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Veterinarios salvan a una perra abandonada que necesitaba cirugía urgente por una tumoración infectada
EDICIÓN

Veterinarios salvan a una perra abandonada que necesitaba cirugía urgente por una tumoración infectada

​El presunto autor del delito no proporcionaba los cuidados necesarios que requería el animal, según los servicios veterinarios
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El animal necesitaba una cirugía urgente al tener una tumoración abierta e infectada.

Componentes de la Unidad de Protección de la Naturaleza (Uprona) de la Guardia Civil de Valladolid, investigan a un vecino de Pedrosa del Rey (Valladolid), como presunto autor de un delito de abandono y maltrato animal.


La investigación de los hechos comenzó cuando una persona recogió a una perra en Pedrosa del Rey, la cual estaba abandonada en la carretera y en estado lamentable. Una vez que la trasladó a su domicilio solicitó asistencia veterinaria para el reconocimiento del animal, y a la vista de la exploración efectuada por el veterinario, éste informó al Seprona de la Guardia Civil, puesto que el can presentaba un evidente estado de abandono y necesitaba una cirugía urgente al tener una tumoración abierta e infectada, dándose la circunstancia además de estar sin vacunar contra la rabia desde hace varios años.


Ante la gravedad de los hechos, los componentes de la Guardia Civil activaron el protocolo sobre perros abandonados, comunicando los hechos a los responsables de la Diputación de Valladolid, quienes procedieron a recoger de forma inmediata a la perra, trasladándola a los servicios veterinarios concertados, quienes le atendieron de forma urgente, realizando la cirugía que requería el animal, tras la cual ya se está recuperando de forma satisfactoria en las instalaciones de la perrera provincial.


Paralelamente el equipo del Seprona localizó al propietario gracias a la información obtenida del microchip del animal, instruyó diligencias, y solicitó al Juzgado, como medida cautelar, el cambio de titularidad del animal, conforme a lo dispuesto en el artículo 340 quinquies, del Código Penal.


Las posibles responsabilidades penales por los hechos descritos pueden suponer una pena de prisión de tres a dieciocho meses o multa de seis a doce meses y con la inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.

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