¿Por qué pican los mosquitos a las personas?

“Los mosquitos van a la sangre dulce”, una expresión popular que "resultar ser un mito", según afirma Raimundo Outerelo, profesor honorífico de la Universidad Complutense de Madrid y componente del equipo Identificación de vectores y fauna tóxica del sistema de vigilancia de vectores de la Comunidad de Madrid.

Así, el experto cuenta que un cóctel de factores entre los que se incluyen olores (de pies o sudor y fragancias florales), grupo sanguíneo y hasta ingesta de cerveza están detrás de los molestos picotazos.

Mosquito es el nombre común que se atribuye a diversas especies de insectos dípteros pequeños y delgados con dos alas transparentes y patas largas y finas de la familia Culícidos, cuyas hembras chupan sangre de las personas y de los animales de piel fina y producen una picadura molesta y que pueden trasmitir graves enfermedades. También se les conoce como zancudo, jején, mosco, violero, cénzalo, cínife, trompetero.

El mosquito, macho o hembra, puede vivir sin picar, chupando solamente sustancias azucaradas de las flores. Pero la hembra no podrá poner huevos o muy pocos si no consigue chupar sangre de un vertebrado con proteínas (aminoácidos) ni otras sustancias necesarias para completar la ovogénesis.

¿POR QUÉ HAY MÁS MOSQUITOS EN VERANO, DÓNDE PASAN EL INVIERNO?

Outerelo explica que la vida de los mosquitos varía por factores bióticos (especie, sexo, alimentación) y factores abióticos (humedad, estación del año, localización geográfica). "En los machos su vida es de unos 10 días después de la cópula, por lo cual nunca sobreviven en invierno", indica.

Las hembras de ciertas especies pueden llegar a sobrevivir el invierno, dependiendo de las zonas geográficas y de las condiciones climáticas, refugiándose en lugares protegidos. "De forma general sobreviven el invierno en la fase de huevo. La estación con la mayor cantidad de mosquitos es el verano, por la brevedad de su ciclo vital (15-20 días a + 25ºC) y su potencialidad reproductora (300-400 huevos) y siempre que exista un medio acuático", apunta.

En España, las zonas donde hay mayor concentración de mosquitos son las que tienen unas temperaturas más elevadas y hay medios acuáticos, espacios de arrozales o sitios donde se acumula la suciedad. Estas zonas se encuentran en Extremadura, Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña.

ANOPHELES, AEDES Y CULEX, LOS TRES GÉNEROS DOMINANTES

En el mundo se conocen unas 35.000 especies de mosquitos. El autor comenta que en la Península Ibérica se conocen 62 especies, de las cuales 52 se incluyen en tres géneros muy representativos.

Las especies de Anopheles de unos 6 mm de longitud, color pardo, alas con manchas oscuras y escamas, palpos –apéndice para examinar alimentos- casi tan largos como la probóscide –trompa con la que chupan la sangre-. Costumbres exofágicas (picando en el exterior) y endofágicas (picando en el interior), crepusculares o nocturnos. Viven unos 30 días y sus huevos flotan en el agua. En reposo se sitúan formando un ángulo con la superficie. Son vectores de Plasmodium causante de la malaria o paludismo.

Las especies de Aedes miden entre 5-10 mm y sus palpos son mucho más cortos que la probóscide. Presentan una coloración negra con ornamentaciones blancas, conspicua línea blanca longitudinal central en tórax y cabeza, patas a bandas negras y blancas. Preferencia exofágica picando al atardecer y al amanecer. Depositan los huevos en los bordes del agua, asegurando su eclosión cuando el nivel hídrico aumenta. Vectores de arbovirus, causantes de graves enfermedades como fiebre del Nilo Occidental, dengue, fiebre amarilla, chinkungunya o zika.

Al género Culex pertenecen los mosquitos más extendidos mundialmente. Tamaño entre 4-10 mm y oloración marrón claro o amarillo pajizo, sin grandes características llamativas. En cada segmento del abdomen posee una línea más clara de color beige, patas son oscuras y uniformes. A diferencia de otros mosquitos, cuando bajan las temperaturas las hembras buscan refugio en espacios oscuros, frescos y húmedos (garajes, almacenes, pozos, alcantarillado, así como espacios naturales como las grutas, troncos huecos. De marcada preferencia endofágica (picar dentro de las habitaciones), le permite ser el mosquito más frecuente dentro de las casas. Las hembras suelen picar por las noches. Desovan en grupos de unos 100-300 huevos juntos sobre la superficie del agua, fresca o estancada. Son vectores de arbovirus causantes de fiebre del Nilo occidental, encefalitis japonesa, chikungunya, zika.

