El coronavirus felino (FCoV) es un virus ARN monocatenario envuelto que pertenece a la familia Coronaviridae. El FCoV se divide en dos serotipos según su antigenicidad: el FCoV I, el más difundido entre los gatos en términos de infecciones naturales en todo el mundo, y el FCoV II, menos común, originado por la recombinación entre el FCoV I y el coronavirus canino (CCoV). Ambos tipos de FCoV se pueden dividir en dos biotipos según la patogenicidad: el coronavirus entérico felino (FECV) y el virus de la peritonitis infecciosa felina (FIPV).
Las infecciones por FECV suelen ser benignas y solo en raras ocasiones pueden inducir enteritis grave. En cambio, el biotipo FIPV es más virulento y causa peritonitis infecciosa felina (FIP), una enfermedad progresiva y a menudo mortal. La hipótesis ampliamente aceptada es que el FECV se convierte en FIPV, por lo que la variación genética y la selección posterior facilitan el cambio del tropismo celular de enterocitos a monocitos/macrófagos sistémicos dentro de un gato infectado con FCoV. La replicación efectiva del virus dentro de este tipo de leucocitos es necesaria para el desarrollo de PIF.
En general, la proliferación del FECV se limita a las células epiteliales de la mucosa intestinal o a los ganglios linfáticos mesentéricos, causando infecciones leves y generalmente autolimitadas, mientras que el FIPV infecta a los macrófagos peritoneales felinos y otros tipos de células, incluidos monocitos, células plasmáticas, linfocitos y neurocitos, lo que resulta en altos títulos del virus y una enfermedad sistémica y mortal. La peritonitis infecciosa felina surge solo en un pequeño porcentaje de gatos infectados con FCoV después de la infección por FCoV, y su aparición está estrechamente relacionada con entornos abarrotados e insalubres, virulencia del virus y factores genéticos del huésped, edad del gato, enfermedades concurrentes u otros factores estresantes.
Los síntomas clínicos de la PIF varían considerablemente, lo que refleja la variabilidad en la distribución de la vasculitis y las lesiones granulomatosas. La vasculopatía puede provocar derrames torácicos, abdominales y pericárdicos, lo que da lugar a la denominada PIF “húmeda” o “efusiva”, mientras que la formación de granulomas, principalmente en los órganos abdominales, da lugar a la PIF “seca” o “no efusiva”. Sin embargo, existe una superposición considerable entre las dos formas.
El diagnóstico de PIF es complejo y requiere varias investigaciones ya que las pruebas de diagnóstico existentes no pueden diferenciar entre FECV y FIPV. El clínico debe considerar la historia y los síntomas, junto con los resultados de los exámenes histológicos, bioquímicos y serológicos del paciente individual. La medición de anticuerpos anti-FCoV es el método más utilizado para detectar la infección o exposición a FCoV. De hecho, los anticuerpos pueden estar presentes en ausencia de infección aguda debido al contacto previo con el patógeno y la infección curada. Sin embargo, aunque los gatos con PIF tienden a tener títulos de anticuerpos FCoV más altos que los gatos sin peritonitis infecciosa felina, la presencia de anticuerpos no es útil para diagnosticar PIF ya que los anticuerpos no solo están presentes en gatos con PIF sino también en gatos sanos infectados con FCoV o gatos infectados con FCoV con otras enfermedades.
Las pruebas para la detección de anticuerpos contra FCoV incluyen pruebas de anticuerpos inmunofluorescentes indirectos (IFAT). Así, el objetivo de un trabajo con sello italiano fue el desarrollo de un nuevo ensayo indirecto simple y rápido, llamado FCoVCHECK Ab ELISA, para la detección de anticuerpos FCoV en muestras felinas, que sea fácil de ejecutar y leer y capaz de proporcionar resultados comparables a los que se obtendrían con el ensayo IFAT de referencia.
El modelo FCoVCHECK Ab ELISA se desarrolló después de una configuración meticulosa y un análisis de punto de corte a través de varios métodos para lograr el mejor rendimiento de la prueba. Se validó probando 110 sueros felinos (62 positivos y 48 negativos) contra la IFAT de referencia y comparándolos con otras dos pruebas ELISA rápidas (INgezim Corona Felino e ImmunoComb Feline Coronavirus). Los resultados fueron que el nuevo modelo FCoVCHECK Ab ELISA concordó con IFAT en un 96,4% (sensibilidad del 93,5% y especificidad del 100 %), con ImmunoComb FCoV en un 93,6% y con INgezim Corona Felino en un 82,7%. La exactitud y precisión intra e interensayo arrojaron coeficientes de variación inferiores al 20 %.
Ante estos resultados, los autores celebraron que “el FCoVCHECK Ab ELISA es una prueba precisa, caracterizada por una alta sensibilidad y especificidad”. En comparación con la IFAT como referencia, el nuevo ensayo identifica correctamente las muestras positivas y negativas con una buena correlación y, además, es más simple, más rápido y proporciona una lectura menos subjetiva de los resultados. “El nuevo ELISA proporciona resultados correctos y fiables rápidamente (1 h), sin necesidad de termostatos”, añaden.
Asimismo, explican que la nueva prueba también es adecuada para el análisis de muestras altamente lipémicas o hemolíticas, ya que no se observaron interferencias en este estudio. El kit contiene reactivos seguros para el usuario final y tiene un almacenamiento a largo plazo de hasta 18 meses a +2–8 °C.
En resumen, el diagnóstico de la PIF es muy complejo, pero “dada la buena correlación con la IFAT, el nuevo ensayo puede ser una valiosa ayuda para los veterinarios en la evaluación de las infecciones por FCoV y en la inclusión o exclusión de la posibilidad de peritonitis infecciosa felina en la práctica veterinaria”.