado en otras especies. Si bien la predicción de la fecha de parto debe basarse en concentraciones de progesterona y mediciones ultrasonográficas de estructuras fetales y extrafetales, conocer la asociación entre la fase lunar y el parto “podría ser útil en la práctica reproductiva”.
Además, se detectaron correlaciones entre las fases lunares y factores como la paridad materna, la duración de la gestación y el tamaño de la camada. En cuanto a la paridad, las perras primíparas con camadas de mayor tamaño mostraron gestaciones más cortas, mientras que las perras multíparas con camadas de menor tamaño mostraron gestaciones más largas. Por lo tanto, “los resultados sugieren que, entre otros factores que influyen en el momento del parto, el parto en perras puede ocurrir con mayor frecuencia en ciertas fases lunares”, sentencian los autores.