Primer caso de mortalidad en quebrantahuesos asociado a una intoxicación por pentobarbital

Las carroñas de los animales domésticos disponibles en el campo son fundamentales como alimento para las aves carroñeras. Sin embargo, también son su principal fuente de exposición a fármacos de uso veterinario, algo que podría comprometer su supervivencia. Un ejemplo se encuentra en los fármacos barbitúricos, utilizados para la eutanasia de los animales domésticos. Estudios previos ya han demostrado que los barbitúricos causan intoxicaciones letales en diferentes especies de aves y mamíferos carroñeros obligatorios y facultativos cuando se alimentan de esos animales eutanasiados, siendo los buitres los más afectados.

Investigadores del Grupo de Investigación en Toxicología de Fauna Silvestre y del Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), en colaboración con la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), han descrito el primer caso de mortalidad de un ejemplar de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) asociado a una intoxicación por pentobarbital. 

Aunque el cadáver fue encontrado con lesiones de electrocución junto a una línea eléctrica, el análisis toxicológico también mostró que el ave había estado expuesta a pentobarbital a una dosis que podría haber causado sedación, aumentando el riesgo de sufrir traumatismos o electrocuciones.

A pesar de alimentarse principalmente de huesos de ungulados, esta especie también puede estar expuesta a fármacos de uso veterinario con un alto volumen de distribución y con capacidad de llegar hasta la médula ósea, como es el caso del pentobarbital.

En este trabajo, los científicos describen la nueva amenaza que supone este fármaco barbitúrico para los quebrantahuesos en el norte de España, precisamente donde previamente ya se habían detectado las mayores prevalencias de intoxicaciones por este agente eutanásico en especies de fauna carroñeras. Por otro lado, los investigadores subrayan la necesidad de implementar medidas de mitigación y estrategias de control para evitar que los fármacos de uso veterinario entren en la cadena trófica de las aves carroñeras, convirtiéndose un riesgo adicional para las especies silvestres en peligro de extinción.