¿A QUIENES PICAN LOS MOSQUITOS?

Uno de los aspectos que aborda Outerelo que más pueden interesar al público general es el por qué de las picaduras de los mosquitos. "Que piquen a las personas de “sangre dulce” es un mito. El atrayentes para los mosquitos es realmente un coctel de factores", incide.

De esta forma, en primer lugar nombra al dióxido de carbono (CO₂) de la respiración que les indican donde hay una fuente de  alimento. "Por ello pican más a los adultos que a los bebés".

Otro aspecto son los olores del sudor (bromhidrosis). "Al sudar expulsamos sustancias que actúan como atrayentes. El sudor se compone de H₂O; sales (sódicas, potásicas, cálcicas); Ácidos carboxílicos (Ácido láctico, Ac. acético, propiónico, butírico), urónico (Ureas). Sobre el sudor en la primera hora actúan las bacterias que tenemos sobre la piel, originando el olor. En un estudio realizado sobre estas bacterias (Cell Press, 2022), se encontraron 112.000 secuencias genéticas bacteriales que correspondían a unos 205 géneros diferentes de bacterias".

Otros factores que los atraen son los olores de los pies (olor a queso); los genotipos de las personas que cada uno presenta sus propias moléculas corporales que pueden ser atrayentes; la sangre, pican dos veces más a los del grupo 0 que a los del A e intermedios los del B; e incluso influye la ingesta de cerveza.

Asimismo, estudios demuestran que pican en zonas corporales donde la temperatura es más alta y pueden encontrar más fácilmente los capilares de donde chupan directamente la sangre.

Las enfermedades de las personas, así los infectados por malaria presentan una mayor atracción, por alterar la enfermedad, el olor corporal y la temperatura.

El color de la piel y vestimentas son también motivos de poder recibir picaduras de mosquitos. "Los colores fríos no atraen tanto a los mosquitos como los colores cálidos", afirma.

Y, por último, todas las fragancias florales, perfumes, colonias, champús, protectores solares, cremas, lociones, suavizantes de ropa les recuerdan a los mosquitos los olores naturales.

PREVENCIÓN Y MITIGACIÓN DE SU PICOTAZO

Entre las estrategias para evitar ser sus víctimas, los expertos recomiendan utilizar ropa de colores fríos, claros y no llamativos, así como prendas de manga larga para las especies que pican de día como el mosquito tigre.

Evitar usar fragancias con olores florales y utilizar repelentes de mosquitos cada 6-8 horas, aunque si se va a usar protector solar, este se aplica en primer lugar. Si se suda mucho o hay mucha humedad ambiental deberá aplicarse con más frecuencia.

En el hogar, se recomienda poner mosquiteras, utilizar aire acondicionado y plantas con fuertes olores para esquivarlos (citronela, menta, tomillo, lavanda, melisa, albahaca, ruda, ajo, etc.) aunque hay que tener cuidado con los recipientes con agua, medio en el que ponen sus huevos.

Para evitar el picor de la picadura sin recurrir a rascarse, instan a lavarse la zona con agua y jabón, y aplicar frío local que aliviará de forma rápida la sensación de ardor y picor. A nivel farmacológico, el picor mejorará con cremas antipruriginosas o medicamentos antipicazón, antihistamínicos o si la inflamación es intensa, puede ser necesario aplicar cremas con corticoides.

Pese a las molestias que ocasionan, no hay que olvidar que los mosquitos cumplen tres funciones principales: descomposición de materia orgánica, equilibrio de las cadenas tróficas y las poblaciones y realizan la polinización. También son el alimento básico de muchos otros animales, artrópodos (arañas, insectos), peces (pez mosquito, gambusia), anfibios (ranas, sapos), reptiles (salamanquesas. lagartijas), aves (golondrinas, aviones, vencejos) o incluso mamíferos (erizos, murciélagos). Sin ellos se rompería la cadena trófica.