El linfoma uterino primario es una enfermedad extremadamente rara. Una gata doméstica de pelo corto, esterilizada, de 11 años de edad, presentó una historia de 3 meses de flujo vaginal mucopurulento, letargo, vómitos agudos y estreñimiento. Los veterinarios italianos que atendieron al animal presentaron un informe describiendo el caso.
El examen físico, comentan, reveló hinchazón vulvar, flujo purulento y una masa en el abdomen medio caudal. Realizaron una tomografía computarizada que identificó una gran masa uterina, que desplazaba el colon dorsalmente y la uretra ventralmente. Posteriormente se realizó una histerectomía. La histología y la inmunohistoquímica confirmaron un linfoma uterino transmural de células medianas a grandes de células T.
Un mes después de la cirugía, una ecografía abdominal mostró engrosamiento de las asas yeyunales, ganglios linfáticos agrandados y lesiones peritoneales nodulares en el sitio quirúrgico. La citología, añaden, planteó la sospecha de un linfoma de linfocitos granulosos grandes, confirmado por inmunohistoquímica anti-Granzima B en la muestra de tejido uterino. “El diagnóstico final fue linfoma primario de linfocitos granulares grandes uterinos, lo que marca el primer caso informado en oncología de animales pequeños”, concluyen.